Fundamentos de La Fe
Este manual es un de los cursos de varios módulos del plan de estudios que
mueve a los creyentes de la visualización a través de la delegación,
multiplicación, organización, y movilización para lograr la meta de
evangelización.
Para informaciones
adicionales sobre los cursos escribe a:
Harvestime
International Institute
Instituto
Internacional Tiempo de Cosecha
3092
Sultana Dr.
Madera,
California 93637,
USA
©
Harvestime International Institute
CONTENIDO
Cómo Usar Este Manual, 3
Sugerencias Para el Estudio en Grupo, 4
Introducción, 5
Objetivos del Curso, 6
Los Fundamentos, 6
El Arrepentimiento de las
Obras Muertas – Parte I, 16
El Arrepentimiento de las
Obras Muertas – Parte II, 23
La Fe Hacia Dios, 36
La Doctrina de los Bautismos - Parte I, 48
La Doctrina de los Bautismos - Parte II, 59
Imposición de Manos, 79
La resurrección de los Muertos - Parte I, 82
La resurrección de los Muertos - Parte II, 90
El Juicio Eterno, 104
La Perfección, 125
Apéndice, 139
Respuestas de la
Sesión “Prueba Personal” , 142
CÓMO USAR ESTE MANUAL
EL
FORMATO DEL MANUAL
Cada lección consiste de:
Objetivos: Éstas son las metas que usted debe lograr
estudiando el capítulo. Léalos antes de empezar la lección.
Versículo
Llave: Este versículo da énfasis al
concepto principal del capítulo.
Memorícelo.
Contenido
del Capítulo: Estudie cada sección. Use su Biblia para
buscar cualquier referencia que no fue imprimada en el manual.
Prueba
Personal:
Haga esta prueba después de que usted terminar de estudiar el capítulo. Intente contestar las preguntas sin usar su
Biblia o este manual. Cuando usted ha
concluido esta prueba, verifique sus respuestas en la sección de las respuestas
proporcionada al final del manual.
Para
Estudio Adicional: Esta sección le ayudará a continuar su
estudio de la Palabra de Dios, mejorará sus habilidades de estudio, y aplicará
lo que usted ha aprendido a su vida y ministerio.
Examen
Final: Si usted esta matriculado en este curso para recibir los créditos
e diploma, usted recibió un examen final juntamente con este curso. En la conclusión de este curso, usted debe
completar este examen y debe devolverlo para obtener el grado.
MATERIALES
ADICIONALES NECESARIOS
Usted necesitará solamente de una versión de la
Biblia Reina Valera.
SUGERENCIAS PARA EL ESTUDIO EN GRUPO
PRIMERA
REUNIÓN
Abriendo: Abra con oración e introducciones. Conozca y matricule a los estudiantes.
Establezca
los Procedimientos Del Grupo: Determine quién conducirá
las reuniones, el horario, lugar, y fechas para las sesiones.
Alabanza
Y Adoración: Invite la presencia del Espíritu Santo en su sesión
de entrenamiento.
Distribuya
los Manuales A los Estudiantes: Introduzca el título del
manual, formato, y objetivos del curso proporcionados en las primeras páginas
del manual.
Haga La
Primera Tarea:
Los estudiantes leerán los capítulos determinados y harán la prueba
personal para la próxima reunión. El número de capítulos que usted enseñará por
sesión dependerá del tamaño del capítulo, contenido, y de las habilidades de su
grupo.
SEGUNDA
Y LAS REUNIONES SIGUIENTES
Abriendo:
Ore. Dé las bienvenidas y matricule a cualquier nuevo estudiante. También dales
un manual. Vea quien está presente o
ausente. Tenga un tiempo de alabanza y adoración.
Revisión: Presente un breve resumen de lo que usted
enseñó en la última reunión.
Lección:
Discuta cada sección del capítulo usando los TÍTULOS EN LETRAS MAYÚSCULAS Y EN
NEGRITO como un esbozo de la enseñanza.
Pida a los estudiantes que
hagan preguntas o comentarios sobre lo que ellos han estudiado. Aplique la
lección a las vidas y ministerios de sus estudiantes.
Prueba
Personal: Repase con los estudiantes la prueba que ellos han
completado. (Nota: Si usted no quiere
que los estudiantes tengan el acceso a las respuestas, usted puede quitar las
páginas con las respuestas en la parte final de cada manual).
Para
Estudio Adicional:
Usted puede hacer estos proyectos en una base individual o en
grupo.
Examen
Final: Si su grupo está matriculado en este curso para los
créditos y Diploma usted recibió un examen final con este curso. Reproduzca una
copia para cada estudiante y administre el examen en la conclusión de este curso.
Módulo: Delegando
Curso: Los Fundamentos
Las doctrinas básicas de la fe cristiana son el
asunto de este curso. Doctrinas son una colección de enseñanzas acerca de un
cierto asunto. Las doctrinas básicas de la fe cristiana son las enseñanzas de
Jesucristo registradas en la Biblia.
Estas doctrinas son listadas en la Biblia en el
libro de Hebreos:
“Por tanto, dejando la
palabra del comienzo en la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no
echando otra vez el fundamento; no arrepentimiento de obras muertas, y de la fe
en Dios, de la doctrina de bautismos, y de la imposición de manos, y de la
resurrección de los muertos, y del juicio eterno. Y esto haremos a la verdad,
si Dios lo permitiere” (Hebreos 6.1-3).
Dos objetivos espirituales están establecidos en
este versículo:
El primero
objetivo es lo de edificar su vida espiritual en el fundamento correcta. Este
fundamento es la doctrina de Jesucristo.
El segundo
objetivo es continuar hacia la perfección. La perfección significa madurez
espiritual.
Hay dos razones para el fracaso en vivir una vida
cristiana victoriosa.
La primera
razón es que algunos que están intentando vivir como Cristianos nunca han
nacido de nuevo. Ellos no entienden las doctrinas básicas de Jesucristo. Debido
a esta falta de entender es que ellos no han hecho una contestación apropiada a
Dios.
La segunda
razón para el fracaso es no continuar para lograr la madurez espiritual.
El primero propósito de este curso es presentar las doctrinas básicas de la fe cristiana necesarias para un fundamento espiritual apropiado.
Se discutirán las seis doctrinas fundamentales de
hebreos 6:1-3:
n El arrepentimiento de
las obras muertas
n La fe hacia Dios
n La doctrina de los
bautismos
n La imposición de manos
n La resurrección de los
muertos
n El juicio eterno
Después de establecer este fundamento, el segundo
propósito de este curso es llevar usted hacia la perfección [la madurez espiritual]...
“...Y esto haremos a
la verdad, si Dios lo permitiere”.
Al Concluir este curso usted será capaz de:
n Explicar las seis
doctrinas básicas de la fe cristiana listadas en Hebreos 6:1-3.
n Establecer un
fundamento espiritual apropiado en su propia vida.
n Continuar hasta la
madurez espiritual.
Capítulo Uno
LOS
FUNDAMENTOS
OBJETIVOS:
Al concluir este capítulo usted será capaz de:
n Escribir el Versículo
Llave de memoria.
n Distinguir entre los
fundamentos correctos y los errados.
n Explicar la
importancia de construir sobre el fundamento espiritual correcto.
n Reconocer a Jesucristo
como el verdadero fundamento espiritual.
n Listar tres pasos para
construir un fundamento espiritual apropiado.
VERSÍCULOS LLAVES:
“Por tanto, dejando la
palabra del comienzo en la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección;
no echando otra vez el fundamento; no arrepentimiento de obras muertas, y de la
fe en Dios, de la doctrina de bautismos, y de la imposición de manos, y de la
resurrección de los muertos, y del juicio eterno. Y esto haremos a la verdad,
si Dios lo permitiere” (Hebreos 6.1-3).
La Biblia compara la vida de un creyente a la
construcción de un edificio:
“Porque nosotros,
coadjutores somos de Dios; y vosotros labranza de Dios sois, edificio de Dios
sois” (1 Corintios 3.9).
Cada creyente está unido en Cristo con otro Cristianos formando la Iglesia. La Biblia también compara la Iglesia a un edificio:
“En el cual vosotros
también sois juntamente edificados, para morada de Dios en Espíritu” (Efesios 2:22).
Siempre que los hombres irguen un edificio ellos
deben poner un fundamento apropiado primero. Desde que éste es un principio
natural entendido por todas las personas, Dios lo usó para enseñar una gran
verdad espiritual.
Un creyente debe tener un fundamento apropiado
para construir una buena casa espiritual. El fundamento debe ser puesto según
el plan del constructor. La Biblia da el plan del perito constructor, Jesucristo.
Este capítulo explica la importancia de tener un
fundamento espiritual apropiado. También presenta principios básicos que la
Biblia enseña sobre este fundamento.
El propósito de su “construcción” espiritual es
proporcionar una habitación [un lugar para
morada] para Dios. Su Espíritu solamente morará en usted cuando su vida
estuviere construida en el fundamento
correcto. Pablo preguntó:
“¿No sabéis que
sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?” (1 Corintios 3:16).
“Conforme a la gracia
de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y
otro edifica encima: empero cada uno vea cómo sobreedifica” (1 Corintios 3:10).
El fundamento espiritual de que la Palabra de
Dios habla:
ES BASADO EN LA PALABRA DE
DIOS:
“Pero el fundamento de
Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y:
Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo” (2 Timoteo 2:19).
ES UN BUENO FUNDAMENTO:
“Atesorando para sí
buen fundamento para lo por venir, que echen mano a la vida eterna” (1 Timoteo 6:19).
ES BASADO EN LA RECTITUD:
“Como pasa el torbellino,
así el malo no permanece: Mas el justo, fundado para siempre” (Proverbios 10:25).
ES ETERNO:
“Atesorando para sí
buen fundamento para lo por venir, que echen mano a la vida eterna” (1 Timoteo 6:19).
ÉL DESCANSA EN DOS PRINCIPIOS
BÁSICOS:
“Pero el fundamento de
Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y:
Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo” (2 Timoteo 2:19).
Los dos principios sobre los cuales el fundamento
se firma son:
1. Hombres redimidos:
El Señor conoce aquellos que son Suyos.
2. Viviendo vidas redimidas: Todo aquello que invoca el nombre de
Cristo apártese de la iniquidad.
SE CONSTRUYE EN UNA PIEDRA QUE
ES INMÓVIL:
“Semejante es al
hombre que edifica una casa, el cual cavó y ahondó, y puso el fundamento sobre
la peña; y cuando vino una avenida, el río dio con ímpetu en aquella casa, mas
no la pudo menear: porque estaba fundada sobre la peña” (Lucas 6:48).
ESA PIEDRA ES JESUCRISTO:
“No hay ninguna otra
piedra; yo no sé cualquiera” (Isaías 44:8, Traducción del original en ingles).
Jesús Cristo es el único fundamento para la vida
espiritual:
“Porque nadie puede poner otro
fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo” (1 Corintios 3:11).
Dios es el que escogió a Jesucristo como el
fundamento de la vida espiritual:
“Por tanto, el Señor Jehová
dice así: He aquí que yo fundo en Sión una piedra, piedra de fortaleza, de
esquina, de precio, de cimiento estable: el que creyere, no se apresure” (Isaías 28:16).
El fundamento de la vida espiritual no es un
credo artificial, una denominación, o una ceremonia religiosa. El fundamento es
Jesús Cristo.
Muchos profesando ser creyentes intentan
construir grandes estructuras espirituales de la Cristiandad en sus vidas.
Ellos se involucran en el programa de la iglesia y hacen muchas buena obras. La apariencia exterior de su
edificio espiritual es buena. Pero luego su edificio espiritual empieza a
hundir y destruirse. Ellos entonces se acobardan, caen derrotados, y entran en
el pecado. Esto es porque ellos están intentando construir sobre el fundamento
errado.
Así como un bueno fundamento es necesario a apoyar
propiamente un edificio en el mundo natural, el fundamento espiritual correcto
es necesario para apoyar el edificio de su vida espiritual:
“Porque nadie puede
poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. Y si
alguno edificare sobre este fundamento oro, plata, piedras preciosas, madera,
heno, hojarasca; La obra de cada uno será manifestada: porque el día la
declarará; porque por el fuego será manifestada; y la obra de cada uno cuál
sea, el fuego hará la prueba” (1 Corintios 3:11-13).
Todos las obras llamadas de "Cristianas" serán probadas por Dios. La estructura de su vida espiritual será examinada para determinar si ella fue construida sobre el fundamento apropiado. El único fundamento de la vida espiritual que estará de pie es lo que se construye en Jesucristo.
Los fundamentos son muy importantes. El escritor
de Salmos comprendió esto cuando él preguntó:
“Si fueren destruidos
los fundamentos, ¿Qué ha de hacer el justo?” (Salmos 11:3).
En el mundo natural, si el fundamento de un
edificio no se pone propiamente, la estructura entera puede desmoronar. El
mismo es verdad en el mundo espiritual. Un fundamento errado producirá un
desastre espiritual.
El registro Bíblico de Hageo enfoca la importancia de fundamentos espirituales apropiados. Israel estaba experimentando cosechas pobres en el mundo natural. Hageo les dijo que examinasen sus caminos:
“Sembráis mucho, y encerráis
poco... Meditad sobre vuestros caminos.
Buscáis mucho, y halláis poco; y encerráis en casa, y soplo en ello.
¿Por qué? Dice Jehová de los ejércitos. Por cuanto mi casa está desierta, y
cada uno de vosotros corre a su propia casa” (Hageo 1:6,7,9).
Para corregir el problema Hageo dijo al pueblo de
Israel que ellos debían reconstruir en los dos mundos: natural y espiritual.
Reconstruir en el mundo natural era necesario para el pueblo Israel porque ellos habían atrasado el edificio de la casa del Señor. Ellos habían construido sus propias casas y habían puesto sus propias preocupaciones delante de la orden de Dios de reconstruir el templo. Pero más importante, el fundamento espiritual de sus vidas estaba equivocado. Ellos habían ofrecido los sacrificios [las buenas obras] con manos impías:
“Y respondió Hageo y
dijo: Así es este pueblo, y esta gente, delante de mí, dice Jehová; y asimismo
toda obra de sus manos; y todo lo que aquí ofrecen es inmundo” (Hageo 2:14).
Una obra correcta ofrecida por las manos impías no es aceptable. El fundamento espiritual de sus vidas estaba equivocada y por esto ellos no son bendecidos por Dios.
En el mundo natural, Hageo dijo al pueblo de Dios
que el fundamento del templo del Señor debe ser establecido otra vez. Él dijo
que ellos también deben reconstruir sus vidas espirituales sobre un fundamento
apropiado. Desde el día que Israel empezó a construir sobre el fundamento
correcto que Dios empezó a bendecirlos:
“Reflexionad desde este día en adelante, desde el día 24
del mes noveno, el día en que son puestos los cimientos del templo de Jehová.
Reflexionad: ¿Todavía hay semilla en el granero? Si bien ni la vid, ni la
higuera, ni el granado, ni el árbol de olivo han producido todavía, desde este
día os daré bendición."
(Hageo 2:18-19).
Desde el día que usted empieza a construir los
fundamentos espirituales apropiados Dios lo bendecirá en cada área de su vida.
Jesús enfatizó la necesidad de construir sobre un
bueno fundamento espiritual. Él ilustró esta verdad por una parábola de dos
hombres que construyeron sus casas. La Biblia tiene dos registros de esta
parábola. Uno está en Mateo 7:24-29 y el otro está en Lucas 6:47-49. Ellos se
reproducen aquí para permitir comparación de los dos pasajes:
Lucas |
Mateo |
Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras, y
las hace, os enseñaré a quién es semejante:
|
Cualquiera, pues,
que me oye estas palabras, y las hace, |
Semejante es al hombre que edifica una casa, el
cual cavó y ahondó, y puso el fundamento sobre la peña; y cuando vino una
avenida, el río dio con ímpetu en aquella casa, mas no la pudo menear: porque
estaba fundada sobre la peña.
|
Le compararé a un
hombre prudente, que edificó su casa sobre la peña; Y descendió lluvia,
y vinieron ríos, y soplaron vientos, y combatieron aquella casa; y no cayó:
porque estaba fundada sobre la peña. |
Mas el que oyó y no hizo, semejante es al hombre
que edificó su casa sobre tierra, sin fundamento; en la cual el río dio con
ímpetu, y luego cayó; y fue grande la ruina de aquella casa.
Lucas 6:47-49 |
Y cualquiera que me
oye estas palabras, y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que
edificó su casa sobre la arena; Y descendió lluvia,
y vinieron ríos, y soplaron vientos, é hicieron ímpetu en aquella casa; y
cayó, y fue grande su ruina. |
|
Y fue que, como
Jesús acabó estas palabras, las gentes se admiraban de su doctrina; Porque les enseñaba
como quien tiene autoridad, y no como los escribas. Mateo 7:24-29 |
Hay varios principios importantes aquí:
DOCTRINA:
El primer principio es que edificar un fundamento
espiritual apropiado es parte de la doctrina [las enseñanzas] de Jesús. Este
pasaje registra que las personas "se admiraban de Su doctrina". Parte de esa doctrina era
la historia que Él contó sobre construir sobre un bueno fundamento.
Pablo también se refiere a construir un
fundamento como parte de la doctrina de Cristo:
“Por
tanto, dejando la palabra del comienzo en la doctrina de Cristo, vamos adelante
a la perfección; no echando otra vez el fundamento; no arrepentimiento de obras
muertas, y de la fe en Dios” (Hebreos 6:1).
Pablo después continúa listando el contenido de
la doctrina de Jesús.
EL FUNDAMENTO CORRECTO:
En Lucas 6:47 se dan los pasos para construir un
bueno fundamento espiritual:
Todos los tres pasos son requeridos. No es
bastante venir a Jesús. Usted también debe escuchar a lo que Él ha dicho. Pero
venir y escuchar no es bastante. Usted también debe tener una acción personal.
Una persona puede venir a Jesús, puede oír lo que Él tiene que decir, pero
puede no responder:
“¿Por qué me llamáis,
Señor, Señor, y no hacéis lo que digo?” (Lucas 6:46).
Usted puede conocer la Palabra y todavía no
actuar con base en ella. Jesús no es verdaderamente Señor de su vida hasta que
usted practique Sus enseñanzas. Un bueno fundamento es basado en la Palabra de
Dios. El hombre que vino a Jesús, oyó Su Palabra, y entonces actuó según ella
fue llamado de sabio. Este hombre se aseguró que el fundamento espiritual de Su
vida era firme. Él "cavó y ahondó” quitando todo que estaba entre él y la
Roca, Jesucristo.
La Palabra de Dios es el plan que muestra cómo
construir su vida espiritual. La Biblia debe ser recibida como la autoridad
absoluta y el plan para su fundamento espiritual porque...
“Porque la profecía no
fue en los tiempos pasados traída por voluntad humana, sino los santos hombres
de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu Santo” (2 Pedro 1:21).
El propósito de la revelación de Dios se da en 2
Timoteo 3:16:
“Toda Escritura es
inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para
instituir en justicia” (2 Timoteo 3:16).
La Biblia contiene la instrucción sobre las
doctrinas básicas de Jesús. También tiene
reprobación y corrección para aquellos que no siguen estas enseñanzas.
EL FUNDAMENTO ERRADO:
El hombre que construyó sobre un fundamento
errado oyó la Palabra de Dios, pero no tomó una acción personal sobre lo que él
oyó. Él es llamado de hombre insensato y fue comparado a un hombre que
construyó sin un fundamento (Lucas 6:49). Su casa se construyó en la arena en
lugar de la roca (Mateo 7:27).
Usted construye espiritualmente en la arena
cuando usted basa su vida en las tradiciones o las creencias religiosas de los
hombre, pensando que usted puede hacerse espiritual por las buenas obras,
asistencia a la iglesia, o por las ceremonias religiosas.
LAS TORMENTAS DE LA VIDA:
La historia contada por Jesús sobre los dos
constructores revela otra gran verdad. Es de la naturaleza de la propia vida
ser tormentosa. Las circunstancias de la vida resultan en muchas crisis
personales. Usted debe enfrentar la muerte, enfermedad, y desastre. Incluso los
creyentes enfrentarán esos problemas. Hechos 14:22 advierten que "nosotros
debemos a través de mucha tribulación entrar en el Reino de Dios."
Jesús dijo:
“Estas cosas os he
hablado, para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción: mas
confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33).
Nadie escapa de las tormentas. Las circunstancias tormentosas de la vida están por toda parte y son experimentadas por todas las personas. Las tormentas son las mismas, pero lo que difiere es cómo las personas responden a ellas. Si su vida espiritual no tiene el fundamento correcto usted caerá. Así como la casa que se construyó en la arena, la ruina será grande. Si su vida está construida sobre el fundamento correcto de Jesucristo y Su Palabra [la doctrina], la tormenta no puede removerlo:
“La voz del cual
entonces conmovió la tierra; mas ahora ha denunciado, diciendo: Aun una vez, y
yo conmoveré no solamente la tierra, mas aun el cielo. Y esta palabra, Aun una vez, declara la
mudanza de las cosas movibles, como de cosas que son firmes” (Hebreos 12:26-27).
Cuando la experiencia temblorosa viene, lo que no
puede removerse permanecerá. Aquellos que están de pie han construido sobre un
fundamento espiritual correcto.
LOS FUNDAMENTOS: UN
PRERREQUISITO
Un bueno fundamento es un prerrequisito para
construir un edificio saludable en el mundo natural. La palabra
"prerrequisito" significa que es "algo requerido antes." Un
fundamento apropiado es requerido antes de construir la "superestructura".
La "superestructura" es lo que se construye sobre el fundamento.
Un fundamento espiritual apropiado es un
prerrequisito a la madurez espiritual. Hebreos 6:1-3 nos dicen que nosotros no
podemos seguir a la perfección a menos que el fundamento espiritual sea
colocado adecuadamente. La madurez espiritual es la superestructura [el
edificio] que reposa sobre el fundamento espiritual. Si el fundamento,
entonces, está equivocado, la superestructura no permanecerá de pie y usted
nunca logrará la madurez espiritual.
Las lecciones siguientes explican cosas que deben
ser parte de su fundamento espiritual. Pero como la parábola de las dos casas
indica, no es bastante ser informado de estas doctrinas básicas. Usted debe
hacer una contestación personal a la Palabra de Dios y debe integrar estas
verdades en el fundamento espiritual de su vida.
Si usted no responde a la Palabra de Dios, usted
es como el hombre descrito por el Apóstol Santiago:
“Mas sed hacedores de
la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno oye la palabra, y no la
pone por obra, este tal es semejante al hombre que considera en un espejo su
rostro natural. Porque él se consideró
a sí mismo, y se fue, y luego se olvidó qué tal era. Mas el que hubiere mirado
atentamente en la perfecta ley, que es la de la libertad, y perseverado en
ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este tal será
bienaventurado en su hecho” (Santiago 1:22-25).
Recuerde que desde el momento que usted decide
empezar el edificio de su vida espiritual sobre el fundamento apropiado, Dios
lo bendecirá.
Éstos son los principios básicos que usted
estudiará en las lecciones siguientes:
n El arrepentimiento de
Obras Muertas
n La Fe hacia Dios
n Los Bautismos
n Imposición de Manos
n La resurrección de los
Muertos
n El Juicio Eterno
1. Escribe los Versículos Llaves de memoria.
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2. ¿Cuáles son las seis doctrinas fundamentales
que se listan en Hebreos 6:1-3?
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3. ¿Lo qué capacítale a continuar a la madurez
espiritual?
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4. ¿Cuáles son los tres pasos dados en Lucas 6:47
para edificar un fundamento espiritual apropiado?
_____________________________________________________________________
_____________________________________________________________________
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5. ¿Quién es el fundamento espiritual establecido
por Dios?
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(Las respuestas se encuentran
al final del último capítulo de este manual.)
La Biblia contiene las enseñanzas [la doctrina]
de Jesucristo y las palabras del verdadero y viviente Dios. Ella explica cómo
construir su vida espiritual en el fundamento correcto.
Estudie los siguientes versículos sobre la
Palabra de Dios y resuma lo que ellos enseñan:
LA BIBLIA ES LA PALABRA DE
DIOS:
2 Timoteo 3:14-17
2 Pedro 1:19-21
Hebreos 1:1
1 Corintios 2:13
1 Tesalonicenses 2:13
Juan 5:39
LA BIBLIA ES ETERNA:
Mateo 24:35
Isaías 40:8
LA BIBLIA ES UN PADRÓN FIJO
SOBRE LO CUAL BASAR LA VIDA ESPIRITUAL:
Salmos 119:89
Capítulo Dos
EL
ARREPENTIMIENTO DE LAS OBRAS MUERTAS
LOS OBJETIVOS:
Al concluir este capítulo usted será capaz de:
n Escribir el Versículo
Llave de memoria.
n Definir "el
arrepentimiento de las obras muertas."
n Explicar el origen de
pecado.
n Reconocer nombres
diferentes usados para el pecado en la Biblia.
EL VERSÍCULO LLAVE:
“Para todos ha pecado
y ha venido corto de la gloria de Dios” (Romanos 3:23).
Hebreos 6:1-3 lista los principios de la doctrina
de Cristo sobre los cuales un creyente debe construir su vida espiritual. Estos
principios se llaman los "fundamentos de la fe cristiana”. Ellos son las
doctrinas básicas sobre las cuales descansa la fe cristiana. El primero de
estos principios es "el arrepentimiento de las obras muertas."
El significado básico de la palabra
"arrepentimiento" es un cambio en mente que produce un cambio en las
acciones exteriores.
Algunas personas asocian el arrepentimiento con
las emociones, como el derramamiento de
lágrimas y sentirse afligido por las acciones y pensamientos malos. El
arrepentimiento no es una emoción. Es una decisión. La emoción a veces acompaña
el verdadero arrepentimiento. Pero es posible para una persona sentir gran
emoción y verter muchas lágrimas y todavía nunca arrepentirse de verdad.
Otras personas asocian el arrepentimiento con
cumplir requisitos religiosos especiales. Esto a veces se llama "hacer
penitencia." Es posible cumplir muchos de tales requisitos religiosos y
todavía nunca arrepentirse en el verdadero sentido Bíblico.
El verdadero arrepentimiento es un cambio de
mente que produce un cambio en las acciones exteriores. El cambio exterior es
el acto de volverse del pecado hacia Dios y la rectitud. Esta
"conversión" muestra el cambio interior de la mente que ha ocurrido.
Para resumir: el arrepentimiento Bíblico es un cambio interno de mente que produce un cambio exterior de volverse del pecado hacia Dios y la rectitud.
Hay algunos pasajes en la Biblia dónde la palabra
"arrepentimiento" se usa de una manera diferente.
JUDAS:
En Mateo 27:3-4, Judas Iscariote comprendió que
Jesús sería condenado a la muerte. Él se arrepintió de su traición a Cristo:
“Entonces Judas, el que le había entregado, al ver que
era condenado, sintió remordimiento y devolvió las treinta piezas de plata a
los principales sacerdotes y a los ancianos, diciendo: --Yo he pecado
entregando sangre inocente. Pero ellos dijeron: --¿Qué nos importa a nosotros?
¡Es asunto tuyo!” (Mateo
27:3-4).
La palabra griega usada aquí no es la misma
palabra que significa el cambio. Es una palabra que las personas a menudo
interpretan mal, como se fuera el verdadero arrepentimiento. En muchos idiomas
hay palabras que tienen más de un significado. Esto es verdad en los idiomas en
que la Biblia fue escrita. Hay más de uno significando a la palabra
"arrepentimiento" en la Biblia. La palabra usada en este pasaje sobre
Judas significa emoción, dolor, y angustia.
Judas experimentó el dolor por lo que él había
hecho pero él no experimentó el verdadero arrepentimiento Bíblico. Él no tomó
una decisión que causaría el cambio en sus acciones. Él continuó las acciones
malas y se mató.
ESAÚ:
Esaú era otro hombre que cometió este error
trágico. Esaú pecó vendiendo su primogenitura dada por Dios por un plato de
sopa. La Biblia registra:
“Porque ya sabéis que
aun después, deseando heredar la bendición, fue reprobado (que no halló lugar
de arrepentimiento), aunque la procuró con lágrimas.” (Hebreos 12:17).
Esaú trocó su primogenitura para un plato de
sopa. Haciendo esto, él rechazó todas las bendiciones y promesas de Dios
asociadas con la primogenitura.
Después, Esaú sintió lo que él había hecho. Él
lloró alto y vertió lágrimas amargas. Pero la fuerte emoción no es prueba de
arrepentimiento. Esaú no se arrepintió de verdad. Él sentía simplemente por que
había perdido la primogenitura y deseaba poder volver atrás. Su
"arrepentimiento" no fue aceptable porque hay una diferencia entre el
pesar y el verdadero arrepentimiento.
Si nosotros debemos entender el significado del
arrepentimiento totalmente, nosotros debemos entender de qué nosotros debemos
arrepentirnos. Nosotros debemos entender "las obras muertas."
"Obras muertas" son las acciones de una vida vivida aparte de Dios.
Estas obras pueden ser hechos malos o actos de rectitud propia.
Esto se llama "pecado" en la Biblia. La
cosa básica que causa el pecado es el egoísmo. Es el amor del ego opuesto al amor
de Dios. Este amor de sí mismo resulta en la ida del hombre en "su propio
camino":
“Todos nosotros nos
descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino: mas Jehová cargó
en él el pecado de todos nosotros.” (Isaías 53:6).
Jesús murió por los pecados de los hombres para
que...
“Y por todos murió,
para que los que viven, ya no vivan para sí, mas para aquel que murió y
resucitó por ellos.” (2 Coríntios
5:15).
Cuando usted se arrepiente de estas obras muertas
de egoísmo, esto significa que usted reconoce la existencia de un verdadero
Dios, comprende que usted es un pecador, pide perdón de su pecado, y acepta el
plan de Dios de salvación a través de Jesucristo.
El mal existía antes de que el hombre fuera
creado. El pecado se originó por Lucifer, también conocido como Satanás. Los
registros de la Biblia dicen que Lucifer era un ángel especial que fue creado
originalmente perfecto por Dios. Lucifer pecó cuando él intentó organizar una
rebelión contra Dios. Debido a este pecado, Lucifer fue expulso del Cielo a la
tierra:
“¡Cómo caíste del
cielo, OH Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que
debilitabas las gentes. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo, en lo
alto junto a las estrellas de Dios ensalzaré mi solio, y en el monte del
testimonio me sentaré, a los lados del aquilón; Sobre las alturas de las nubes
subiré, y seré semejante al Altísimo.” (Isaías 14:12-14)
“Tú, querubín grande,
cubridor: y yo te puse; en el santo monte de Dios estuviste; en medio de
piedras de fuego has andado. Perfecto eras en todos tus caminos desde el día
que fuiste criado, hasta que se halló en ti maldad. A causa de la multitud de
tu contratación fuiste lleno de iniquidad, y pecaste: por lo que yo te eché del
monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, OH querubín
cubridor.” (Ezequiel 28:14-16).
En la tierra, Lucifer [quién se volvió conocido
como Satanás] ha continuado su rebelión contra Dios. Cuando Dios creó al primer
hombre y mujer [Adán y Eva], Satanás los llevó a pecar contra Dios. Esta
rebelión a veces se llama "la caída del hombre", significando que el
hombre se cayó de la rectitud al pecado. Usted puede leer sobre esto en los
capítulos de Génesis dos y tres.
Dios advirtió Adán y Eva que las penalidades del
pecado incluirían la muerte física y espiritual. La muerte espiritual fue la
pérdida de su relación con Dios. La muerte física fue muerte de su cuerpo
físico real. Debido al pecado de Adán y Eva la muerte vino sobre todos los
hombres:
“De consiguiente, vino
la reconciliación por uno, así como el pecado entró en el mundo por un hombre,
y por el pecado la muerte, y la muerte así pasó a todos los hombres, pues que
todos pecaron.” (Romanos 5:12).
Debido a caída del primero hombre y su mujer, el
pecado pasó a toda la humanidad. Eso significa que todos nacen heredando la
naturaleza básica del pecado.
Así como se heredan los rasgos físicos, el rasgo
espiritual de la naturaleza del pecado básica también se hereda. Cada persona
ha pecado y ha enfrentado las penalidades de la muerte física y espiritual.
Satanás es responsable por todo el mal que ha en
el mundo. Su rebelión hacia Dios todavía continúa cuando él tienta al hombre
para pecar. Hay una batalla constante en el mundo del espíritu por los corazones,
mentes, y almas de los hombres.
Cada persona ha heredado la naturaleza básica del
pecado. Cada persona peca individualmente cuando es impelida por esta
naturaleza pecadora a rebelarse contra Dios:
“Pero cada uno es tentado cuando es arrastrado y seducido
por su propia pasión. Luego la baja pasión, después de haber concebido, da a
luz el pecado; y el pecado, una vez llevado a cabo, engendra la muerte” (Santiago 1:14-15).
Todos han pecado, pero Dios ha proporcionado una
manera de escapar de las penalidades
del pecado. A través del arrepentimiento de las obras muertas y por
aceptar a Jesucristo como Salvador personal usted puede ser “salvo" de las
penalidades del pecado.
La Biblia usa varios nombres diferentes para el pecado:
PECADO:
“Y parirá un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su
pueblo de sus pecados.” (Mateo 1:21).
El significado real de la palabra "pecado" es no acertar la meta y estar en error. Es como disparar una arma y no acertar la marca. Es no alcanzar lo que usted debe ser y el plan perfecto de Dios para usted.
MALO:
“Porque de dentro, del
corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las
fornicaciones, los homicidios” (Marcos 7:21).
Malo significa ruin, sin valor, corrupto, inicuo, y moralmente pecador.
MALDAD:
Maldad significa tener una mente mala puesta para
hacer travesura. Es una indiferencia mental por la rectitud, justicia, verdad,
y virtud:
“Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de
entre los justos” (Mateo 13:49).
TRANSGRESIÓN:
Transgresión significa la ruptura de la ley. Es
como un hombre caminando de encima una línea de la cual él no da ningún paso
correcto, invadiendo el territorio prohibido, y cruzando el límite entre el
derecho y el error:
“¿Pues de qué sirve la
ley? Fue puesta por causa de las rebeliones, hasta que viniese la simiente a
quien fue hecha la promesa, ordenada aquélla por los ángeles en la mano de un
mediador.” (Gálatas 3:19).
INJUSTICIA:
Esta palabra significa ilegalidad, malo,
iniquidad, falsedad, y embustero:
“Toda maldad es
pecado; mas hay pecado no de muerte.” (1 Juan 5:17).
IMPIEDAD:
La impiedad significa la deshonestidad, maldad, y
el descuido total de Dios. Es tratar Dios como si Él no existiese. La impiedad
no es igual al ateísmo que cree que no hay ningún Dios. La impiedad sabe que
hay un Dios, pero ignora totalmente Él y Sus leyes:
“Y como a ellos no les
pareció tener a Dios en su noticia, Dios los entregó a una mente depravada,
para hacer lo que no conviene” (Romanos 1:18).
INIQUIDAD:
La iniquidad quiere decir ser sin ley, sea sin la
ley o violando la ley:
“Y entonces les
protestaré: Nunca os conocí; apartaos de mí, obradores de maldad.” (Mateo 7:23).
DESOBEDIENCIA:
La desobediencia es el contrario de la
obediencia. Quiere ignorar Dios y Su ley:
“Porque como por la
desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así por la
obediencia de uno los muchos serán constituidos justos.” (Romanos 5:19).
INFRACCIÓN:
Infracción quiere decir dejar el camino correcto
y cruzar el límite del correcto al incorrecto. Es como entrar en la propiedad
de otro hombre, que no le pertenece:
“Y
Él vivificó a vosotros, que estabais muertos en vuestros delitos y pecados” (Efésios 2:1,
Traducción del original).
SIMPLEMENTE UNA
INTRODUCCIÓN...
Este capítulo es sólo una introducción al asunto
de arrepentimiento de las obras muertas. Usted aprendió la definición de
arrepentimiento, los nombres y definiciones para el pecado, y el origen de
pecado.
El próximo capítulo continúa esta discusión de este
primero principio de la fe cristiana, el arrepentimiento de las obras muertas.
1.
Escribe el Versículo Llave de memoria.
_____________________________________________________________________
_____________________________________________________________________
2. Defina
"el arrepentimiento de las obras muertas".
__________________________________________________________________________________________________________________________________________
3. Liste
nueve palabras usadas para el pecado en la Biblia.
___________________________ ___________________________
___________________________ ___________________________
___________________________ ___________________________
___________________________ ___________________________
___________________________
4.
¿Cuántos en la raza humana son pecadores? Dé una referencia bíblica para
apoyar su respuesta:
_____________________________________________________________________
5.
Describa el origen de pecado.
_____________________________________________________________________
_____________________________________________________________________
6. Asigne
a dos personas en la Biblia cuyo arrepentimiento fue ineficaz.
_____________________________
y ______________________________
(Las respuestas se encuentran
al final del último capítulo en este manual.)
Este capítulo discutió el origen de pecado y
definió sus nombres Bíblicos. ¿Pero LO qué Dios considera pecado? El pecado es
cualquier violación de las leyes de Dios:
“Cualquiera que hace
pecado, traspasa también la ley; pues el pecado es transgresión de la ley.” (1 Juan 3:4).
Las leyes de Dios están registradas en la Biblia.
Además de Sus leyes, Dios ha listado también pecados específicos que nosotros
debemos evitar.
El Nuevo Testamento lista los pecados
específicos, identifica la fuente de estos pecados, y revela los juicios
especiales para ellos. Las siguientes referencias identifican un total de 103
pecados diferentes. Algunos se repiten en más de una lista. Hay...
n Siete qué viene del
corazón y contaminan: Mateo 15:18-20
n Trece qué viene del
corazón y contaminan: Marcos 7:21-23
n Veinte-tres qué traen
el juicio de Dios: Romanos 1:29-32
n Siete qué creyentes no
pueden hacer: Romanos 13:13,14
n Seis con que los
creyentes no deben asociar: 1 Corintios 5:9-11
n Diez qué impiden la
entrada en el Reino de Dios: 1 Corintios 6:9,10
n Diecisiete qué impiden
la entrada en el Reino de Dios: Gálatas 5:19-21
n Cuatro qué trae la ira
y impiden la entrada en el Reino de Dios: Efesios 5:5-6
n Once que los creyentes
deben rechazar: 2 Corintios 12:20-21
n Nueve en que los no
salvos viven y en que los creyentes no deben vivir: Efesios 4:17-19
n Seis qué no debe
existir entre los creyentes: Efesios 5:3,4
n Nueve qué los
creyentes deben lanzar fuera: Efesios 4:25,28,29,31
n Seis qué los creyentes
deben abandonar: Colosenses 3:8,9
n Seis qué los creyentes
deben mortificar y qué trae la ira de Dios: Colosenses 3:5-6
n Catorce para los
cuales la ley fue dada: 1 Timoteo 1:9-10
n Diecinueve que los
creyentes deben rechazar: 2 Timoteo 3:1-5
n Nueve de los cuales
los creyentes están salvos: Tito 3:3-5
n Cinco qué los
creyentes deben poner al lado: 1 Pedro 2:1
n Siete pecados de la
carne en que los creyentes ya no viven: 1 Pedro 4:2-4
n Ocho qué condena al
lago de fuego: Apocalipsis 21:8
n Seis qué previene el
acceso al árbol de vida y la ciudad santa: Apocalipsis 22:14
Capítulo Tres
EL
ARREPENTIMIENTO DE LAS OBRAS MUERTAS
PARTE II
OBJETIVOS:
Al concluir este capítulo usted será capaz de:
n Escribir el Versículo
Llave de memoria.
n Explicar la
importancia del arrepentimiento.
n Explicar lo que lleva
a los hombres a arrepentirse.
n Nombrar cuatro cosas
asociadas con el arrepentimiento.
n Definir la conversión.
n Explicar la
importancia de la conversión.
n Definir la
justificación.
n Explicar lo que
significa ser "salvo".
n Usar la parábola del
Hijo Pródigo para describir arrepentimiento y conversión.
VERSÍCULO LLAVE:
“No he venido a llamar
justos, sino pecadores al arrepentimiento.” (Lucas 5:32).
El último capítulo se definió "el
arrepentimiento de las obras muertas" qué es la primera de las doctrinas
básicas listada en Hebreos 6:1-3. Se definió "obras muertas" como el
pecado y el origen de pecado fue examinada. Usted aprendió cómo el pecado
original de Adán y Eva adulteró la naturaleza humana y cómo esta naturaleza
pecadora se hereda por todos los hombres. Usted también aprendió cómo la
naturaleza corrupta resultó en que todos los hombres pecan individualmente,
según ellos son impelidos por esta naturaleza para practicar hechos de pecado.
Este capítulo continúa el estudio del primer
principio fundamental que es el arrepentimiento de las obras muertas.
El arrepentimiento de las obras muertas se
definió como "una decisión interior o cambio de mente que produce la
acción exterior de volverse del pecado a Dios y a la rectitud." Hechos
20:21 llama él de "el arrepentimiento hacia Dios." Por el acto del
arrepentimiento usted se vuelve de sus propias obras muertas de pecado hacia
Dios. El arrepentimiento es una decisión personal para dejar el pecado y entrar
en comunión con Dios. Es el poder de Dios que realmente trae el cambio en la
mente, corazón, y vida del pecador:
“Entonces, oídas estas
cosas, callaron, y glorificaron a Dios, diciendo: De manera que también a los
Gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida.” (Hechos 11:18).
“A
éste ha Dios ensalzado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a
Israel arrepentimiento y remisión de pecados.” (Hechos 5:31).
Aunque las emociones pueden estar involucradas en
el arrepentimiento, el verdadero arrepentimiento de las obras muertas es una
decisión, no sólo una emoción. Como usted aprendió, afligirse por los pecados,
derramar lagrima, etc., no es bastante. Esto debe acompañarse por una decisión
interior que produce un cambio exterior.
Hay varias razones por qué el arrepentimiento es
considerado una verdad fundamental de la fe cristiana:
DIOS LO ORDENA:
“Empero Dios, habiendo
disimulado los tiempos de esta ignorancia, ahora denuncia a todos los hombres
en todos los lugares que se arrepientan” (Hechos 17:30).
ES NECESARIO PARA EVITAR LA
MUERTE ESPIRITUAL:
“No, os digo; antes si
no os arrepintiereis, todos pereceréis igualmente.” (Lucas 13:3).
ES NECESARIO PARA LA VIDA
ETERNA:
A través del arrepentimiento la penalidad de la
muerte es removida y la vida eterna es concedida:
“Entonces, oídas estas
cosas, callaron, y glorificaron a Dios, diciendo: De manera que también a los
Gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida.” (Hechos 11:18).
ES NECESARIO PARA EL PERDÓN:
Dios no puede perdonar sus pecados a menos que
usted se arrepienta:
“A este Jesús resucitó
Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos” (Hechos 2:32).
ES NECESARIO ENTRAR EN EL
REINO DE DIOS:
“Desde entonces comenzó
Jesús a predicar, y a decir: Arrepentios, que el reino de los cielos se ha
acercado” (Mateo 4:17).
ES EL DESEO DE DIOS PARA
TODOS:
Dios no desea que nadie experimente la muerte
espiritual de separación eterna de Dios en el Infierno:
“El Señor no tarda su
promesa, como algunos la tienen por tardanza; sino que es paciente para con
nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al
arrepentimiento” (2 Pedro 3:9).
ES LA RAZÓN POR QUÉ JESÚS VINO
AL MUNDO:
“No he venido a llamar
justos, sino pecadores a arrepentimiento” (Lucas 5:32).
¿DEBEN LOS CRISTIANOS
ARREPENTIRSE?
En el primer hecho de arrepentimiento, los
hombres pecadores se vuelven del error para la justicia, aceptan el mensaje del
Evangelio, y se vuelven en verdaderos creyentes en Jesucristo. En el proceso de
seguir a la perfección (qué se estudiará después en este curso), un creyente a
veces caerá en los viejos modelos de conducta pecadora. Según el registro
Bíblico, siempre que los creyentes pecaren, ellos también deben arrepentirse:
LOS CORINTIOS:
Los creyentes en una ciudad llamada Corinto tenían
que arrepentirse:
“Ahora me gozo, no
porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para
arrepentimiento; porque habéis sido contristados según Dios, para que ninguna
pérdida padecieseis por nuestra parte” (2 Corintios 7:9).
“Porque temo que
cuando llegare, no os halle tales como quiero, y yo sea hallado de vosotros
cual no queréis; que haya entre vosotros contiendas, envidias, iras,
disensiones, detracciones, murmuraciones, elaciones, bandos: Que cuando volviere, me humille Dios entre
vosotros, y haya de llorar por muchos de los que antes habrán pecado, y no se
han arrepentido de la inmundicia y fornicación y deshonestidad que han
cometido.” ( 2 Corintios 12:20-21).
LOS CRISTIANOS EN ÉFESO:
Los creyentes Éfeso fueron llamados al
arrepentimiento:
“Recuerda por tanto de
dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; Pues si no, vendré
presto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido”
(Apocalipsis
2:5).
LOS CRISTIANOS EN PÉRGAMO:
Dios dijo a los cristianos en Pérgamo:
“Arrepiéntete, porque
de otra manera vendré a ti presto, y pelearé contra ellos con la espada de mi
boca” (Apocalipsis 2:16).
LOS CRISTIANOS EN SARDIS:
“Acuérdate pues de lo
que has recibido y has oído, y guárdalo, y arrepiéntete. Y si no velares,
vendré a ti como ladrón, y no sabrás en qué hora vendré a ti” (Apocalipsis 3:3).
LOS CRISTIANOS EN LAODICEA:
“Yo reprendo y castigo
a todos los que amo: sé pues celoso, y arrepiéntete” (Apocalipsis 3:19).
Dondequiera que haya pecado, debe haber arrepentimiento:
“Si dijéremos que no
tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y no hay verdad en nosotros.
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para que nos perdone
nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad” (1 Juan 1:8-9).
Porque el arrepentimiento es necesario para la
salvación, Dios hizo un plan especial para permitir que el mensaje de
arrepentimiento alcance a todos. La llamada al arrepentimiento empezó en el
Nuevo Testamento con el ministerio de Juan Bautista:
“Voz del que clama en
el desierto: Aparejad el camino del Señor; Enderezad sus veredas. Bautizaba
Juan en el desierto, y predicaba el bautismo del arrepentimiento para remisión
de pecados” (Marcos 1:3-4).
El arrepentimiento era necesario para que el
Mesías [Jesús] fuese revelado. Hasta que Israel fuera llamado a Dios en
arrepentimiento, Jesús no podría revelarse. El arrepentimiento fue la primera
mensaje que Jesús predicó:
“Mas después que Juan fue encarcelado,
Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, y diciendo: El tiempo es cumplido, y el
reino de Dios está cerca: arrepentios, y creed al evangelio” (Marcos 1:14-15).
El arrepentimiento fue predicado por los
creyentes en la Iglesia Primitiva:
“Y
saliendo, predicaban que los hombres se arrepintiesen” (Marcos 6:12).
“Testificando a los
Judíos y a los Gentiles arrepentimiento para con Dios, y la fe en nuestro Señor
Jesucristo” (Hechos 20:21).
Hoy, los creyentes aún tienen la responsabilidad
para extender el mensaje de arrepentimiento a lo largo del mundo. Jesús dio las
últimas instrucciones a Sus seguidores que...
“...que se predicase
en su nombre el arrepentimiento y la remisión de pecados en todas las naciones,
comenzando de Jerusalén” (Lucas 24:47).
¿LO QUÉ LLEVA LOS HOMBRES A
ARREPENTIRSE?
Desde que el arrepentimiento es un fundamento en
que la fe cristiana reposa, nosotros debemos entender lo que lleva los hombres
a arrepentirse. Si usted es responsable por extender el mensaje de
arrepentimiento a lo largo del mundo, entonces usted debe saber cómo se
persuade los hombres para arrepentirse de las obras muertas.
LA BONDAD DE DIOS:
Las bendiciones de Dios en la vida de una persona
impía no deben ser equivocadamente consideradas como la aprobación de Dios a su
estilo de vida. La bondad de Dios es una manera por la cual el Señor recurre a
los hombres para volverse a Él:
“¿O menosprecias las
riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su
benignidad te guía al arrepentimiento?” (Romanos 2:4).
PREDICACIÓN:
La predicación de la Palabra de Dios a los
hombres llévales a arrepentirse. La predicación de Jonás llevó la ciudad entera
de Nínive a arrepentirse:
“Los hombres de Nínive
se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque ellos
se arrepintieron a la predicación de Jonás; y he aquí más que Jonás en este
lugar” (Mateo 12:41).
El LLAMADO DE CRISTO:
Mientras la Palabra de Dios se predica, las
personas oyen y responden a la llamada de Cristo que lleva al arrepentimiento:
“Andad pues, y
aprended qué cosa es: Misericordia quiero, y no sacrificio: Porque no he venido
a llamar justos, sino pecadores al arrepentimiento” (Mateo 9:13).
DIOS, EL PADRE:
Jesús dijo que nadie puede venir a Él excepto si
el Padre trácelo. Dios atrae a los hombres al arrepentimiento:
“Ninguno puede venir a
mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día
postrero” (Juan 6:44).
LA REPRENSIÓN:
La reprensión lleva los hombres a arrepentirse.
La reprensión es la corrección dada por la Palabra de Dios:
“Mirad por vosotros:
si pecare contra ti tu hermano, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale” (Lucas 17:3).
LA TRISTEZA QUE ES SEGÚN DIOS:
Como usted aprendió, el arrepentimiento puede ser
acompañado por la emoción. Pero la emoción natural no es ningún verdadero
arrepentimiento, excepto las primacías de emoción piadosa para arreglar el
arrepentimiento:
“Porque el dolor que
es según Dios, obra arrepentimiento saludable, de que no hay que arrepentirse;
mas el dolor del siglo obra muerte” (2 Corintios 7:10).
La Biblia identifica varias cosas asociadas con
el arrepentimiento:
LA FE:
La fe hacia Dios es asociada con el
arrepentimiento. Ella es listada en hebreos 6 como el segundo principio
fundamental de la fe cristiana. Debe combinarse el arrepentimiento de las obras
muertas con la fe hacia Dios:
“Y diciendo: El tiempo
es cumplido, y el reino de Dios está cerca: arrepentios, y creed al evangelio” (Marcos 1:15).
“Testificando a los
Judíos y a los Gentiles arrepentimiento para con Dios, y la fe en nuestro Señor
Jesucristo” (Hechos 20:21).
Usted aprenderá más sobre "la fe hacia
Dios" en el próximo capítulo cuando usted estudiar el segundo fundamento
de la fe cristiana.
EL BAUTISMO:
El bautismo debe acompañar el arrepentimiento
como una señal exterior del cambio interior que ha ocurrido:
“Así que, arrepentios
y convertios, para que sean borrados vuestros pecados; Pues que vendrán los
tiempos del refrigerio de la presencia del Señor” (Hechos 3:19).
La doctrina de bautismos también se discutirá
después en este curso, pues él es parte de los fundamentos mencionados en
Hebreos 6.
LOS FRUTOS:
Las obras del hombre, que la Biblia también llama
de "frutos", testifican si hube o no verdadero arrepentimiento:
“Antes anuncié
primeramente a los que están en Damasco, y Jerusalén, y por toda la tierra de
Judea, y a los gentiles, que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios,
haciendo obras dignas de arrepentimiento” (Hechos 26:20).
“Haced pues frutos
dignos de arrepentimiento” (Mateo 3:8).
"Obras" y "frutos" - los dos
se refieren a conducta exterior que debe cambiar después del verdadero
arrepentimiento.
LA CONVERSIÓN:
“Así que, arrepentios
y convertios, para que sean borrados vuestros pecados; Pues que vendrán los
tiempos del refrigerio de la presencia del Señor” (Hechos 3:19).
Desde que la conversión se relaciona al
arrepentimiento, usted necesita entender la conversión.
Conversión significa "volverse hacia".
Cuando se usa con relación al arrepentimiento Bíblico, significa "volverse
de la manera errada a la manera correcta."
“Y a muchos de los
hijos de Israel convertirá al Señor Dios de ellos” (Lucas 1:16)
“Y le vieron todos los que habitaban en Lida y en Sarón, los cuales se
convirtieron al Señor” (Hechos 9:35)
“Y la mano del Señor
era con ellos: y creyendo, gran número se convirtió al Señor” (Hechos 11:21).
Conversión es volverse de la oscuridad del pecado
a la luz de la rectitud de Dios:
“Para que abras sus
ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz...” (Hechos 26:18).
Es volverse del poder de
Satanás a Dios:
“... y de la potestad
de Satanás a Dios...” (Hechos 26:18).
Es volver de las cosas mundanas a las cosas
espirituales:
“... os anunciamos que
de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo” (Hechos 14:15).
Es volverse de los dioses falsos al verdadero y
viviente Dios:
“Porque ellos cuentan
de nosotros cuál entrada tuvimos a vosotros; y cómo os convertisteis de los
ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero” (1 Tesalonicenses
1.9).
La conversión debe acompañar el arrepentimiento.
Usted debe volverse del malo al bueno porque...
ES NECESARIO ENTRAR EN EL
REINO DE DIOS:
“Y dijo: De cierto os
digo, que si no os volviereis, y fuereis como niños, no entraréis en el reino
de los cielos” (Mateo 18:3).
SALVA DE LA MUERTE ESPIRITUAL:
“Sepa que el que
hubiere hecho convertir al pecador del error de su camino, salvará un alma de
muerte, y cubrirá multitud de pecados” (Santiago 5:20).
ES NECESARIO PARA BORRAR EL
PECADO:
Nuestro pecado permanece escrito en los archivos
de Dios hasta que nosotros nos arrepintamos y nos convertimos, entonces él es
borrado:
“Así que, arrepentios
y convertios, para que sean borrados vuestros pecados; Pues que vendrán los tiempos
del refrigerio de la presencia del Señor” (Hechos 3:19).
El arrepentimiento y la conversión son mejor
ilustradas por una historia que Jesús contó sobre el Hijo Pródigo. Lea la
historia en Lucas 15:11-24. Este hombre joven dejó su padre y casa, fue a una
tierra distante, y a través del pecado él gastó todo que él poseía.
Fortuitamente este joven hombre comprendió su
condición. Él tuvo hambre, soledad, en los trapos, y cuidando de cerdos.
Entonces él tomó una decisión importante. Él dijo, "yo me levantaré e iré
a mi padre." Esta decisión interior resultó en un cambio en sus acciones
exteriores. Él fue a casa de su padre buscar el perdón.
EL ARREPENTIMIENTO... EL
CAMBIO DE MENTE:
Lea Lucas 15:17-19. El joven hombre comprendió su
condición pecadora. Él hizo una decisión de ir a su padre y arrepentirse de su
pecado. Éste es un ejemplo de arrepentimiento, una decisión interior que
produce la acción exterior.
LA CONVERSIÓN... ACCIÓN DE LA
DECISIÓN:
Lucas 15:20 registra cómo el joven se levantó y
dejó la vieja vida y fue a su padre empezar una nueva vida. Ésta es la
conversión.
En su propia condición pecadora, cada hombre ha
vuelto su espalda para Dios como su Padre y al Cielo como su casa. Cada paso
que él toma es un paso más lejano de Dios y uno paso más cercano de la muerte
espiritual de separación eterna de Dios.
Hay una decisión mayor que él debe tomar. Él debe
"volver en si" y reconocer su condición espiritual. Él debe tomar una
decisión que producirá un cambio de dirección espiritual. Ese cambio en la
dirección espiritual se lo volverá del pecado hacia Dios. Éste es el primero
paso para construir un fundamento espiritual apropiado.
Hay otros dos términos usados en La Biblia que se
relacionan con el arrepentimiento.
Estos son justificación y salvación.
La Biblia establece a Dios como juez de toda la
humanidad. Cuando estamos viviendo en “obras muertas” (pecado) permanecemos
delante de Él condenados.
“El que en él cree, no
es condenado; mas el que no cree, ya es condenado, porque no creyó en el nombre
del unigénito Hijo de Dios. Y esta es la condenación: porque la luz vino al
mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz; porque sus obras eran
malas” (Juan 3:18-19).
Cuando nos arrepentimos del pecado y decidimos
volvernos de nuestra manera pecaminosa, una relación correcta con Dios es
establecida. Esta relación correcta con
Dios es llamada justificación.
“¿No sabéis que a
quien os prestáis vosotros mismos por siervos para obedecer le, sois siervos de
aquel a quien obedecéis, o del pecado para muerte, o de la obediencia para
justicia? Empero gracias a Dios, que aunque fuisteis siervos del pecado, habéis
obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual sois
entregados; libertados del pecado, sois
hechos siervos de la justicia” (Romanos 6:16-18).
La penalidad del pecado es la muerte física y la
muerte espiritual. Cuando Jesús murió en la cruz, El pagó el precio por los
pecados de toda la humanidad.
“Al que no conoció
pecado, hizo pecado por nosotros, para que nosotros fuésemos hechos justicia de
Dios en él.” (2 Coríntios 5:21).
Si creemos que Jesús murió por nuestros pecados,
nos arrepentimos, y lo aceptamos como nuestro Salvador, así no vamos a
experimentar la muerte espiritual de separación eterna de Dios en el infierno.
Aunque nuestros cuerpos físicos puedan morir,
seremos resucitados para la vida eterna.
Esto fue hecho posible por la muerte y resurrección de nuestro señor Jesucristo.
Somos justificados, o traídos a una relación
correcta con Dios, por medio de Jesucristo:
“Siendo justificados
gratuitamente por su gracia por la redención que es en Cristo Jesús” (Romanos 3:24).
“Luego mucho más
ahora, justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira”, (Romanos 5:9).
“Por el cual también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios” (Romanos 5:2).
Cuando somos justificados después de nos arrepentir
y aceptar a Jesucristo como nuestro Salvador, somos salvos de la vida y de la
penalidad del pecado.
“De cierto, de cierto
os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me ha enviado, tiene vida eterna;
y no vendrá a condenación, mas pasó de muerte a vida” (Juan 5:24).
Esto es lo que significa ser salvo y es lo que la
Biblia esta hablando cuando el vocablo “salvación” es usado. Es el deseo de
Dios que todos los hombres obtengan la salvación, y no que experimenten la ira
de Dios juzgando el pecado.
“Porque no nos ha
puesto Dios para ira, sino para alcanzar salud por nuestro Señor Jesucristo; El
cual murió por nosotros, para que o que velemos, o que durmamos, vivamos
juntamente con él” (1 Tesalonicenses 5:9-10).
“Porque de tal manera
amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en
él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al
mundo, para que condene al mundo, mas para que el mundo sea salvo por él” (Juan 3:16-17).
El diagrama en la página siguiente es un resumen
de los conceptos básicos enseñados en los capítulos dos y tres.
Es importante recordar que cada principio
fundamental de la fe cristiana se relaciona con los demás principios. Por
ejemplo, arrepentimiento de obras muertas es inseparable de la fe hacia Dios,
el cual es el tema del próximo capítulo.
Origen del pecado: Lucifer
(Satanás)
Se rebeló contra Dios
Él condujo el hombre al pecado
lo cual resultó en
La caída del hombre
(Adán y Eva)
Esto resultó en
Todos los hombres
Heredando la naturaleza básica
del pecado y cometiendo
actos individuales de pecado
debido a esta naturaleza
El pecado lleva a la
muerte espiritual
muerte física
En la cruz, Jesús pagó el
precio que resultó
en justificación del hombre
pecador
Arrepentimiento de Obras
Muertas
(Una Decisión interna)
Que lleva a
Conversión
(Un cambio externa)
que resulta en
Justificación del pecador ante
un Dios Justo
y
Salvación de una vida de
pecado y de la penalidad del pecado
1. Liste siete razones por que el arrepentimiento
es importante y requerido para la salvación.
___________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
2. Liste seis cosas que hacen con que el hombre
se arrepienta.
______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
3. Defina la conversión.
__________________________________________________________________________________________________________________________________________
4. Usando la historia del Hijo Prodigo, describa
el arrepentimiento y la conversión.
_______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________5.
Escribe el versículo llave de memoria.
_______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
6. Enumere cuatro cosas que la Biblia asocia con
el arrepentimiento.
____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
7. Los cristianos necesitan de arrepentimiento?
__________________________________________________________________________________________________________________________________________
8. De tres ejemplos bíblicos de cristianos que
necesitaban de arrepentimiento.
_______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
9. Defina justificación.
_______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
10. Lo que significa ser “salvo”?
__________________________________________________________________________________________________________________________________________
(Las respuestas se encuentran
al final del último capítulo de este manual).
Arrepentimiento, conversión, y justificación
fueron discutidos en este capítulo.
Use este esbozo para continuar su estudio es
estos importantes vocablos.
CONVERSIÓN
Mateo 18:2
Hechos 3:19
Salmos 19:7
JUSTIFICACIÓN
Hechos 13:39
Romanos 2:13; 2:3,20,24,28; 4:2, 25; 5:1,16,18;
8:30
1 Corintios 6:11
Gálatas 2:16-17; 3:8, 11, 24
Tito 3:7
Santiago 2:21-25
ARREPENTIMIENTO
Mateo 3:2,8,11; 4:17; 9:13; 11:20-21; 12:41
Marcos 1:4,15; 2:17; 6:12
Lucas 3:3,8; 5:32; 11:32; 13:3-5; 15:7,10;
17:3,4; 24:47
Hechos 2:38; 3:19;5:31; 8:22; 17:30; 26:20; 5:31;
11:18; 13:24; 19:4; 20:21
Romanos 2:4
2 Corintios 7:8-10
2 Pedro 3:9
Apocalipsis 2:5,16: 3:3,19
FE HACIA DIOS
OBJETIVOS:
Al concluir este capítulo Usted será capaz de:
n
Definir fe.
n
Identificar diferentes tipos de fe.
n
Definir el término "fe hacia Dios."
n
Explicar por que la fe hacia Dios es importante.
n
Explicar como la fe puede ser aumentada.
VERSÍCULO LLAVE:
“Empero sin fe es
imposible agradar a Dios; porque es menester que el que a Dios se allega, crea
que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6).
La segunda doctrina fundamental se llama "fe
hacia Dios."
Fe hacia Dios se refiere a nuestra actitud hacia
Dios. Algunos hombres odian a Dios y se rebelan contra Él. Otros tienen miedo
de Él. Nuestra actitud debe ser de tener fe hacia Dios.
La fe y el arrepentimiento son necesarios para
una conversión genuina. El volverse a Dios sin abandonar el pecado no es un
verdadero arrepentimiento. Intentar abandonar el pecado sin volverse a Dios en
fe termina en fracaso.
El ministerio de Pablo a los incrédulos era:
“Testificando a los
Judíos y a los Gentiles arrepentimiento para con Dios, y la fe en nuestro Señor
Jesucristo” (Hechos 20:21).
El arrepentimiento y la fe hacia Dios son
necesarios para la salvación.
Fe significa creer y tener la seguridad de algo.
Creer significa confiar. Las palabras "fe, creer, y confiar" con
relación a Dios significan la misma cosa.
La Biblia define la fe como:
“Es pues la fe la
sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de las cosas que no se
ven” (Hebreos 11:1).
La Biblia Amplificada agrega a esta definición:
“Ahora la fe es la
seguridad, la confirmación, el titulo de propiedad de las cosas que esperamos,
siendo la prueba de las cosas que no vemos, y la convicción de su
realidad. Fe es percibir como real lo
que no se ha revelado a los sentidos” (Hebreos 11:1 – traducido de
la versión en ingles).
La fe da seguridad de que las cosas prometidas en
el futuro son verdaderas y que las cosas no vistas son reales.
ESPERANZA:
La fe es diferente de la esperanza. La
esperanza es un deseo o actitud de expectación con respecto a cosas que están
en el futuro.
La fe es una actitud de creencia en algo que no
podemos ver pero que tenemos la seguridad que ya la poseemos.
La esperanza está en el dominio de la mente. La fe esta en el corazón:
“Mas nosotros, que
somos del día, estemos sobrios, vestidos de cota de fe y de caridad, y la
esperanza de salud por yelmo” (1
Tesalonicenses 5:8).
En este versículo la fe esta asociada en la
región del corazón, el escudo. La esperanza esta asociada con un yelmo en la
región de la cabeza.
La esperanza es una actitud mental de expectación
acerca del futuro. La fe es una condición del corazón produciendo dentro de
nosotros creencia en Dios:
“Porque con el corazón
se cree para justicia; mas con la boca se hace confesión para salud” (Romanos 10:10).
No es suficiente aceptar el evangelio con la
mente. Esta no es una verdadera fe bíblica y no produce cambio en la vida.
Una verdadera fe bíblica, creyendo con el
corazón, siempre produce cambio en la vida. El resultado es algo que se experimenta
en el presente, no es algo que se espera para el futuro.
MENTE SOBRE MATERIA:
La fe no es lo mismo que “mente sobre materia”
que se enseña por otras religiones.
"Mente sobre materia" enseña que el
hombre puede vencer todos los problemas en el mundo real (el mundo de la materia) usando su mente,
razón, o poder de la voluntad. Estas
enseñanzas tiene como centro al hombre. Dependen en el ego y no en Dios.
"Mente sobre materia" no esta basada en la Palabra de Dios.
La fe esta centrada en Dios, no en el hombre. Es
un don de Dios, no es algo que el hombre produce por auto esfuerzo de su propia
mente.
Existen diferentes tipos de fe.
FE NATURAL:
Esta es una confianza natural en las cosas que
son estables. Por ejemplo, fe de que la
cadera en la que estas sentado no se quebrará.
Esta fe no es "fe hacia Dios." Es una
fe natural en ciertas cosas en el ambiente en las cuales hemos aprendido por
experiencia que podemos depender de ellas.
Los siguientes tipos de fe son los que hablan
acerca de la "fe hacia Dios."
FE SANTIFICADORA:
“Con Cristo estoy
juntamente crucificado, y vivo, no ya yo, mas vive Cristo en mí: y lo que ahora
vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó, y se
entregó a sí mismo por mí” (Gálatas 2:20).
La fe santificadora hace que el creyente viva una
vida santa después de la conversión.
Vamos aprender más acerca de la santificación en el Último capítulo de este
estudio cuando discutiremos acerca de ir hacia la perfección.
Fe hacia Dios incluye la fe santificadora, que
significa creer que podemos vivir una vida santa. Esto no lo hacemos por
nuestra propia fuerza pero por medio del poder de Dios que habita dentro de
nosotros.
FE DEFENSORA:
La fe es una de las armas para protección contra
nuestro enemigo espiritual, Satanás.
“Sobre todo, tomando
el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del
maligno” (Efesios 6:16).
Satanás tratará de atacar su fe enviando
"dardos" de incredulidad en su mente. Tener fe hacia Dios provee una
defensa espiritual para el creyente.
FE SALVADORA:
“Justificados pues por
la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” (Romanos 5:1).
La fe hacia Dios, combinada con el verdadero
arrepentimiento, es una fe salvadora. La salvación es conocer, creer, y
personalmente aceptar el mensaje del evangelio.
La fe salvadora requiere una respuesta personal
hacia Dios. Ninguna persona puede responder en lugar de otra. Cada persona es
salva por su propia respuesta al evangelio.
Fe es un hecho. Es el don de Dios para los
hombres para que puedan ser salvos.
“Porque por gracia
sois salvos por la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios” (Efesios 2:8).
Pero la fe es también una acción. Cada persona debe actuar de acuerdo con la
medida de la fe que le fue dada por Dios. Fe hacia Dios es su respuesta, su
acción por fe en El.
La doctrina que estamos estudiando es llamada
"fe hacia Dios." No es solo
una fe en general, pero es una fe dirigida.
Nosotros podemos tener una fe mal dirigida. La Biblia identifica varios lugares en donde
el hombre puede depositar su fe:
ARMAS:
“Porque no confiaré en
mi arco, Ni mi espada me salvará” (Salmos
44:6).
GRANDES HOMBRES:
“Extendí mis manos a
ti; Mi alma a ti como la tierra sedienta” (Salmos 146:3).
EN SI MISMO:
“El que confía en su
corazón es necio; Mas el que camina en sabiduría, será salvo” (Proverbios 28:26).
ÍDOLOS:
“Serán vueltos atrás,
y en extremo confundidos, los que confían en las esculturas, y dicen a las
estatuas de fundición: Vosotros sois nuestros dioses” (Isaías 42:17).
FALSOS PROFETAS:
“No fiéis en palabras
de mentira, diciendo: Templo de Jehová, templo de Jehová, templo de Jehová es
éste. He aquí vosotros os confiáis en palabras de mentira, que no
aprovechan” (Jeremias 7:4,8).
PODER NATURAL:
“Estos confían en
carros, y aquellos en caballos: Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios
tendremos memoria” (Salmos 20:7).
RIQUEZA:
“He aquí el hombre que
no puso a Dios por su fortaleza, Sino que confió en la multitud de sus
riquezas. Y se mantuvo en su maldad” (Salmos 52:7).
AMIGOS:
“Aun mi amigo íntimo, en quien yo confiaba y quien comía de mi pan, ha
levantado contra mí el talón” (Salmos 41:9).
Tener fe no es suficiente. Nuestra fe puede ser
mal dirigida. La verdadera fe es una fe bien dirigida. Es "fe hacia
Dios."
Hay dos razones por que la fe hacia Dios es requerida:
ES NECESARIA PARA LA
SALVACIÓN:
No podemos ser salvos sin fe:
“El que creyere y
fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado” (Marcos 16:16).
“Porque por gracia
sois salvos por la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios” (Efesios 2:8).
“Y los de junto al
camino, éstos son los que oyen; y luego viene el diablo, y quita la palabra de
su corazón, porque no crean y se salven” ( Lucas 8:12).
NO PODEMOS AGRADAR A DIOS SIN
FE:
La segunda razón de que la fe es importante es
que no podemos agradar a Dios sin fe:
“Empero sin fe es
imposible agradar a Dios; porque es menester que el que a Dios se allega, crea
que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6).
La Biblia revela que hay varios niveles de fe.
Jesús dijo de las personas que no emplearon su fe como siendo personas
"incrédulas", una generación incrédula (Mateo 17:17). También habló de aquellos de "poca
fe" (Mateo 6:30; 8:26; 14:31; Lucas 12:28). Y de aquellos de “gran fe”
(Mateo 8:10; 15:28, Lucas 7:9).
La Biblia enseña que cada persona tiene una
cierta cantidad de fe que le ha sido dada como un don de Dios:
“...conforme a la
medida de la fe que Dios repartió a cada uno” (Romanos 12:3b).
Cada creyente tiene algo de fe porque es por
medio de la fe que somos salvos:
“Porque por gracia
sois salvos por la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios” (Efesios 2:8).
La fe que santifica nos ayuda a vivir una vida
santa. Si aumentamos nuestra fe, esto nos ayudará a alcanzar la perfección.
La fe defensora nos protege contra los ataques
del enemigo, Satanás. Si aumentamos nuestra fe, nuestra defensa espiritual
también aumenta.
La Biblia nos dice como aumentar la fe:
“Luego la fe es por el
oír; y el oír por la palabra de Dios” ( Romanos 10:17).
Nuestra fe hacia Dios aumenta por medio de oír la
Palabra de Dios.
Debemos de oír primero la Palabra de Dios para
poder arrepentirnos del pecado y recibir a Jesucristo como Salvador. La fe salvadora viene al oír la Palabra de
Dios.
Después de que somos salvos, la enseñanza bíblica
y la predicación continuará aumentando nuestra fe. Cuanto más escuchamos la
Palabra de Dios, lo más nuestra fe ha de aumentar.
Cuanto más nuestra fe aumenta tanto más fácil
será vivir una vida santa y defendernos
contra los ataques espirituales del enemigo.
Solamente una pequeña porción de fe es muy
poderosa:
“Y Jesús les dijo: Por
vuestra incredulidad; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un
grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá: y se pasará: y nada
os será imposible” (Mateo 17:20).
Nada es imposible si tenemos una pequeña cantidad
de fe.
La fe es un don de Dios. No puede ser aumentada por
obras. "Por fe" queremos decir "por lo que creemos." "Por obras" queremos decir
"por lo que hacemos."
La Biblia enseña:
“Porque por gracia
sois salvos por la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios: No por obras, para que nadie se gloríe” (Efésios 2:8-9).
Fe es el don de Dios para creer.
Esto no significa que las obras (lo que hacemos)
no son importantes. La fe viene primero, como un don de Dios. Las obras (lo que
hacemos) son la prueba si nuestra fe es real o no.
Santiago escribió:
“Hermanos míos, ¿qué
aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe
salvarle? Y si el hermano o la hermana están desnudos, y tienen necesidad del
mantenimiento de cada día, Y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos
y hartaos; pero no les diereis las cosas que son necesarias para el cuerpo:
¿qué aprovechará? Así también la fe, si no tuviere obras, es muerta en sí
misma. Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras: muéstrame tu fe sin
tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras” (Santiago 2:14‑18).
Nuestras obras... como vivimos y nuestra reacción
a las necesidades de los que están a nuestro alrededor ... son una prueba de la
realidad de nuestra fe.
Santiago resume la conexión entre la fe y las
obras con el ejemplo de la relación entre el cuerpo y el espíritu del hombre.
La Biblia enseña que cuando un hombre muere, su
espíritu deja su cuerpo. Santiago dice que...
“Porque como el cuerpo
sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras es muerta” (Santiago 2:26).
Nuestras acciones deben reflejar la fe viva
dentro de nosotros.
“Mas por cuanto por la
ley ninguno se justifica para con Dios, queda manifiesto: Que el justo por la
fe vivirá” (Gálatas 3:11).
Hebreos capítulo 11 enumera los nombres de muchas
personas que fueron grandes ejemplos de
fe.
Pero hay un hombre en la Biblia que es llamado
"El padre de todos los que creen" (Romanos 4:11). Su nombre es Abraham.
Cristianos son los que siguen los pasos del fiel
Abraham (Romanos 4:12) y son identificados como los hijos de Abraham (Gálatas
3:7).
Por causa de su fe hacia Dios, Abraham fue
justificado:
“Y fue cumplida la
Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue imputado a justicia, y fue
llamado amigo de Dios” (Santiago 2:23).
Cuando Pablo quiso ilustrar la fe hacia Dios, él
usó la relación de Abraham con Dios como un ejemplo:
“Y no solamente por él
fue escrito que le haya sido imputado; sino también por nosotros, a quienes
será imputado, esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a
Jesús Señor nuestro, el cual fue entregado por nuestros delitos, y resucitado
para nuestra justificación” (Romanos 4:23‑25).
Pablo dijo que el ejemplo de la fe de Abraham, la
cual resultó en justificación, no fue guardado solamente para él. Este ejemplo
se mantuvo para que nosotros, creyendo en el mensaje del evangelio, pudiéramos
ser justificados.
Las razones por lo qué Abraham fue un ejemplo de
fe son las siguientes:
ABRAHAM OYÓ LA PALABRA
DE DIOS:
“Porque no por la ley
fue dada la promesa a Abraham o a su simiente, que sería heredero del mundo,
sino por la justicia de la fe. Plenamente convencido de que todo lo que había
prometido, era también poderoso para hacerlo” (Romanos 4:13, 21).
EL CREYÓ EN LA PALABRA:
El no solamente oyó las promesas de Dios, pero el
también creyó:
“El creyó en esperanza
contra esperanza, para venir a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que le
había sido dicho: Así será tu simiente” (Romanos 4:18).
Como Abraham, es creyendo que vamos a recibir las
promesas de Dios:
“Al cual, no habiendo
visto, le amáis; en el cual creyendo, aunque al presente no lo veáis, os
alegráis con gozo inefable y glorificado; obteniendo el fin de vuestra fe, que
es la salud de vuestras almas” (1 Pedro 1:8‑9).
EL SE VOLVIÓ DE UNA
DESESPERADA CONDICIÓN:
El oír de la Palabra de Dios resultó en un cambio
en la vida de Abraham:
“El creyó en esperanza
contra esperanza, para venir a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que le
había sido dicho: Así será tu simiente.
Y no se enflaqueció en la fe, ni consideró su cuerpo ya muerto (siendo
ya de casi cien años,) ni la matriz muerta de Sara” (Romanos 4:18‑19).
Así como los que están perdidos en el pecado,
Abraham enfrentó una condición desesperada en el mundo natural. La promesa para
llegar a ser el padre de muchas naciones solo podría llegar a ser posible por
medio de Dios, porque Abraham y Sara ya estaban muy avanzados en edad para
tener hijos.
La salvación viene solamente por medio de
Jesucristo. No hay otra manera por la cual
podamos recibir la promesa excepto por la fe en su plan de salvación:
“Que habite Cristo por
la fe en vuestros corazones; para que, arraigados y fundados en amor” (Efesios 3:17).
EL ACEPTO LA PROMESA COMO UNA
REALIDAD:
“Tampoco en la promesa
de Dios dudó con desconfianza: antes fue esforzado en fe, dando gloria a Dios” (Romanos 4:20).
Esta es la fe hacia Dios.
La fe hacia Dios demostrada por Abraham es un
ejemplo para que nosotros lo imitemos.
Nosotros debemos:
n Oír la Palabra de
Dios.
n Creer en la Palabra de
Dios.
n Volvernos de nuestra
condición desesperada (cambiar por medio del arrepentimiento de obras muertas).
n Aceptar las promesas
de Dios como una realidad: Su promesa es que somos justificados por el
arrepentimiento y fe hacia Dios por medio del plan de salvación en Cristo
Jesús.
1. Defina
"fe":
__________________________________________________________________________________________________________________________________________
2. Defina
los siguientes tipos de fe:
Fe natural:
____________________________________________________________
Fe salvadora:
__________________________________________________________
Fe santificadora:
_______________________________________________________
Fe defensora:
__________________________________________________________
3. Dé dos razones principales por qué la fe hacia
Dios es necesaria:
_____________________________________________________________________
_____________________________________________________________________
4. ¿Cómo podemos aumentar nuestra fe hacia Dios?
___________________________
_____________________________________________________________________
5. Escribe el versículo llave de memoria:
____________________________________
_____________________________________________________________________
_____________________________________________________________________
6. Enumere cuatro razones por que Abraham es un buen ejemplo de fe:
____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
7. ¿Cuál es la diferencia entre la fe y la
esperanza?
_____________________________________________________________________
_____________________________________________________________________
_____________________________________________________________________
8. ¿Cuál es la diferencia entre fe y "mente
sobre materia"?
_____________________________________________________________________
_____________________________________________________________________
_____________________________________________________________________
_____________________________________________________________________
9. ¿Cuál es la diferencia entre fe y obras?
_____________________________________________________________________
_____________________________________________________________________
10. ¿Que significa "fe hacia Dios"?
__________________________________________________________________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________
_________________________________________________________________
"Confianza" es otra palabra para fe.
David escribió mucho acerca de la confianza en el
libro de los Salmos. Use el siguiente esbozo para continuar su estudio de la fe
hacia Dios la cual David llama "confianza."
FE MAL DIRIGIDA:
Estudie las siguientes referencias. En la columna
apropiada mencione lo que dijo David que NO era confianza:
Referencia: No confiar en...
Salmos 20:7
Salmos 41:9
Salmos 44:6
Salmos 49:6
Salmos 52:7
Salmos 115:8
Salmos 118:9‑9
Salmos 135:17‑18
Salmos 146:3
CONFIANZA BIEN
DIRIGIDA:
A través de todos los Salmos, David anímanos a
confiar en Dios. También nos anima a confiar en las cosas relacionadas a Dios.
Estudie las siguientes referencias. En la segunda
columna enumere lo que David dijo en que él confiaría.
Referencia: Confiar
en..
Salmos 33:21
Salmos 36:7
Salmos 13:5
Salmos 52:8
Salmos 57:1
Salmos 61:4
Salmos 78:22
Salmos 91:4
Salmos 119:42
Referencia: Cuando confiar
Salmos 56:3
David enumeró varios beneficios de confiar o
tener fe hacia Dios.
Estudie las siguientes referencias. En la columna
provista enumere los beneficios de confiar en Dios:
Referencia: Beneficio de confiar en Dios:
Salmos 25:2
Salmos 25:20
Salmos 26:1
Salmos 28:7
Salmos 31:1
Salmos 31:6
Salmos 31:19
Salmos 32:10
Salmos 33:21
Salmos 34:8
Salmos 34:22
Salmos 37:5
Salmos 37:40
Salmos 40:3
Salmos 2:12
Salmos 5:11
Salmos 7:1
Salmos 9:10
Salmos 16:1
Salmos 17:7
Salmos 21:7
Salmos 22:4
Salmos 22:5
Salmos 22:8
Salmos 40:4
Salmos 56:4
Salmos 56:11
Salmos 57:1
Salmos 64:10
Salmos 71:1
Salmos 73:28
Salmos 84:12
Salmos 86:2
Salmos 112:7
Salmos 119:42
Salmos 125:1
Salmos 141:8
Salmos 143:8
Salmos 144:2
RESULTADOS DE
NO CONFIAR EN DIOS:
Hay algunas consecuencias al no confiar en Dios
que son identificadas en los Salmos:
Salmos 32:10
Salmos 55:23
Salmos 78:21‑22
David nos dice desde cuando él confió en Dios:
Salmos 71:5 ...
desde mí "________________"
COMPARACIONES DE DIOS:
Al describir a Dios, El Salmista usó muchos
ejemplos naturales. Estudie cada referencia y en la columna provista enumere
las cosas a las cuales Dios es comparado. Las primeras dos han sido hechas como
ejemplo:
Referencia: Dios es comparado a
Salmos 28:7 Un
escudo
Salmos 34:8 Algo
que puede ser probado (experimentado)
Salmos 18:2
Salmos 18:30
Salmos 91:2
Salmos 91:4
Salmos 115:9‑11
Salmos 144:2
REFERENCIAS
ADICIONALES:
Los siguientes textos bíblicos son referencias
adicionales que David hizo para confiar en Dios. Estudie las referencias. En la
columna provista resuma cada versículo con sus propias palabras.
Referencia: Resumen
Salmos 31:4
Salmos 4:5
Salmos 11:1
Capítulo
Cinco
DOCTRINA DE
BAUTISMOS I
OBJETIVOS:
Al concluir este capítulo usted será capaz de:
n Identificar los cuatro
bautismos mencionados en el Nuevo Testamento.
n Definir la palabra
"bautizar"
n Explicar la
importancia del bautismo cristiano.
n Enumerar las
calificaciones requeridas para los que buscan el bautismo cristiano.
VERSÍCULO LLAVE:
“Yo a la verdad os
bautizo en agua para arrepentimiento; mas el que viene tras mí, más poderoso es
que yo; Los zapatos del cual yo no soy digno de llevar; Él os bautizará en
Espíritu Santo y en fuego” (Mateo
3:11).
El tercero principio fundamental de Hebreos 6 es
la doctrina de bautismos.
En Hebreos 6:2 la palabra "bautismo" es
plural. Es la "doctrina de bautismos" (plural), no "la doctrina
de bautismo" en singular. Esto
significa que la doctrina completa de la fe cristiana incluye mas de un tipo de
bautismo.
El Nuevo Testamento menciona cuatro bautismos
diferentes. Estos son:
n Bautismo del
sufrimiento de Cristo
n Bautismo de Juan
n Bautismo cristiano
n Bautismo en el
Espíritu Santo
Este capítulo discutirá los primeros tres
bautismos. El capítulo que sigue
enfocara el bautismo en el Espíritu Santo.
DEFINICIÓN
La palabra "bautismo" en la Biblia
significa "sumergirse completamente o sumergirse en algo."
Hay un bautismo en el Nuevo Testamento que
llamamos "bautismo del sufrimiento."
Este bautismo es mencionado por Jesús.
Empero de bautismo me es necesario ser bautizado:
y ¡cómo me angustio hasta que sea cumplido!
(Lucas 12:50).
Este bautismo también es mencionado en Marcos
10:38, donde los hijos de Zebedeo piden la oportunidad de sentarse con Cristo a
su lado derecho e izquierdo en el cielo.
Jesús respondió: "No saben lo que piden:
¿pueden tomar la copa que yo tomare? ¿Y ser bautizados con el bautismo con que
seré bautizado?"
Jesús estaba hablando del sufrimiento que le
esperaba por causa de los pecados de la humanidad. Él iba a ser sumergido en el
sufrimiento, enterrado en la tumba, y resucitaría en un cuerpo nuevo.
El bautismo de Juan el Bautista fue el bautismo
en agua con relación al mensaje del arrepentimiento.
Juan el Bautista nació de una manera milagrosa,
siendo sus padres Zacarías y Elisabet (Lucas 1:5, 13). Dios tenia un plan
especial para su vida. Él iba a servir como el "precursor de
Jesucristo."
“Y tú, niño, profeta
del Altísimo serás llamado; Porque irás ante la faz del Señor, para aparejar
sus caminos; dando conocimiento de salud a su pueblo, Para remisión de sus
pecados” (Lucas 1:76‑77).
La palabra "precursor" significa
alguien que va adelante y prepara el camino. Juan tenia que predicar el mensaje
del arrepentimiento a Israel para prepararlos para la venida de Jesucristo.
Su posición como precursor de Jesús y su
ministerio de bautismo se dan a conocer en el versículo siguiente:
“Yo a la verdad os
bautizo en agua para arrepentimiento; mas el que viene tras mí, más poderoso es
que yo; Los zapatos del cual yo no soy digno de llevar; Él os bautizará en
Espíritu Santo y en fuego” (Mateo 3:11).
El ministerio de Juan el Bautista fue el
principio de una nueva era espiritual.
“La ley y los profetas
hasta Juan: desde entonces el reino de Dios es anunciado, y quienquiera se
esfuerza a entrar en él” (Lucas 16:16).
Antes de la época de Juan, las personas vivían
bajo la ley. Los profetas y sacerdotes servían como los líderes espirituales, e
interpretaban la ley para ellos.
Solo los sacerdotes tenían acceso a la presencia
de Dios en el templo. Ellos servían como mediadores entre el pueblo y Dios, y
ofrecían sacrificios por el pecado como Dios lo había mandado.
Esto cambió con la venida de Jesucristo. Por medio de su vida, muerte, y
resurrección, el acceso a Dios fue posible para todos los hombres.
Jesucristo sirve ahora como mediador de los
hombres pecadores y un Dios justo. Juan hizo dos demandas al pueblo:
arrepentimiento y confesión publica de los pecados.
Los que deseaban llenar estos requisitos eran
bautizados en el río Jordán como un testimonio publico. Era una señal exterior
de que ellos habían arrepentido de sus pecados.
Cuando algunos de los líderes religiosos vinieron
a Juan para ser bautizados, él rehusó.
Él demandó que ellos debían mostrar evidencia de un verdadero cambio en
sus vidas antes de ser bautizados.
Pero cuando vio que muchos de los fariseos y
saduceos venían para el bautismo, les dijo:
“Y viendo él muchos de
los Fariseos y de los Saduceos, que venían a su bautismo, les decía: Generación
de víboras, ¿quién os ha enseñado a huir de la ira que vendrá? Haced pues
frutos dignos de arrepentimiento” (Mateo 3:7‑8).
Evidencia de arrepentimiento y remisión de
pecados eran requeridos por Juan para ser bautizados.
La frase "bautismo de arrepentimiento y
remisión de pecados" no significa que estas dos experiencias siguen al
acto de ser bautizados en agua.
El bautismo servía como una confirmación visual
de que los que eran bautizados ya habían experimentado "el arrepentimiento
y el perdón."
El pasaje que introduce mejor lo que llamamos
bautismo cristiano describe el bautismo de Jesús.
“Entonces Jesús vino
de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado de él. Mas Juan lo resistía
mucho, diciendo: Yo he menester ser bautizado de ti, ¿y tú vienes a mí? Empero
respondiendo Jesús le dijo: Deja ahora; porque así nos conviene cumplir toda
justicia. Entonces le dejó. Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del
agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que
descendía como paloma, y venía sobre él.
Y he aquí una voz de los cielos que decía: Este es mi Hijo amado, en el
cual tengo contentamiento” (Mateo 3:13-17).
Jesús no fue bautizado por Juan como evidencia de
que Él había arrepentido de pecado porque Él no tenía pecados de que arrepentirse.
Como Jesús lo explico, Él fue bautizado para
cumplir toda justicia. Él estaba estableciendo un modelo de conducta que quería
que todos los creyentes siguiesen. El acto externo del bautismo era una señal
de que la obra interna de justicia había sido completada.
Jesús no fue bautizado cuando era un infante.
Cuando era un infante, sus padres lo trajeron a Jerusalén para presentarlo al
Señor, pero no fue bautizado (Lucas 2:22).
Jesús no fue bautizado hasta que Él supo lo que
estaba haciendo y la razón por la cual lo hacia.
Los infantes no deben de ser bautizados. Los
niños pueden ser presentados al Señor para dedicación y bendición con la
imposición de manos. Pero no debieran ser bautizados hasta que ellos entiendan
el significado del acto y puedan cumplir los requisitos bíblicos.
No hay una edad especifica cuando este
entendimiento viene. Depende del desarrollo mental y espiritual de cada
individuo.
Algunas iglesias bautizan con aspersión de agua. Otras
hacen con que la persona sea totalmente inmersa en agua.
Cuando Jesús fue bautizado, Él fue sumergido en
el agua y luego salió del agua.
Considerando esto y el significado bíblico de la palabra
"bautizar," nosotros debemos concluir que Él fue totalmente inmerso
en las aguas del Jordán.
Al permitir ser bautizado, Jesús mostró una
obediencia publica a la voluntad de Dios.
Por medio de este acto de obediencia, El cumplió el plan de Dios.
Cuando los creyentes son bautizados, lo hecho
externo simboliza la justicia interna que ellos han recibido por la fe.
Existían condiciones espirituales para los que
deseaban el bautismo de Juan. También
existen requisitos para los que desean el bautismo cristiano.
INSTRUCCIÓN:
El primero requisito para ser bautizado fue dado
por Jesús.
“Por tanto, id, y
doctrinad a todos los Gentiles, bautizándolos en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo: Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he
mandado: y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo. Amén.” (Mateo 28:19‑20).
El mandamiento de Cristo para enseñar a los
nuevos creyentes es dado dos veces.
Ellos debían ser instruidos antes y después del bautismo.
Los pecadores primero deben oír y recibir el
Evangelio para tornarse verdaderos creyentes:
“Así que, los que
recibieron su palabra, fueron bautizados: y fueron añadidas a ellos aquel día
como tres mil personas” (Hechos 2:41).
“Oído que hubieron
esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús” (Hechos 19:5).
“Entonces una mujer
llamada Lidia, que vendía púrpura en la ciudad de Tiatira, temerosa de Dios,
estaba oyendo; el corazón de la cual abrió el Señor para que estuviese atenta a
lo que Pablo decía. Y cuando fue bautizada, y su familia, nos rogó, diciendo:
Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad: y
constríñanos” (Hechos 16:14‑15).
Antes de ser bautizados, los creyentes deben
recibir suficiente enseñanza para entender el significado del bautismo.
Después de ser bautizados, ellos deben continuar
recibiendo instrucción para llegar a ser cristianos maduros. Pablo llama esto
de "ir hacia la perfección" (Hebreos 6).
ARREPENTIMIENTO:
La segunda condición para el bautismo es
arrepentimiento del pecado.
Pedro enfatizó esto en su sermón en el Día de
Pentecostés:
“Entonces oído esto,
fueron compungidos de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles:
Varones hermanos, ¿qué haremos? Y Pedro les dice: Arrepentios, y bautícese cada
uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y
recibiréis el don del Espíritu Santo.” (Hechos 2:37-38).
Note que convicción de pecados no es suficiente.
Debe haber acción. Los dos mandamientos que Pedro dio fueron para arrepentirse
y ser bautizado. Arrepentimiento debe
ocurrir antes del bautismo.
CREER:
La tercera condición para el bautismo es creer
(fe).
“Y les dijo: Id por
todo el mundo; predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere
bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado” (Marcos 16:15‑16).
Creer es requerido para el bautismo. Este
requisito es ilustrado por la historia de Felipe y el etíope que iba en el
camino de Jerusalén a Gaza (Hechos 8).
Felipe percibió que el etíope leía el libro de
Isaías. El se unió al etiope en su carruaje para explicarle el mensaje del
evangelio. Mientras continuaban el viaje, pasaron a un lugar donde había agua.
Debido a la petición y confesión de fe del etíope, Felipe lo bautizó.
“Y yendo por el
camino, llegaron a cierta agua; y dijo el eunuco: He aquí agua; ¿qué impide que
yo sea bautizado? Y Felipe dijo: Si
crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo
es el Hijo de Dios. Y mandó parar el
carro: y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco; y le bautizó” (Hechos 8:36‑38).
Felipe le dijo al eunuco: "Si crees de todo
tu corazón, puedes ser bautizado." El eunuco respondió: "Creo que
Jesucristo es el Hijo de Dios."
Una persona que desee el bautismo cristiano debe
confesar primero que cree en Jesucristo como el Hijo de Dios.
UNA BUENA CONCIENCIA HACIA
DIOS:
La cuarta condición para el bautismo cristiano es
una buena conciencia hacia Dios.
Pedro compara el bautismo en agua cristiano a la
experiencia de Noe y su familia, que fueron salvos del juicio al entrar al
arca:
“A la figura de la
cual el bautismo que ahora corresponde nos salva (no quitando las inmundicias
de la carne, sino como demanda de una buena conciencia delante de Dios,) por la
resurrección de Jesucristo” (1 Pedro
3:21).
Pedro rehusó cualquier idea de que el propósito
del bautismo es una clase de limpieza del cuerpo físico. Él dice que la
condición del bautismo cristiano es la relación interna del corazón del
creyente hacia Dios. El la llama "una buena conciencia hacia Dios."
Para ser elegible para el bautismo en agua, una
persona debe recibir una debida instrucción, arrepentirse, creer, y tener una
buena conciencia hacia Dios.
El periodo de tiempo que se toma para cumplir
estos requisitos variará dependiendo del individuo.
Algunas iglesias requieren que los que desean el
bautismo tomen largos periodos de instrucción demorando semanas o meses.
Pero la Biblia dice que en el Día de Pentecostés,
tres mil personas fueron bautizadas.
Unas horas antes, ellos eran incrédulos que rechazaban a Jesús como el
Mesías de Israel o el Hijo de Dios.
Desde el fin del sermón de Pedro hacia su
bautismo, el tiempo requerido para dar la instrucción necesaria no pudo haber
sido mas de dos horas:
“Así que, los que
recibieron su palabra, fueron bautizados: y fueron añadidas a ellos aquel día
como tres mil personas” (Hechos 2:41).
Felipe bautizó al etíope el mismo día que le
predico el evangelio.
La practica de la Iglesia Primitiva con relación
al bautismo fue como sigue:
n Antes del bautismo,
ellos enseñaron los principios básicos del evangelio centrándose en la vida,
muerte, y resurrección de Jesucristo.
n Ellos relacionaron
estos hechos al acto del bautismo.
n Ellos verificaron el
entendimiento, arrepentimiento y confesión de fe en el nuevo creyente, luego el
bautismo en agua seguía inmediatamente.
n Después del bautismo,
los nuevos creyentes recibieron más instrucciones para el desarrollo
espiritual.
El versículo bíblico que revela el significado
espiritual del bautismo en agua cristiano se encuentra en Romanos:
“¿Pues qué diremos? ¿Perseveraremos
en pecado para que la gracia crezca? En ninguna manera. Porque los que somos
muertos al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? ¿O no sabéis que todos los que
somos bautizados en Cristo Jesús, somos bautizados en su muerte? Porque somos
sepultados juntamente con él a muerte por el bautismo; para que como Cristo
resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos
en novedad de vida” (Romanos 6:1‑4).
Cuando nos arrepentimos y aceptamos a Jesucristo
como salvador, ocurre la muerte al
pecado y a la vieja vida. Hay la
creación de una nueva vida de justicia vivida para Dios.
“Así también vosotros,
pensad que de cierto estáis muertos al pecado, mas vivos a Dios en Cristo Jesús
Señor nuestro. No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, para que le
obedezcáis en sus concupiscencias; Porque el pecado no se enseñoreará de
vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia” (Romanos 6:11‑12, 14).
El bautismo cristiano en agua es un símbolo de la
muerte y resurrección de Jesús. Él
simboliza muerte al pecado mientras usted es sepultado en la “tumba” de agua y
resucitar para una nueva vida para Dios en justicia cuando usted sale del agua.
El creyente que es sacado del agua para caminar
en novedad de vida, no lo hace con sus propias fuerzas. La nueva vida es vivida
por el poder de Dios, el mismo poder que levantó a Jesús de entre los muertos. Vamos aprender más acerca de vivir la nueva vida
en el Capítulo Once).
El efecto del bautismo en agua depende del
arrepentimiento y fe de quién es bautizado.
Sin esto, el bautismo no tiene valor.
El verdadero bautismo cristiano significa que
somos bautizados en Jesucristo mismo, no en una iglesia o denominación en
particular.
“Porque todos los que
habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis vestidos” (Gálatas 3:27).
Hay una diferencia entre el bautismo de Juan y el
bautismo cristiano.
Cuando Pablo visitó la iglesia de Éfeso, él
encontró a un grupo de personas que eran discípulos de Juan el Bautista. Ellos
habían oído el mensaje del arrepentimiento de Juan y habían sido bautizados,
pero no habían oído nada del evangelio de Jesucristo.
“Y aconteció que entre
tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, andadas las regiones superiores,
vino a Éfeso, y hallando ciertos discípulos, les dijo: ¿Habéis recibido el
Espíritu Santo después que creísteis? Y ellos le dijeron: Antes ni aun hemos
oído si hay Espíritu Santo. Entonces
dijo: ¿En qué pues sois bautizados? Y ellos dijeron: En el bautismo de Juan. Y
dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo
que creyesen en el que había de venir después de él, es a saber, en Jesús el
Cristo. Oído que hubieron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús” (Hechos 19:1‑5).
Después de que Pablo les explicó el evangelio,
las personas lo acepto y fueron bautizadas de nuevo. Esta vez fueron bautizados
en el nombre del Señor Jesús.
Este ejemplo nos muestra que el bautismo de Juan
y el bautismo cristiano son diferentes. El bautismo de Juan ya no era más
acepto después de la muerte y resurrección de Jesucristo. Los que habían recibido el bautismo de Juan
tenían que ser bautizados de nuevo en el bautismo cristiano.
El mensaje de Juan preparó los corazones del
pueblo de Israel para la revelación de su Mesías, Jesucristo. Al bautizarse,
ellos confesaban públicamente el arrepentimiento de sus pecados y su creencia
en la venida del Mesías.
Después de la muerte y resurrección de
Jesucristo, el bautismo cristiano fue instituido. Las personas eran bautizadas en el nombre del Padre, del Hijo, y
del Espíritu Santo. Al hacerlo públicamente, ellos demostraron su aceptación
del mensaje del evangelio y el hecho de que él había cambiado sus vidas. Jesús
ordenó este bautismo:
“Por tanto, id, y
doctrinad a todos los Gentiles, bautizándolos en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo” (Mateo 28:19).
La diferencia entre el bautismo cristiano y el
bautismo de Juan es de que el bautismo cristiano debe ser ejecutado bajo la
plena autoridad de Dios el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo.
El bautismo de Juan no podía ser realizado con
esta misma autoridad. Él era solamente un bautismo de arrepentimiento y creencia
en la venida del Mesías.
El bautismo cristiano es un bautismo que confiesa
aceptación del completo plan redentor de Dios.
Nosotros hemos discutido los requisitos que deben
ser cumplidos antes del bautismo. Hemos
confirmado, de acuerdo con las Escrituras, que el bautismo es una inmersión
total en el agua.
¿Qué palabras deben de ser habladas en la hora
del bautismo?
Jesús dijo para bautizar en el nombre "del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo."
Muchos ministros han escogido usar estas mismas palabras cuando
bautizan, y esto es aceptable de acuerdo a la Escritura.
Pero también se puede usar solamente el nombre
del Señor. La Biblia dice que los discípulos hicieron esto:
“Porque aun no había
descendido sobre ninguno de ellos, mas solamente eran bautizados en el nombre
de Jesús” (Hechos 8:16).
“Y esto fue hecho por
tres veces; y el vaso volvió a ser recogido en el cielo” (Hechos 10:16).
“Oído que hubieron
esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús” (Hechos 19:5).
Jesús no ordenó a sus discípulos a bautizar en
los nombres (plural) del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, pero "en el
nombre" (singular) de las personas de la trinidad de Dios.
El nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo es el nombre para "Señor Jesucristo" porque:
“Porque en él habita
toda la plenitud de la divinidad corporalmente” (Colosenses 2:9).
La Biblia enseña que nosotros somos bautizados en
Cristo:
“¿O no sabéis que
todos los que somos bautizados en Cristo Jesús, somos bautizados en su muerte?” (Romanos 6:3).
Algunas denominaciones han creado mucha
controversia acerca de las palabras que deben hablarse a la hora del bautismo.
Ellas dicen que una formula es correcta y la otra no.
Pero de acuerdo a la Biblia, el bautismo "en
el nombre del Señor Jesucristo" o “en el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo” es aceptable para decirlo en el momento del bautismo. No hay
desacuerdo entre las dos formulas. Las dos se refieren a la trinidad del Padre,
Hijo y Espíritu Santo.
Para ser consistente con la Biblia y al mismo
tiempo traer unidad en esta área, sugerimos la siguiente formula:
"Basado en la confesión de tu fe, en el
nombre de Dios el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, te bautizo en el Señor
Jesucristo."
1.
Escribe el versículo llave de memoria:
_____________________________________________________________________
_____________________________________________________________________
_____________________________________________________________________
2. Defina
la palabra "bautizar":
_____________________________________________________________________
_____________________________________________________________________
3. ¿Por que
es importante el bautismo cristiano?
_____________________________________________________________________
_____________________________________________________________________
4. ¿Cuáles son las cuatro calificaciones que son
requeridas para los que buscan el bautismo cristiano?
_______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
5. Cuáles son los cuatro clases de bautismos
mencionados en el Nuevo Testamento.
____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
6. En el Nuevo Testamento, ¿cuando fueron
bautizados los pecadores que se arrepintieron y creyeron?
_____________________________________________________________________
7. Dé la referencia bíblica que prueba que hay
una diferencia entre el bautismo de Juan y el bautismo cristiano.
___________________________________________
8. ¿Deben los infantes ser bautizados en agua?
_________________________
9. ¿A qué edad debe permitirse que un niño pueda
ser bautizado en agua?
_____________________________________________________________________
10. Si la declaración es verdadera, escribe la
letra V en el espacio en blanco. Si la declaración es falsa, escribe la letra
F.
a. _____ Si usted fue bautizado solamente en el
nombre del Señor Jesucristo, usted debe ser bautizado de nuevo en el nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
b. _____
La palabra bíblica "bautizar" significa inmersión y no
aspersión con agua.
c. _____
Usted debe entender el significado del bautismo antes de ser bautizado.
(Las respuestas se encuentran
al final del último capítulo de este manual).
Este capítulo introdujo el tema de la doctrina de
bautismos.
Para ampliar su conocimiento del tema, estudie
las siguientes Escrituras que se refieren al bautismo.
Mateo 3:6, 7, 11‑16; 11:11‑12; 14:2; 16:4; 20:22‑23
Lucas 3:3, 7, 12, 16, 21; 7:29‑30; 12:50; 20:4
Juan 1:25‑28, 33; 3:22‑23, 26; 4:1‑2; 10:40
Hechos 1:5, 22;
2:38, 41; 8:12, 16, 36, 38; 9:18;
10:37, 47‑48; 11:16; 13:24;
18:8, 25; 19:3, 4, 5;
22:16
Romanos 6:3‑4
1 Corintios 1:13‑16; 10:2;
12:13; 15:29
Gálatas 3:27
Efesios 4:5
Colosenses 2:12
1 Pedro 3:21
Hebreos 6:2
Capítulo Seis
DOCTRINA DE
BAUTISMOS II
OBJETIVOS:
Al concluir este capítulo usted será capaz de:
n Explicar algunos de
los propósitos del Espíritu Santo.
n Entender como recibir
el bautismo del Espíritu Santo.
n Nombrar la señal
física externa del bautismo del Espíritu Santo.
n Identificar la
verdadera evidencia del bautismo del Espíritu Santo.
n Reconocer los dones
espirituales y fruto del Espíritu Santo.
VERSÍCULO LLAVE:
“Mas recibiréis la
virtud del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros; y me seréis testigos en
Jerusalén, en toda Judea, y Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8).
En el Último capítulo definimos la palabra
"bautizar" y estudiamos tres de los cuatro bautismos mencionados en
el Nuevo Testamento.
Aprendimos acerca del bautismo del sufrimiento
experimentado por Jesús, el bautismo de Juan el Bautista, y el bautismo
cristiano en agua.
Este capítulo introduce el cuarto bautismo que es
el bautismo del Espíritu Santo.[1]
Después de la resurrección y antes de su regreso
al cielo, Jesús dio instrucciones importantes a sus seguidores.
“Y he aquí, yo enviaré
la promesa de mi Padre sobre vosotros: mas vosotros asentad en la ciudad de
Jerusalén, hasta que seáis investidos de potencia de lo alto. (Lucas 24:49).
La promesa que Jesús hablaba era el Espíritu
Santo. Jesús ya lo había dicho a sus
discípulos:
“Y yo rogaré al Padre,
y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: Al Espíritu de verdad, al cual el mundo no
puede recibir, porque no le ve, ni le conoce: mas vosotros le conocéis; porque
está con vosotros, y será en vosotros.
No os dejaré huérfanos: vendré a vosotros” (Juan 14:16‑18).
Uno de los propósitos del Espíritu Santo es dado
en el pasaje que fue citada: para dar animo a los creyentes.
Pero la Biblia da otros propósitos para el
Espíritu Santo en la vida del creyente. El Espíritu Santo ha de:
n Habitar en el
creyente: 1 Corintios 6:19.
n Unirlo en un espíritu
con Dios y otros creyentes: 1 Corintios 6:17.
n Orar por él: Romanos 8:26.
n Impartirle el amor de
Cristo y por medio de él: Romanos 5:5.
n Conformarlo a la
imagen de Cristo: 2 Corintios 3:18.
n Revelarle verdades
bíblicas: 1 Corintios 2:10.
n Enseñarle: Juan 14:26.
n Inspirarlo a una
verdadera adoración: Juan 4:24.
n Vivificarlo: Romanos
8:11.
n Santificarlo: 2
Tesalonicenses 2:13‑14.
n Cambiarlo: Tito 3:5.
n Convencerlo cuando
hace lo malo: Juan 16:8‑11.
n Darle la seguridad de
salvación: Romanos 8:16.
n Darle libertad: Romanos 8:2.
n Hablar por medio de
él: Marcos 13:11.
n Demostrar el poder de
Dios: 1 Corintios 2:4.
El Espíritu Santo tiene muchos propósitos en las
vidas de los creyentes. El propósito principal y la verdadera evidencia del
bautismo del Espíritu Santo, sin embargo, es hacer del cristiano un testigo
poderoso para el evangelio.
“Mas recibiréis la
virtud del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros; y me seréis testigos en
Jerusalén, en toda Judea, y Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8).
La evidencia del bautismo en el Espíritu Santo
estuvo presente inmediatamente en la vida del apóstol Pedro. Antes del Día de
Pentecostés, el había negado temerosamente que conocía a Jesús. Después de su
bautismo en el Espíritu Santo, Pedro se puso de pie y dio un poderoso
testimonio del evangelio que resultó en la salvación de 3,000 personas.
Fue el poder del Espíritu Santo en la Iglesia
Primitiva que resultó en la expansión del evangelio a través del mundo.
El libro de Hechos es un registro de este
poderoso testimonio que fue la evidencia del bautismo en el Espíritu Santo.
Hay siete pasajes en el Nuevo Testamento donde la
palabra "bautismo" se usa con relación al Espíritu Santo.
Cuatro de estos son las palabras de Juan el
Bautista registradas en los evangelios:
“Yo a la verdad os
bautizo en agua para arrepentimiento; mas el que viene tras mí, más poderoso es
que yo; los zapatos del cual yo no soy digno de llevar; Él os bautizará en
Espíritu Santo y en fuego” (Mateo 3:11).
“Yo a la verdad
os he bautizado con agua; mas él os bautizará con Espíritu Santo” (Marcos 1:8).
“Respondió Juan,
diciendo a todos: Yo, a la verdad, os bautizo en agua; mas viene quien es más
poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de sus zapatos: él
os bautizará en Espíritu Santo y fuego” (Lucas 3:16).
“Y yo no le conocía;
mas el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien vieres
descender el Espíritu, y que reposa sobre él, éste es el que bautiza con
Espíritu Santo” (Juan 1:33).
Jesús también habló acerca del bautismo en el
Espíritu Santo.
“Porque Juan a la
verdad bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo
no muchos días después de estos” (Hechos 1:5).
Cuando Pedro habló de los eventos que ocurrieron
en el hogar de Cornelio, él citó las palabras de Jesús.
“Entonces me acordé
del dicho del Señor, como dijo: Juan ciertamente bautizó en agua; mas vosotros
seréis bautizados en Espíritu Santo” (Hechos 11:16).
Pablo también usó la palabra "bautizar"
con relación al Espíritu Santo.
“Porque por un
Espíritu somos todos bautizados en un cuerpo, ora Judíos o Griegos, ora siervos
o libres; y todos hemos bebido de un mismo Espíritu” (1 Corintios 12:13).
El uso de la frase "bautizados en el
Espíritu Santo” es el mismo cuando es usado para describir el bautismo
cristiano en agua. En ambos los casos, el bautismo es una confirmación exterior
de una condición espiritual interior.
El Espíritu Santo vino del cielo sobre los
discípulos en el Día de Pentecostés y los inmergió (bautizó) completamente en
el Espíritu Santo.
Pedro dijo que esta experiencia fue el
cumplimiento de la promesa de Dios:
"En los últimos días... derramaré de mi Espíritu sobre toda
carne." Esta promesa fue dada en
Joel 2:28.
El Espíritu Santo es invisible al ojo natural.
Fue comparado al viento por Jesús.
“El viento de donde
quiere sopla, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde vaya:
así es todo aquel que es nacido del Espíritu” (Juan 3:8).
Aunque el viento sea invisible, los efectos que
produce pueden ser vistos y oídos.
Cuando el viento sopla, el polvo se levanta del suelo, los árboles se
doblan, las hojas susurran, las olas del mar crujen, y las nubes se mueven en
el cielo. Estas son señales físicas del viento.
Jesús dijo que así es también con el Espíritu
Santo. Aunque es invisible, los efectos que el Espíritu Santo produce pueden
ser vistos y oídos.
Hay tres lugares en el Nuevo Testamento donde se
nos dice lo que sucedió cuando las personas fueron bautizadas en el Espíritu
Santo.
DIA DE PENTECOSTÉS:
Hechos 2:2‑4 es el relato de lo que sucedió
en el Día de Pentecostés.
“Y de repente vino un
estruendo del cielo como de un viento recio que corría, el cual hinchió toda la
casa donde estaban sentados; Y se les aparecieron lenguas repartidas, como de
fuego, que se asentó sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del
Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, como el Espíritu les
daba que hablasen” (Hechos 2:2‑4).
CASA DE CORNELIO:
Hechos 10:44‑46 es el relato de lo que
sucedió cuando Pedro predicó el evangelio a un hombre llamado Cornelio y a su
familia:
“Estando aún hablando
Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el
sermón. Y se espantaron los fieles que
eran de la circuncisión, que habían venido con Pedro, de que también sobre los
Gentiles se derramase el don del Espíritu Santo. Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a
Dios” (Hechos 10:44‑46).
CONVERTIDOS EN ÉFESO:
Hechos 19:6 describe lo que sucedió al primero
grupo de convertidos en Éfeso.
“Y habiéndoles
impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en
lenguas, y profetizaban” (Hechos 19:6).
Al comparar estos pasajes, hay una señal física
que es común: los que recibieron el bautismo del Espíritu Santo hablaron en
otras lenguas.
Otras señales sobrenaturales del Espíritu Santo
son mencionadas, pero ninguna tomó lugar en todas las ocasiones.
En el Día de Pentecostés hubo un estruendo del
viento y lenguas visibles de fuego fueron vistas. Esto no se menciona en las
otras dos ocasiones.
En Éfeso los nuevos convertidos profetizaron.
Esto no se menciona ocurriendo en el Día de Pentecostés o en la casa de
Cornelio. La señal externa que los apóstoles observaron en la experiencia de
Cornelio y su casa fue que ellos hablaron en lenguas. Esta señal física fue la
prueba a los discípulos de que ellos habían sido bautizados en el Espíritu
Santo.
De estos registros bíblicos concluimos que la
señal de hablar en lenguas por medio del Espíritu Santo confirma que una
persona ha sido bautizada en el Espíritu Santo.
La señal de "lenguas" puede ser
lenguajes conocidos al hombre. Esto fue lo que sucedió en el día de
Pentecostés:
“Y estaban atónitos y
maravillados, diciendo: He aquí ¿no son "Galileos todos estos que hablan?
¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en que somos
nacidos?” (Hechos 2:7‑8).
Las lenguas también pueden ser un lenguaje no
conocido al hombre. Esto es llamado lengua desconocida:
“Porque el que habla
en lenguas, no habla a los hombres, sino a Dios; porque nadie le entiende,
aunque en espíritu hable misterios” (1 Corintios 14:2).
PROPÓSITO DE LAS LENGUAS
La manifestación de otras lenguas recibidas por
medio del bautismo en el Espíritu Santo tiene muchos propósitos en las vidas de
los creyentes.
Vea su Biblia en 1 Corintios 14. Observe algunos
de los propósitos para la manifestación de lenguas.
n Oración a Dios
(versículo 2).
n Edificación personal ‑
Edificación significa aumento de conocimiento espiritual (versículo 4).
n Cuando interpretados
edifican a la iglesia (versículo 12).
n Intercesión (versículo
14; Romanos 8:26‑27).
n Señal a los incrédulos
(versículo 22).
n Cumplimiento de
profecía (versículo 21; Isaías 28:11‑12).
n Alabanza (versículo
15, 17).
Algunas personas rechazan la señal de hablar en
lenguas. Estas son algunas de las objeciones que hacen:
TODO CRISTIANO TIENE EL
ESPÍRITU SANTO:
Una de las objeciones más comunes es que todo
cristiano recibe el Espíritu Santo cuando se convierte. Él no necesita una
experiencia mayor para recibir el bautismo del Espíritu Santo.
Pero consideremos los ejemplos de las personas en
el Nuevo Testamento que eran verdaderos creyentes. Los apóstoles se habían
arrepentido de sus pecados y creído que Jesús era el Mesías. Ellos habían sido
testigos y aceptaron como verdadero los hechos de su muerte, sepultura y
resurrección. Jesús le dijo a sus seguidores:
“Y he aquí, yo enviaré
la promesa de mi Padre sobre vosotros: mas vosotros asentad en la ciudad de
Jerusalén, hasta que seáis investidos de potencia de lo alto” (Lucas 24:49).
Él también dijo:
“Porque Juan a la
verdad bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo
no muchos días después de estos” (Hechos 1:5).
La prometida experiencia de ser bautizados en el
Espíritu Santo vino en el día de Pentecostés.
Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron
a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba habilidad para
expresarse. Hechos 2:4.
Aunque los apóstoles ya eran genuinos cristianos,
no fue sino hasta el Día de Pentecostés que ellos fueron llenos con (bautizados
en) el Espíritu Santo.
Las personas de Samaria habían oído el evangelio
predicado. Ellas habían creído y sido bautizados. Pero ellas no habían recibido
el Espíritu Santo.
“Y los apóstoles que
estaban en Jerusalén, habiendo oído que Samaria había recibido la palabra de
Dios, les enviaron a Pedro y a Juan: Los cuales venidos, oraron por ellos, para
que recibiesen el Espíritu Santo; (Porque aun no había descendido sobre ninguno
de ellos, mas solamente eran bautizados en el nombre de Jesús.) Entonces les
impusieron las manos, y recibieron el Espíritu Santo” (Hechos 8:14‑17).
Las personas de Samaria recibieron salvación por
medio del ministerio de Felipe. Ellas recibieron el Espíritu Santo por medio
del ministerio de Pedro y Juan. Recibir el Espíritu Santo fue una experiencia
separada de recibir la salvación.
Hechos 19:1‑6 describe como Pablo fue a
Éfeso y encontró las personas descritas como "discípulos." La primera
pregunta que hizo Pablo fue, "¿Recibieron el Espíritu Santo cuando
creyeron?"
Si las personas recibían el Espíritu Santo cuando
ellas recibían salvación, sería una estupidez de Pablo hacer esa pregunta. El
hecho que él preguntó hace claro que las personas pueden llegar a ser creyentes
en Cristo sin recibir el bautismo del Espíritu Santo.
Aun si la persona recibe el bautismo del Espíritu
Santo al mismo tiempo de la conversión, es una experiencia separada de la
salvación.
El ministerio del Espíritu Santo ha estado
operando por la eternidad. El Antiguo Testamento habla del Espíritu Santo
viniendo sobre los líderes espirituales de Israel. El Espíritu Santo también esta operando en la vida del pecador
para traerlo a Cristo. Pero esto es
diferente que ser lleno del Espíritu Santo. Jesús lo hizo claro cuando dijo:
“Al Espíritu de
verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce: mas
vosotros le conocéis; porque está con vosotros, y será en vosotros” (Juan 14:17).
El Espíritu Santo estaba con los discípulos, pero
no estaba en ellos. Ellos fueron llenos (bautizados) con el Espíritu Santo en
el Día de Pentecostés.
El Espíritu Santo esta CON el pecador para
llevarlo a Jesucristo. Pero esto no es lo mismo qué estar EN el
creyente.
El Espíritu Santo estaba con los líderes
espirituales en la época del Antiguo Testamento. Pero El aun no estaba EN
ellos. Esta es la diferencia entre los ministerios del Espíritu Santo en el
Antiguo Testamento y en el Nuevo Testamento.
¿TODOS HABLAN EN LENGUAS?
Otra objeción a las lenguas viene del mal
entendido a una pregunta del apóstol Pablo en 1 Corintios 12:30. Él pregunta: "¿Todos hablan en
lenguas?" La respuesta a esta
pregunta es "No, todos no hablan en lenguas." Pero Pablo no esta
hablando aquí de la experiencia de ser bautizado en el Espíritu Santo. La
discusión se refiere a los ministerios del Espíritu Santo que pueden ser usados
por el creyente en la iglesia.
Estos ministerios, o dones espirituales, son un
resultado de la experiencia de ser bautizados en el Espíritu Santo.
“Pues vosotros sois el
cuerpo de Cristo, y miembros en parte. Y a unos puso Dios en la iglesia,
primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero doctores; luego facultades;
luego dones de sanidades, ayudas, gobernaciones, géneros de lenguas” (1 Corintios 12:27‑28).
Pablo está hablando de los dones que pueden ser usados por miembros de la iglesia. Uno de estos dones del Espíritu Santo es "diversidad de lenguas." Es una habilidad para dar mensajes especiales en lenguas a la iglesia bajo el poder del Espíritu Santo.
Aunque todos experimentan la señal de lenguas
cuando son bautizados en el Espíritu Santo, no son todos los que reciben el don
especial de diversidades de lenguas.
TEMOR:
Algunos creyentes no hablan del bautismo del
Espíritu Santo porque tienen temor que van a recibir una experiencia que no es
de Dios.
La Biblia dice:
“Pedid, y se os dará; buscad,
y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque cualquiera que pide, recibe; y el
que busca, halla; y al que llama, se abrirá. ¿Qué hombre hay de vosotros, a
quien si su hijo pidiere pan, le dará una piedra? ¿Y si le pidiere un pez, le
dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a
vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos, dará buenas
cosas a los que le piden?” (Mateo
7:7‑11).
Si uno creyente busca a Dios por un don, así como
un bueno padre terrenal, Dios no le dará algo que le haga daño.
EXPERIENCIA EMOCIONAL:
Otra objeción a las lenguas es que esta es una
experiencia emocional.
Muchos creyentes que han recibido el bautismo del
Espíritu Santo enfatizan a reacción emocional a la experiencia.
El hombre es una criatura emocional. La
conversión no elimina las emociones de un hombre. Él experimentará gozo y
tristeza. La conversión libera las emociones del hombre del control del pecado.
Ella redirige estas emociones para adorar a Dios.
La palabra "gozo" en las Escrituras
está asociada con el Espíritu Santo. En Hechos 13:52, leemos que "los
discípulos estaban llenos de gozo y del Espíritu Santo." Algunas personas
tienen reacciones de gran emoción en vista del gozo que viene con el bautismo
del Espíritu Santo porque ellas son naturalmente más emocionales que
otras. Ellas pueden gritar, reír, o
experimentar sensaciones en su cuerpo físico.
Pero estas reacciones emocionales no son la señal
del bautismo en el Espíritu Santo. La
señal confirmadora es hablar en lenguas.
No es necesario mostrar una gran emoción como el
reír, gritar, bailar, etc. para ser bautizado en el Espíritu Santo. La reacción
que una persona tiene al gozo que trae esta experiencia está relacionada a su
emoción individual.
Pero no debiéramos criticar a los que tienen
gozosas reacciones emocionales al Espíritu Santo. La Biblia habla de reacciones
emocionales de aquellos que tuvieron una experiencia poderosa con Dios. Las
personas temblaron, cayeron postradas al suelo, gritaron, se regocijaron, y
danzaron delante de Dios.
Es interesante observar la reacción emocional de
las personas en varios eventos deportivos. Ellos gritan, ríen, saltan, y
expresan mucha emoción en un juego deportivo.
Cuanta más emoción debiéramos de mostrar al tener
el don del Espíritu Santo que cumple muchos propósitos en nuestras vidas: trae
gozo y nos equipa con poder para alcanzar el mundo con el evangelio.
El Salmista David estaba de acuerdo con
esto. Él presenta un cuadro de
adoración a Dios con gozo, fuerza, y emoción.
“Venid, celebremos
alegremente a Jehová: Cantemos con júbilo a la roca de nuestra salud. Lleguemos
ante su acatamiento con alabanza; Aclamémosle con cánticos. Porque Jehová es Dios grande; Y Rey grande
sobre todos los dioses” (Salmos 95:1‑3).
“Alabadle a son de
bocina: Alabadle con salterio y arpa. Alabadle con adufe y flauta: Alabadle con
cuerdas y órgano. Alabadle con címbalos resonantes: Alabadle con címbalos de
júbilo” (Salmos 150:3‑6).
No debe haber temor que el bautismo en el
Espíritu Santo haga algo impropio o alguien pierda el control de si mismo. La Biblia dice:
“Así que, las lenguas
por señal son, no a los fieles, sino a los infieles: mas la profecía, no a los
infieles, sino a los fieles” (1 Corintios 14:32).
Esto significa que cualquier don que Dios da está
subordinado o bajo del control de aquello que lo posee. Dios no hace nada
impropio porque...
“Porque Dios no es
Dios de disensión, sino de paz; como en todas las iglesias de los santos” (1 Corintios 14:33).
Jesús dejó a sus seguidores con una
responsabilidad de extender el mensaje del evangelio a los confines de la
tierra. El poder del Espíritu Santo los ayudaría a cumplir esta tarea. Parte de
este poder del Espíritu Santo son los dones que el Espíritu Santo da a los
creyentes para equiparlos al ministerio efectivamente.
Estos dones espirituales no son los mismos que
los talentos naturales. Los talentos y habilidades naturales son dados al
momento de nacer y/o son desarrollados por los esfuerzos naturales durante el
curso de la vida. Ellos pueden ser usados para ministrar en la iglesia, pero
son diferentes que los dones espirituales.
Los dones espirituales vienen del Espíritu
Santo. Su propósito es:
“Para perfección de
los santos, para la obra del ministerio, para edificación del cuerpo de Cristo;
Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de
Dios, a un varón perfecto, a la medida de la edad de la plenitud de
Cristo: Que ya no seamos niños
fluctuantes, y llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por
estratagema de hombres que, para engañar, emplean con astucia los artificios
del error: Antes siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todas cosas en aquel
que es la cabeza, a saber, Cristo” (Efesios 4:12‑15).
Este pasaje revela que los dones espirituales son
para:
n Perfeccionar a los
santos
n Promover la obra del
ministerio
n Edificar al cuerpo de
Cristo: la iglesia
Los objetivos finales de estos dones son para que
nosotros:
n Seamos unidos en la fe
n Desarrollemos nuestro
conocimiento de Jesucristo
n Desarrollemos en
perfección, con Cristo como nuestro modelo
n Lleguemos a ser
estables, no engañados por falsas doctrinas
n Maduremos
espiritualmente en Cristo
Algunas iglesias dicen que ni todos los dones del
Espíritu Santo son para los creyentes de hoy. Ellas enseñan que algunos de los
dones poderosos como milagros y hablar en otras lenguas eran solo para la
Iglesia Primitiva.
La respuesta a su objeción es esta: El Señor dio
dones ministeriales para cumplir ciertos propósitos en la iglesia. El no
quitará ninguno de estos dones si los propósitos no han sido cumplidos.
¿Están todas las iglesias caminando en unidad?
¿Tenemos el conocimiento completo de Cristo?
¿Estamos caminando en perfección, estables y maduros? ¿Ya hemos detenido todas las falsas
doctrinas para que no entren a las iglesias?
La respuesta a estas preguntas es "NO".
Todos los propósitos de los dones ministeriales no han sido cumplidos. Por esta
razón, todos los dones que Dios dio para cumplir estos objetivos aun están en
operación en el día de hoy.
La Biblia también dice que los "dones y
llamamientos de Dios son sin arrepentimiento" (Romanos 11:29). Esto significa que Dios no cambiará su mente y
no quitará un don o un llamamiento que Él ha dado.
El Espíritu Santo da a cada creyente por lo menos
un don espiritual (1 Pedro 4:10;
Efesios 4:7; 1 Corintios12:7). Es importante para nosotros descubrir y
usar nuestro don espiritual en la iglesia.
Los pasajes principales que explican los dones
espirituales disponibles a los creyentes son:
n Romanos 12:1‑8
n 1 Coríntios 12:1‑31
n Efésios 4:1‑16
n 1 Pedro 4:7‑11[2]
El Espíritu Santo desarrolla en la vida del
creyente cualidades que la Biblia llama "Fruto del Espíritu."
El fruto del Espíritu Santo se refiere a la
naturaleza del Espíritu Santo siendo evidente en la vida del creyente.
Dios desea que todo el fruto sea evidente en la
vida de cada cristiano.
“Mas el fruto del Espíritu es: caridad, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza: contra tales cosas no hay ley” (Gálatas 5:22‑23).
El desarrollo de estas cualidades es otra función
importante del Espíritu Santo en la vida del creyente.
La siguiente guía es dada para recibir el
bautismo del Espíritu Santo.
ARREPENTIRSE Y
SER BAUTIZADO:
Esto lo pondrá en una posición de receptividad
espiritual.
“Y Pedro les dice:
Arrepentios, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para
perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo” (Hechos 2:38).
CREER QUE ES PARA USTED:
“Porque la promesa es
para vosotros y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para
tantos como el Señor nuestro Dios llame” (Hechos 2:39).
DESEARLO:
“Mas en el postrer día
grande de la fiesta, Jesús se ponía en pie y clamaba, diciendo: Si alguno tiene
sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, ríos de agua
viva correrán de su vientre. (Y esto dijo del Espíritu que habían de recibir
los que creyesen en él: pues aun no había venido el Espíritu Santo; porque
Jesús no estaba aún glorificado.)” (Juan 7:37‑39).
RECONOCER QUE ES UN DON:
El Espíritu Santo ya ha sido dado. Fue dado a la
iglesia en el día de Pentecostés. Siendo
que es un don, no se puede ganar.
“...el don del
Espíritu Santo” (Hechos 2:38).
“Esto solo quiero
saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el
oír de la fe? Aquel, pues, que os daba el Espíritu, y obraba maravillas entre
vosotros ¿lo hacía por las obras de la ley, o por el oír de la fe? Para que la bendición de Abraham fuese sobre
los Gentiles en Cristo Jesús; para que por la fe recibamos la promesa del
Espíritu” (Gálatas 3:2, 5, 14).
Empiece a adorar y agradecer a Dios por el don
del Espíritu Santo.
RÍNDASE A DIOS:
No debe haber temor de hablar el lenguaje del
Espíritu Santo cuando se alaba y adora a Dios.
Al alabar a Dios en voz alta, usted primero
notará que sus labios tiemblan. Ceda su lengua al Espíritu Santo y Él hablara
por medio de usted palabras extrañas a su entendimiento. Esta es la señal del
bautismo del Espíritu Santo.
“Porque en lengua de
tartamudos, y en extraña lengua hablará a este pueblo” (Isaías 28:11).
“Y fueron todos llenos
del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, como el Espíritu
les daba que hablasen” (Hechos 2:24).
PIDA LA ORACIÓN DE OTROS
CREYENTES:
El Espíritu Santo puede ser recibido con la
imposición de manos (Hechos 8, 9, 19) o sin eso (Hechos 2, 4, 10). Estudie
estos capítulos que muestran como los creyentes llenos del Espíritu Santo
pueden ayudarle a experimentar el bautismo en el Espíritu Santo.
1. ¿Cuales son algunos de los propósitos del
Espíritu Santo en la vida del creyente?
_______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
2. Dé seis directrices para recibir el bautismo
en el Espíritu Santo.
______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
3.
Escribe el versículo llave de memoria:
____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
4. ¿Cuál es la señal física externa del bautismo
en el Espíritu Santo?
__________________________________________________________________________________________________________________________________________
5. ¿Cuál es la verdadera evidencia del bautismo
del Espíritu Santo? Dé una referencia
bíblica para apoyar su respuesta.
_____________________________________________________________________
6. ¿Qué significa el término "fruto del
Espíritu Santo”?
__________________________________________________________________________________________________________________________________________
7. Dé la lista del fruto del Espíritu Santo que
debe estar presente en la vida del creyente.
____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
8. ¿Cuales son algunos de los propósitos de los
dones del Espíritu Santo?
_______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
9. Por que es falso decir lo siguiente: "Ni
todos los dones del Espíritu Santo son para nosotros ahora. Algunos eran
solamente para los primeros cristianos.
10. ¿Cuales son las cuatro objeciones principales
que algunos dan a la señal de otras lenguas?
____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
11. ¿Desde el punto de vista bíblico, son algunas
de estas objeciones validas? _____
(Las respuestas se encuentran
al final del último capítulo de este manual).
Este capítulo introdujo el estudio del Espíritu
Santo por medio de la discusión del bautismo del Espíritu Santo.
Continúe su estudio del Espíritu Santo con el
siguiente bosquejo:
LA NATURALEZA
DEL ESPÍRITU SANTO
Es llamado Dios:
Hechos 5:3‑4
Omnipresente:
Él esta en todo lugar. Salmos
139:7.
Omnisciente:
Sabe todas las cosas. 1
Corintios 2:10‑11.
Omnipotente:
Es todopoderoso. Hechos 1:8.
Eterno:
Es para siempre. Hebreos 9:14.
Igual al Padre y al Hijo: Mateo 3:16‑17.
LA PERSONALIDAD
DEL ESPÍRITU SANTO
Tiene una mente:
Romanos 8:27.
Es una mente inteligente: 1 Corintios 2:10‑11.
Examina la mente humana: 1 Corintios 2:10.
Tiene una voluntad: 1 Corintios 12:11.
Guía por dar o negar permiso: Hechos 16:6‑7; 16:10.
Habla:
Hechos 8:29.
Ama: Romanos
15:30.
Gime:
Efesios 4:30.
Intercede:
Romanos 8:26.
UNA NATURALEZA
SENSIBLE
El Espíritu Santo tiene una naturaleza sensible.
Debemos de ser cuidadosos que no:
Mintamos al Espíritu Santo: Hechos 5:3‑4.
Resistamos al Espíritu Santo: Hechos 7:51.
Apaguemos al Espíritu: 1 Tesalonicenses 5:19.
Entristecerlo:
Salmos 78:40.
Insultarlo:
Hebreos 6:4‑6.
Enfadarlo:
Isaías 63:10.
NOMBRE Y
TÍTULOS DEL ESPÍRITU SANTO
Los nombres y títulos del Espíritu Santo dan mas
conocimiento de su naturaleza y propósitos. Él es llamado de:
El Espíritu de Dios: 1 Corintios 3:16.
El Espíritu de Cristo: Romanos 8:9.
El Espíritu Eterno: Hebreos 9:14.
El Espíritu de la Verdad: Juan 16:13; 14:26.
El Espíritu de la Gracia: Hebreos 10:29.
El Espíritu de Vida: Romanos 8:2.
El Espíritu de Gloria: 1 Pedro 4:14.
El Espíritu de Sabiduría y Revelación: Efesios 1:17.
El Consolador:
Juan 14:26.
El Espíritu de la Promesa: Hechos 1:4‑5.
El Espíritu de Santidad: Romanos 1:4.
El Espíritu de Fe: 2 Corintios 4:13.
El Espíritu de Adopción: Romanos 8:15.
La Biblia usa varios emblemas para representar al
Espíritu Santo. Un emblema es un símbolo de algo.
Los siguientes emblemas son usados en la Biblia
para representar al Espíritu Santo.
La paloma: Juan 1:32.
Aceite: Lucas 4:18.
Agua: Juan 7:37‑39.
Un sello: Efesios 1:13.
Viento: Juan 3:8.
Ríos: Juan 7:38‑9.
Fuego: que significa:
n Presencia del
Señor. Éxodo 3:2
n Aprobación: Levítico 9:24
n Protección: Éxodo 13:21
n Purificación: Isaías 6:1‑8
n El don del Espíritu
Santo: Hechos 2:3
n Juicio: Hebreos 12:29
Capítulo
Siete
IMPOSICIÓN DE
MANOS
OBJETIVOS:
Al concluir este capítulo usted será capaz de:
n Definir "la
imposición de manos."
n Identificar los
propósitos de la imposición de manos en la época del Antiguo Testamento.
n Identificar los
propósitos de la imposición de manos en la época del Nuevo Testamento.
n Entender las
calificaciones bíblicas para ministrar por medio de la imposición de manos.
VERSÍCULO LLAVE:
“Con todo eso se
detuvieron allí mucho tiempo, confiados en el Señor, el cual daba testimonio a
la palabra de su gracia, dando que señales y milagros fuesen hechos por las
manos de ellos” (Hechos 14:3).
La doctrina de la imposición de manos es el
cuarto de los principios que forman el fundamento de la fe cristiana.
La imposición de manos es un hecho en el cual una
persona pone sus manos sobre el cuerpo de otra persona con un propósito
espiritual definido. El acto es acompañado por oración o profecía.
La imposición de manos en el Antiguo Testamento
fue usada para los siguientes propósitos:
n Transmisión de
bendiciones espirituales o autoridad al recipiente. Transmisión significa que algo espiritual fluye del que impone
las manos para aquello que lo recibe.
n Confirmación publica
de una bendición espiritual o autoridad ya recibida por Dios por aquello que
recibe la imposición de manos.
n Dedicación a Dios para
un ministerio especial.
Los tres propósitos pueden ser combinados en un
acto de imposición de manos.
Tres ejemplos del Antiguo Testamento ilustran los
propósitos de la imposición de manos.
ISRAEL:
En Génesis 48 encontramos el primero ejemplo de
la imposición de manos para un beneficio espiritual. José trajo a sus dos
hijos, Efraín y Manasés, para que su padre los bendijera:
“Entonces Israel
extendió su diestra, y la puso sobre la cabeza de Efraín, que era el menor, y
su siniestra sobre la cabeza de Manasés, colocando así sus manos adrede, aunque
Manasés era el primogénito” (Génesis
48:14).
La bendición de Jacob fue transmitida a sus dos
nietos con la imposición de manos sobre sus cabezas.
LEVITAS:
Los levitas fueron ordenados por Dios para servir
a la congregación de Israel como líderes espirituales. En esta capacidad, ellos
representaban al pueblo delante de Dios.
La imposición de manos fue la confirmación por el
pueblo de la autoridad del levita delante de Dios:
“Y cuando habrás hecho
llegar los Levitas delante de Jehová, pondrán los hijos de Israel sus manos
sobre los Levitas” (Números 8:10).
MOISÉS:
Cuando Moisés se acercaba al final de su
ministerio terrenal, él le pidió a Dios que escogiera a un nuevo líder sobre
Israel:
“Y Jehová dijo a
Moisés: Toma a Josué hijo de Nun, varón en el cual hay espíritu, y pondrás tu
mano sobre él; Y ponerlo has delante de
Eleazar el sacerdote, y delante de toda la congregación; y le darás órdenes en
presencia de ellos. Y pondrás de tu dignidad sobre él, para que toda la
congregación de los hijos de Israel le obedezca. Y Moisés hizo como Jehová le
había mandado; que tomó a Josué, y le puso delante de Eleazar el sacerdote, y
de toda la congregación: Y puso sobre él sus manos, y le dio órdenes, como
Jehová había mandado por mano de Moisés” (Números 27:18‑20, 22‑23).
Los resultados producidos en Josué al imponerle
las manos lo encontramos en Deuteronomio:
“Y Josué hijo de Nun
fue lleno de espíritu de sabiduría, porque Moisés había puesto sus manos sobre
él: y los hijos de Israel le obedecieron, é hicieron como Jehová mandó a
Moisés” (Deuteronomio 34:9).
El acto de Moisés de imponer las manos sobre
Josué fue importante para Josué personalmente pero también para la congregación
de Israel.
Con este acto Moisés transmitió a Josué una
medida de la sabiduría y honor espiritual que él mismo había recibido de Dios.
Moisés también confirmó delante de Israel que Dios había escogido Josué como el
nuevo líder.
En el Nuevo Testamento se encuentran cinco
propósitos generales acerca de la imposición de manos.
SEÑALES SUPERNATURALES:
Durante su ministerio terrenal, Jesús practicó la
imposición de manos:
“Y no pudo hacer allí
alguna maravilla; solamente sanó unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las
manos” (Marcos 6:5).
“Y poniéndose el sol,
todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades, los traían a él; y él
poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba” (Lucas 4:40).
“Y puso las manos
sobre ella; y luego se enderezó, y glorificaba a Dios” (Lucas 13:13).
En su mensaje final a los discípulos al cerrar su
ministerio terrenal, Jesús dijo que señales sobrenaturales iban a acompañar la
predicación del evangelio:
“Y estas señales
seguirán a los que creyeren: En mi nombre echarán fuera demonios; hablaran nuevas
lenguas; Quitarán serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les dañará;
sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán” (Marcos 16:17‑18).
Estas señales pueden ser reclamadas por todos los
creyentes por medio de la fe en el nombre de Jesús.
Una de estas señales sobrenaturales fue la
imposición de manos por medio de la cual Dios sanaría a los enfermos y obraría
otros milagros. Marcos 16:17‑18 confirma que esta practica debía de
continuar después del ministerio terrenal de Cristo.
La imposición de manos en el nombre de Jesús fue
un método para ministrar la sanidad física al enfermo. Con la imposición de
manos se transmite el poder sobrenatural de Dios para sanar el cuerpo de la
persona enferma.
Con frecuencia la persona enferma puede sentir
dentro de su cuerpo el poder de Dios.
En otras ocasiones no se siente ningún poder, pero esto no significa que
la sanidad no ocurrirá. La imposición de manos es simplemente un acto de fe y
obediencia a la Palabra de Dios. Su efectividad no depende en los sentimientos.
El tiempo de esa sanidad varia. Algunas veces la
sanidad se recibe tan pronto como se imponen las manos sobre el enfermo. Otras
veces, la sanidad viene gradualmente (Marcos 8:22‑25).
La persona buscando sanidad debe continuar
ejerciendo fe hasta que la sanidad sea completa. Es importante instruir a los
que buscan la sanidad por medio de la imposición de manos acerca de la
importancia de mantener la fe hasta que la sanidad es completa.
El libro de Hechos registra como Dios usó la
practica de la imposición de manos por los creyentes para obrar sanidades
milagrosas y otras señales sobrenaturales para confirmar su Palabra.
“Con todo eso se
detuvieron allí mucho tiempo, confiados en el Señor, el cual daba testimonio a
la palabra de su gracia, dando que señales y milagros fuesen hechos por las
manos de ellos” (Hechos 14:3).
“Y por las manos de
los apóstoles eran hechos muchos milagros y prodigios en el pueblo; y estaban
todos unánimes en el pórtico de Salomón” (Hechos 5:12).
“Ananías entonces fue,
y entró en la casa, y poniéndole las manos encima, dijo: Saulo hermano, el
Señor Jesús, que te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para
que recibas la vista y seas lleno de Espíritu Santo” (Hechos 9:17).
“Y hacía Dios singulares
maravillas por manos de Pablo” (Hechos 19:11).
“Y aconteció que el
padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebres y de disentería: al cual
Pablo entró, y después de haber orado, le puso las manos encima, y le sanó” (Hechos 28:8).
BAUTISMO DEL ESPÍRITU SANTO:
Otro propósito de la imposición de manos es
ayudar a los que buscan el bautismo del Espíritu Santo.
Hay cinco ejemplos registrados en el libro de
Hechos de cómo las personas recibieron el bautismo en el Espíritu Santo.
El primer ejemplo es el de los discípulos en el
aposento alto en Jerusalén en el día de Pentecostés. La historia es registrada en Hechos 2:1‑4.
Los otros ejemplos son los nuevos convertidos en
Samaria (Hechos 8:14‑20), Saulo de Tarso (Hechos 9:17), Cornelio y su
familia (Hechos 10:44‑46), y los discípulos en Éfeso (Hechos 19:1‑6).
En tres de estos ejemplos, los que buscaban el
bautismo del Espíritu Santo fueron ministrados por otros creyentes por medio de
la imposición de manos:
n Hechos 8:18 señala que
"por medio de la imposición de manos de los apóstoles el Espíritu Santo
fue dado."
n En Damasco, Ananías
puso sus manos sobre Pablo para que pudiera recobrar su vista y ser lleno del
espíritu Santo.
n En Éfeso, los
discípulos a quienes Pablo ministró recibieron el Espíritu Santo después de que
pablo puso las manos sobre ellos.
Esta no es la única manera en que las personas
reciben el bautismo del Espíritu Santo.
En el aposento alto en Jerusalén y en la casa de Cornelio, la gente
recibió la experiencia sin que nadie impusiera sus manos sobre ellos.
Pero sobre la base del ejemplo bíblico, para los
que buscan el bautismo en el Espíritu Santo, el ser ministrado por otros con la
imposición de manos es bíblico.
IMPARTIR DONES
ESPIRITUALES:
Otro propósito de la imposición de manos es
impartir dones espirituales. Pablo escribió a Timoteo:
“No descuides el don
que está en ti, que te es dado por profecía con la imposición de las manos del
presbiterio” (1 Timoteo 4:14).
Pablo se refiere de nuevo a la experiencia
espiritual de Timoteo:
“Por lo cual te
aconsejo que despiertes el don de Dios, que está en ti por la imposición de mis
manos” (2 Timoteo 1:6).
La imposición de manos fue combinada con el don
de profecía para dirigir, animar, y fortalecer a Timoteo en el cumplimiento de
su ministerio.
COMISIONAR A OBREROS
CRISTIANOS:
Otro propósito para la imposición de manos es
para comisionar obreros cristianos de una iglesia local. Comisionar significa
autorizar, delegar, o enviar con una misión.
Cuando los líderes espirituales estaban esperando
delante del Señor en Antioquia:
“Había entonces en la
iglesia que estaba en Antioquía, profetas y doctores: Bernabé, y Simón el que
se llamaba Niger, y Lucio Cireneo, y Manaén, que había sido criado con Herodes
el tetrarca, y Saulo. Ministrando pues éstos al Señor, y ayunando, dijo el
Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra para la cual los he
llamado. Entonces habiendo ayunado y orado, y puesto las manos encima de ellos,
los despidieron. Y ellos, enviados así por el Espíritu Santo, descendieron a
Seleucia: y de allí navegaron a Chipre” (Hechos 13:1‑4).
La Biblia indica que Dios ya había hablado a
Pablo y Bernabé en privado acerca de la obra que Él quería que ellos hiciesen
antes de anunciar a los líderes de la iglesia. Las palabras habladas
públicamente fueron una confirmación del llamamiento que Pablo y Bernabé ya
habían recibido.
Los líderes no enviaron a Pablo y a Bernabé a su
misión inmediatamente. Ellos dedicaron un cierto tiempo para ayunar y orar. El
envío de estos dos hombres fue completo al imponer los líderes de la iglesias
sus manos sobre ellos.
Pablo también impuso sus manos sobre Timoteo para
comisionarlo a su ministerio.
“Por lo cual te
aconsejo que despiertes el don de Dios, que está en ti por la imposición de mis
manos” (2 Timoteo 1:6).
La practica de imposición de manos para
comisionar a obreros cristianos no fue solo para los misioneros y ministros.
La selección de los primeros diáconos (Hechos 6:1‑6)
fue acompañada por la imposición de manos:
“A estos presentaron
delante de los apóstoles, los cuales orando les pusieron las manos encima” (Hechos 6:6).
El oficio de estos hombres seleccionados en la
iglesia de Jerusalén llegó a ser conocido por el titulo de diacono. Su
selección fue confirmada con la imposición de manos de los líderes de la
iglesia.
El procedimiento para seleccionar los diáconos es
delineado en Hechos 6:3‑6. Los apóstoles delegaron a la congregación la
responsabilidad para escoger entre sus varones los que debían ejercer este
oficio.
Estos hombres fueron traídos delante de los
apóstoles, que oraron por ellos y les impusieron las manos. Con este acto los
apóstoles mostraron que aceptaban a estos hombres como capacitados para ejercer
el oficio de diacono. Ellos fueron dedicados a Dios para la tarea que habían
sido escogidos y les transmitieron una medida de su propia sabiduría espiritual
necesaria para ese trabajo.
DEDICACIÓN DE INFANTES:
No es bíblico bautizar infantes, porque ellos no
pueden arrepentirse o creer, pues estos
cuales son los requisitos para el bautismo.
Pero por medio de la imposición de manos, los
infantes pueden ser dedicados y puestos bajo la protección, guiaza y bendición
de Dios:
“Y tomándolos en los
brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía” (Marcos 10:16).
El Nuevo Testamento provee una palabra de
advertencia con relación a la imposición de manos:
“No impongas de ligero
las manos a ninguno, ni comuniques en pecados ajenos: consérvate en limpieza” (1 Timoteo 5:22).
Porque un acto de transmisión ocurre cuando usted
impone las manos sobre alguien o alguien impone las manos sobre usted, es sabio
ser cauteloso al usar esta práctica. Si la persona que impone las manos no está
cualificada espiritualmente, esa práctica no será efectiva.
La Biblia es específica acerca de aquello que
está cualificado para imponer las manos sobre otro para impartir un beneficio
espiritual:
CREYENTES:
Los creyentes pueden imponer sus manos sobre
otros:
“Y estas señales
seguirán a los que creyeren: En mi nombre echarán fuera demonios; hablaran
nuevas lenguas; Quitarán serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les
dañará; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán” (Marcos 16:17‑18).
Las calificaciones del los verdaderos creyentes
ya han sido discutidas en los capítulos previos al examinar los principios
fundamentales de arrepentimiento de obras muertas y fe hacia Dios.
APÓSTOLES Y DISCÍPULOS:
“Y como vio Simón que
por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les
ofreció dinero” (Hechos 8:18).
“Ananías entonces fue,
y entró en la casa, y poniéndole las manos encima, dijo: Saulo hermano, el
Señor Jesús, que te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para
que recibas la vista y seas lleno de Espíritu Santo” (Hechos 9:17).
Los apóstoles y discípulos eran hombres escogidos
y ungidos de Dios. Ellos eran creyentes maduros y ejemplos de liderazgo
cualificado.
MIEMBROS DEL PRESBITERIO:
“...la imposición de
manos del presbiterio” (1 Timoteo 4:14).
El alto criterio puesto para los presbíteros,
también conocidos como ancianos, está registrado en 1 Timoteo 3:1‑7 y
Tito 1:6‑9.
Los cinco propósitos de la imposición de manos en
el Nuevo Testamento son:
n Señales sobrenaturales
n Bautismo del Espíritu
Santo
n Impartir dones
espirituales
n Comisionar obreros
cristianos
n Dedicación de infantes
Una comprensión del principio fundamental de la
imposición de manos es importante porque Jesús indicó que la practica era parte
del ministerio de la iglesia.
La imposición de manos es una práctica espiritual
que hace falta en muchas iglesias en nuestros tiempos. Pero...
n Considere el impacto
en la propagación del evangelio si todo creyente fuera efectivo en la
imposición de manos para la sanidad y los milagros.
n Considere el impacto
en la propagación del evangelio si los dones espirituales fueran impartidos y
los obreros cristianos fueran comisionados regularmente por medio de la
imposición de manos.
1. Dé tres ejemplos de imposición de manos del
Antiguo Testamento.
_______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
2. Enumere los cinco propósitos de la imposición
de manos revelados en el Nuevo Testamento:
______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
3. Escribe el versículo llave de memoria:
_______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
4. Dé una referencia bíblica que confirma que la
imposición de manos debía continuar después del retorno de Jesús al cielo:
_________________________
5. Defina la "imposición de manos."
_______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
6. ¿Quién está calificado para practicar la
imposición de manos según la Biblia?
_______________________,
______________________ y
____________________
7. Si la expresión es VERDAD escribe V en el
espacio. Si la expresión es FALSA escribe F.
a. _____ Si no hay un sentimiento de poder
experimentado cuando la imposición de manos es practicada, entonces no es
efectiva.
b. _____ La imposición de manos puede ser usada
para comisionar a los obreros cristianos.
c. _____
La Biblia enseña que cualquier uno es cualificado para imponer las
manos.
d. _____ La imposición de manos es la única
manera en que un cristiano puede recibir el bautismo del Espíritu Santo.
e. _____
Los dones espirituales pueden ser impartidos con la imposición de manos.
f. _____
La imposición de manos no debe ser usada con los infantes porque ellos
no la entienden.
(Las respuestas se encuentran
al final del último capítulo de este manual).
Estudie los milagros operados por Jesús durante
su ministerio terrenal. Observa cómo y cuando Él usó la imposición de manos
para impartir bendiciones espirituales.
TRAYENDO LOS
MUERTOS A LA VIDA:
La hija de Jairo: Mateo
9:18‑19, 23‑25
El hijo de la viuda: Lucas 7:11‑15
Lázaro: Juan
11:1‑44
SANIDAD:
Leproso Mateo
8:2‑3
Siervo del centurión Mateo 8:5‑13
Suegra de Pedro Mateo
8:14‑15
Gadarenos Mateo
8:28‑34
Hombre paralítico Mateo
9:2‑7
Mujer con flujo de sangre Mateo 9:20‑22
Hombres ciegos Mateo
9:27‑31
Hombre mudo y poseído Mateo 9:32‑33
Hombre con la mano seca Mateo 12:10‑13
Ciego, mudo y poseído Mateo 12:22
Hija de la mujer cananea Mateo 15:21‑28
Muchacho con epilepsia Mateo 17:14‑18
Hombres ciegos Mateo
20:29‑34
Capítulo Ocho
RESURRECCIÓN
DE LOS MUERTOS (I)
OBJETIVOS:
Al concluir este capítulo usted será capaz de:
n Definir la palabra
"resurrección."
n Distinguir entre
resurrecciones del pasado, presente, y futuro.
n Describir la presente
resurrección espiritual de los creyentes en Cristo Jesús.
n Describir la
resurrección pasada de Jesucristo.
VERSÍCULO LLAVE:
“Le dijo Jesús: Yo soy
la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y
todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?” (Juan 11:25‑26).
En el estudio de las dos ultimas doctrinas, la
Palabra de Dios nos lleva, por revelación, mas allá del tiempo presente al
futuro de la eternidad.
Estas dos doctrinas son la resurrección de los
muertos y el juicio eterno.
Con el hecho de la creación, Dios hizo este mundo
con un orden de tiempo incluyendo el pasado, el presente, y el futuro (Génesis
1).
Un día Dios traerá un fin a este mundo; y el
tiempo, como lo conocemos, dejara de existir.
La Biblia revela que para el mundo en su
totalidad el fin vendrá en un momento ordenado por Dios. Hay muchos eventos
especiales que sucederán en el mundo al fin del tiempo. Solamente Dios sabe la
fecha exacta para estos eventos.
Como individuos, sin embargo, un momento nos
espera a cada uno cuando "el tiempo ya no será más." Esto es cuando
venimos al fin de nuestra existencia en esta tierra y pasaremos a la eternidad.
Para cada individuo el fin de la vida física es el fin del tiempo.
Hay muchos misterios que rodean el fin del tiempo
y la eternidad que la Biblia no revela. Pero la doctrina de la
"resurrección de los muertos" provee algo de conocimiento del fin del
tiempo y de la eternidad que le sigue.
Este capítulo introduce la doctrina de la
resurrección de los muertos. Serán definidas la palabra
"resurrección" y la pasada, presente y futura resurrecciones que se
hablan en el Nuevo Testamento.
La pasada y presente resurrecciones serán
discutidas en detalle. La futura resurrección de los muertos será estudiada en
el siguiente capítulo.
El significado de la palabra
"resurrección" es levantarse
o ponerse en pie. Significa surgir,
elevarse o levantarse de entre los muertos.
Hay tres resurrecciones identificadas en el Nuevo
Testamento:
La Pasada: La resurrección de Jesucristo de entre los
muertos.
La Presente: La resurrección espiritual de los creyentes
en Jesucristo.
La Futura: La futura resurrección de todos los que
están en la tumba.
Jesucristo fue resucitado de entre los muertos
por el poder de Dios:
“Y aun somos hallados
falsos testigos de Dios; Porque hemos testificado de Dios que él haya levantado
a Cristo; al cual no levantó, si en verdad los muertos no resucitan” (1 Corintios 15:15).
Por medio de Jesús el creyente experimenta la presente
resurrección espiritual.
Por medio de Él, la futura resurrección de los
muertos de la tumba ocurrirá.
La Biblia confirma que Jesús es el resucitador:
“Les dijo Jesús: Yo
soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá” (Juan 11:25).
“Así también está
escrito: Fue hecho el primer hombre Adán en alma viviente; el postrer Adán en
espíritu vivificante” (1 Corintios 15:45).
“Mas ahora es
manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la
muerte, y sacó a la luz la vida y la inmortalidad por el evangelio” (2 Timoteo 1:10).
LA PROFECÍA DEL ANTIGUO
TESTAMENTO:
El Antiguo Testamento predijo el nacimiento de
Jesucristo, su muerte por los pecados de la humanidad, y su resurrección. David
habló de la resurrección de Jesús:
“Empero siendo
profeta, y sabiendo que con juramento le había Dios jurado que del fruto de su
lomo, cuanto a la carne, levantaría al Cristo que se sentaría sobre su trono;
Viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada
en el infierno, ni su carne vio corrupción” (Hechos 2:30‑31).
Muchos versículos en la Biblia confirman la
resurrección de Jesucristo de entre los muertos al tercer día de su entierro.
“Mas ahora Cristo ha
resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho” (1 Corintios 15:20).
“Y la víspera de
sábado, que amanece para el primer día de la semana, vino María Magdalena, y la
otra María, a ver el sepulcro. Y respondiendo el ángel, dijo a las mujeres: No
temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, que fue crucificado. No está
aquí; porque ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el
Señor. E id presto, decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos: y
he aquí va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis; he aquí, os lo he
dicho” (Mateo 28:1, 5‑7).
En la sección "Para Estudio Adicional" al final del capítulo se encuentra una lista de muchas otras referencias que confirman la resurrección de Jesucristo de entre los muertos.
APARICIONES:
Jesús fue visto por mucha gente después de su
resurrección de entre los muertos.
“A los cuales, después
de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables,
apareciéndoles por cuarenta días, y hablando les del reino de Dios” (Hechos 1:3).
“Y que apareció a
Cefas, y después a los doce. Después apareció a más de quinientos hermanos
juntos; de los cuales muchos viven aún, y otros son muertos. Después apareció a
Jacobo; después a todos los apóstoles. Y el postrero de todos, como a un
abortivo, me apareció a mí” (1 Corintios 15:5‑8).
SU CUERPO RESUCITADO:
Jesús fue cuidadoso para proveer la evidencia que
después de su resurrección Él tenia un cuerpo real y que era el mismo cuerpo
que había sido crucificado. La evidencia de esto fue sus manos, sus pies, y su
costado que aun tenían las marcas de los clavos y de la lanza.
“Y como fue tarde
aquel día, el primero de la semana, y estando las puertas cerradas donde los
discípulos estaban juntos por miedo de los Judíos, vino Jesús, y se puso en
medio, y les dijo: Paz a vosotros” (Juan 20:19).
Antes de su muerte y resurrección durante su
conversación con los líderes religiosos de Israel...
“Respondió Jesús, y
les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. Dijeron luego los
Judíos: En cuarenta y seis años fue este templo edificado, ¿y tú en tres días
lo levantarás? Mas él hablaba del templo de su cuerpo” (Juan 2:19‑21).
Cuando las mujeres entraron a la tumba para ungir
el cuerpo de Jesús, ellas "no encontraron el cuerpo del Señor Jesús"
(Lucas 23:55 ‑ 24:3).
Cuando Jesús apareció a sus discípulos Él
permitió que le tocasen en las marcas de los clavos y cicatrices de la lanza
para confirmar su resurrección:
“Y entre tanto que
ellos hablaban estas cosas, él se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a
vosotros. Entonces ellos espantados y asombrados, pensaban que veían espíritu.
Mas él les dice: ¿Por qué estáis turbados, y suben pensamientos a vuestros
corazones? Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy: palpad, y ved; que el
espíritu ni tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo. Y en diciendo esto, les mostró las manos y
los pies” (Lucas 24:36‑40).
“Luego dice a Tomás:
Mete tu dedo aquí, y ve mis manos: y alarga acá tu mano, y métela en mi
costado: y no seas incrédulo, sino fiel. Entonces Tomás respondió, y le dijo:
¡Señor mío, y Dios mío!” (Juan 20:27‑28).
¿Por qué la doctrina de la resurrección de
Jesucristo de entre los muertos es tan importante a la fe cristiana?
La Biblia misma responde a esta pregunta:
“Porque si no hay
resurrección de muertos, Cristo tampoco resucitó: Y si Cristo no resucitó, vana
es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe” (1 Corintios 15:13‑14).
Creer en la resurrección de Jesucristo es
necesario para llegar a ser un verdadero creyente.
“Que si confesares con
tu boca al Señor Jesús, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los
muertos, serás salvo” (Romanos 10:9).
Pablo presenta la resurrección de Jesucristo como
una parte del mensaje del evangelio necesaria para obtener salvación.
“Además os declaro,
hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el
cual también perseveráis; Por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os
he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. Porque primeramente os he
enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo fue muerto por nuestros pecados
conforme a las Escrituras; Y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día,
conforme a las Escrituras; Y que apareció a Cefas, y después a los doce” (1 Corintios 15:1‑4).
La resurrección
confirma que Jesucristo es el Hijo de Dios:
“El cual fue declarado
Hijo de Dios con potencia, según el espíritu de santidad, por la resurrección
de los muertos), de Jesucristo Señor nuestro” (Romanos 1:4).
La resurrección confirma que
Jesús es supremo sobre todas las cosas creadas:
“Dios la ejerció en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y le
hizo sentar a su diestra en los lugares celestiales, por encima de todo
principado, autoridad, poder, señorío y todo nombre que sea nombrado, no sólo
en esta edad sino también en la venidera. Aun todas
las cosas las sometió Dios bajo sus pies y le puso a él por cabeza sobre todas
las cosas para la iglesia, la cual es
su cuerpo, la plenitud de aquel que todo lo llena en todo” (Efesios 1:20‑23).
La resurrección confirma que
los creyentes son justificados:
“Quien fue entregado por causa de nuestras transgresiones
y resucitado para nuestra justificación” (Romanos 4:25).
La resurrección significa que
la muerte ha sido derrotada:
“Entonces Pedro se puso de pie con los once, levantó la
voz y les declaró: --Hombres de Judea y todos los habitantes de Jerusalén, sea
conocido esto a vosotros, y prestad atención a mis palabras” (Hebreos 2:14).
Por causa de su resurrección
seremos resucitados y tendremos nuevos cuerpos:
“He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos, pero
todos seremos transformados en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, a la
trompeta final. Porque sonará la trompeta, y los muertos serán resucitados sin
corrupción; y nosotros seremos transformados” (1 Corintios 15:51‑52).
“Él transformará nuestro cuerpo de humillación para que
tenga la misma forma de su cuerpo de gloria, según la operación de su poder,
para sujetar también a sí mismo todas las cosas” (Filipenses 3:21).
Vamos a estudiar mas acerca de esta resurrección
de entre los muertos en el siguiente capítulo.
Por medio de la resurrección
hay una nueva fuente de vida para los creyentes:
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo,
quien según su grande misericordia nos ha hecho nacer de nuevo para una
esperanza viva por medio de la resurrección de Jesucristo de entre los muertos” (1 Pedro 1:3).
Este versículo habla de la presente resurrección
espiritual de todos los creyentes. Esto es hecho posible por medio de la
resurrección de Jesús de entre los muertos.
La Biblia habla de la presente resurrección de
los creyentes. Esto significa que aquellos que antes estaban muertos
espiritualmente en el pecado han llegar a recibir vida espiritual por medio de
Jesucristo.
“En cuanto a vosotros, estabais muertos en vuestros
delitos y pecados, aun estando nosotros muertos en delitos, nos dio vida
juntamente con Cristo. ¡Por gracia sois salvos!” (Efesios 2:1,5).
“Mientras vosotros estabais muertos en los delitos y en
la incircuncisión de vuestra carne, Dios os dio vida juntamente con él,
perdonándonos todos los delitos” (Colosenses 2:13).
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es;
las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17).
LA SEÑAL EXTERNA DE LA
RESURRECCIÓN:
El bautismo en agua es la señal externa de la
muerte a la vida vieja del pecado y de la resurrección espiritual del creyente
en Cristo Jesús.
Pero no es el bautismo en agua el que solamente
confirma la resurrección espiritual del creyente. Es la nueva vida que él vive.
“Pues, por el bautismo fuimos sepultados juntamente con
él en la muerte, para que así como Cristo fue resucitado de entre los muertos
por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida.
Porque así como hemos sido identificados con él en la semejanza de su muerte,
también lo seremos en la semejanza de su resurrección” (Romanos 6:4,5).
EVIDENCIAS DE ESTA
RESURRECCIÓN:
Jesús proveyó muchas evidencias de su
resurrección... la tumba vacía, el mensaje de los Ángeles, sus visibles
apariciones después de su resurrección.
También hay evidencias que confirman la
resurrección espiritual de los creyentes.
Ellas incluyen las siguientes:
Muerte al Pecado Resultando en
Una Nueva Vida:
La resurrección espiritual resulta en la muerte
al pecado. El creyente no vive como era antes. Él esta muerto a las cosas malas
de este mundo y vivo en Jesús:
“Así también vosotros, considerad que estáis muertos para
el pecado, pero que estáis vivos para Dios en Cristo Jesús” (Romanos 6:11).
Un Nuevo Dueño:
La resurrección espiritual hace que Jesús sea el
dueño de nuestras vidas. En vez de vivir para nosotros mismos, vivimos para
servirle a Él.
“Y él
murió por todos para que los que viven ya no vivan más para sí, sino para aquel
que murió y resucitó por ellos” (2 Corintios 5:15).
Un Nuevo Propósito en la Vida:
Un nuevo propósito en la vida resulta de la
resurrección espiritual. En vez de preocuparnos acerca de las cosas temporales
de este mundo tales como los bienes materiales, ambición, etc., la atención de
los creyentes está enfocada hacia las cosas eternas:
“Siendo, pues, que habéis resucitado con Cristo, buscad
las cosas de arriba, donde Cristo está sentado a la diestra de Dios. Ocupad la
mente en las cosas de arriba, no en las de la tierra” (Colosenses 3:1‑2).
La resurrección pasada de Jesucristo de entre los
muertos y la presente resurrección espiritual de los creyentes son dos de las
tres resurrecciones citadas en el Nuevo Testamento. La otra es la futura
resurrección de todos los muertos de la tumba. Este tema será tratado en
detalle en el capítulo siguiente.
1. Escribe el versículo llave de memoria:
_______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
2. Defina la palabra "resurrección."
__________________________________________________________________________________________________________________________________________
3. ¿Cuales son las tres resurrecciones que se
mencionan en el Nuevo Testamento?
Pasada: ______________________________________________________________
Presente:
_____________________________________________________________
Futura: _______________________________________________________________
4. Dé una referencia bíblica para confirmar lo
siguiente:
Que en el Antiguo Testamento se predice la
resurrección de Jesús: ________________
Que Jesús resucitó de entre los muertos:
____________________________________
Que Jesús apareció a personas después de su
resurrección: _____________________
Que Él tenia el mismo cuerpo pero no estaba
sujeto a las limitaciones humanas
anteriores: ____________________________________________________________
5. ¿Por que es importante creer en la
resurrección de Jesucristo?
_______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
6. Qué significa "la presente resurrección
espiritual de los creyentes."
_______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
7. ¿Cuales son las tres evidencias de la resurrección
espiritual del creyente que fueron discutidas en este capítulo?
_______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
8. ¿Cuál es el acto externo que da a entender la
resurrección espiritual del creyente?
_____________________________________________________________________
(Las respuestas se encuentran
al final del último capítulo de este manual).
Estudie las siguientes referencias bíblicas para
aumentar su conocimiento de la resurrección de Jesucristo.
Las cuatro narraciones importantes de su
resurrección son dadas en:
Mateo 28
Marcos 16
Lucas 24
Juan 20
Los siguientes versículos también proveen
información adicional de la resurrección de Jesús:
Hechos 1:22;
2:24,32; 3:15,26; 4:10,33; 5:30; 10:40,41; 13:30‑33,34,37;
17:18,32
Romanos 1:4;
4:24; 6:5; 8:11,34
1 Corintios 6:14; 15:12‑58
2 Corintios 4:14
Gálatas 1:1
Filipenses 3:10
Efesios 1:20
1 Tesalonicenses 1:10
2 Timoteo 2:8
1 Pedro 1:3
Capítulo
Nueve
RESURRECCIÓN
DE LOS MUERTOS (II)
OBJETIVOS:
Al concluir este capítulo usted será capaz de:
n Describir la futura
resurrección de los muertos
n Distinguir entre la
resurrección del justo y del injusto
n Explicar como la
muerte y resurrección de Jesús afectó el destino del alma humana.
VERSÍCULO LLAVE:
“Porque el Señor mismo descenderá del cielo con
aclamación, con voz de arcángel y con trompeta de Dios; y los muertos en Cristo
resucitarán primero. Luego nosotros, los que vivimos y habremos quedado,
seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes, para el encuentro con el
Señor en el aire; y así estaremos siempre con el Señor” (1 Tesalonicenses 4:16‑17).
En el capítulo anterior el vocablo
"resurrección" fue definido, y las tres resurrecciones de que habla
el Nuevo Testamento fueron identificadas.
En el capítulo anterior discutimos dos de las
resurrecciones en detalle. Estas fueron la resurrección pasada de Jesús y la
presente resurrección del creyente en Cristo Jesús.
Este capítulo explicará la futura resurrección de
todos los que están en la tumba.
También explicará como la muerte y resurrección de Jesucristo afectó el
destino del alma humana.
La futura resurrección realmente consistirá en
dos resurrecciones separadas. Ellas son la resurrección del justo y la
resurrección del injusto.
Siendo que este capítulo se ocupa en eventos
futuros, trata de profecía acerca del fin del tiempo y de la eternidad. Si no
estás familiarizado con la profecía bíblica, debieras repasar la sección
"Para Estudio Adicional" de este capítulo. Esta sección provee un
bosquejo general de los eventos futuros como están revelados en la Palabra de
Dios.
La Biblia revela dos cosas acerca del destino de
todas las almas humanas:
1. Todos van a
experimentar la resurrección de los muertos.
2. Todos van a
experimentar el juicio eterno.
La revelación de que todos los hombres serán
resucitados de la tumba fue dada por Jesús:
“No os asombréis de esto, porque vendrá la hora cuando
todos los que están en los sepulcros oirán su voz y saldrán, los que hicieron
el bien para la resurrección de vida, pero los que practicaron el mal para la
resurrección de condenación” (Juan 5:28‑29).
El hecho de que todos los hombres serán
resucitados de la tumba es confirmado por el apóstol Pablo:
“Porque así como en Adán todos mueren, así también en
Cristo todos serán vivificados” (1 Corintios 15:22).
Por causa del pecado original de Adán, la muerte
vino a todos los hombres. Por causa de la muerte y resurrección de Jesús, todos
los hombres serán resucitados sean justos o injustos.
Los que nunca murieron no necesitaran ser
resucitados de entre los muertos.
Pablo escribió:
“He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos, pero
todos seremos transformados en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, a la
trompeta final. Porque sonará la trompeta, y los muertos serán resucitados sin
corrupción; y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto
corruptible sea vestido de incorrupción, y que esto mortal sea vestido de
inmortalidad” (1 Corintios 15:51‑53).
Cuando Pablo dice "no todos dormiremos"
él quiere decir que todos los verdaderos creyentes que estuvieren vivos cuando
del retorno de Jesús a la tierra por su iglesia no morirán. Al contrario, les
serán dados cuerpos sobrenaturales.
Estos creyentes serán arrebatados para encontrar
a Jesús y ser reunidos con los creyentes que hayan sido resucitados de la
tumba.
Hay mucho acerca del periodo entre la muerte
física y la resurrección que no está revelado en la Biblia. Pero tres cosas son
claras en la Palabra de Dios.
1. Al momento de la muerte hay una separación entre el cuerpo y espíritu e alma. El cuerpo físico es colocado en la tumba, pero la alma y el espíritu vivirán en la eternidad.
2. El destino de los espíritus de los justos es diferente del destino de los impíos.
3. Hay una diferencia entre el destino de los justos y después de la muerte de Jesús.
Jesús reveló lo que acontece más allá de la
muerte a través de la historia del mendigo Lázaro, quien estaba echado a la
puerta de la casa de un hombre rico.
Esta historia no es una parábola pero fue un
relato verídico dado por Jesús:
"Aconteció que murió el pobre y fue llevado por los
ángeles al seno de Abraham. Murió también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades,
estando en tormentos, alzó sus ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su
seno. Entonces él, dando voces, dijo:
'Padre Abraham, ten misericordia de mí y envía a Lázaro para que moje la punta
de su dedo en agua y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta
llama.' "Y Abraham dijo: 'Hijo, acuérdate que durante tu vida recibiste
tus bienes; y de igual manera Lázaro, males. Pero ahora él es consolado aquí, y
tú eres atormentado. Además de todo
esto, un gran abismo existe entre nosotros y vosotros, para que los que quieran
pasar de aquí a vosotros no puedan, ni de allá puedan cruzar para acá” (Lucas 16:22‑26).
Al morir, el cuerpo físico vuelve a la tierra:
“Porque
polvo eres y al polvo volverás” (Génesis 3:19b).
El espíritu del hombre entra a una nueva
existencia en la cual hay aun una personalidad, reconocimiento de una persona
por otra, y conciencia de condiciones presentes. Pero el destino de los
espíritus de los justos es diferente al destino de los espíritus de los impíos.
Lázaro y el hombre rico estaban dentro de la
región de los espíritus de los muertos llamado en el lenguaje hebreo
"Seol" y en el lenguaje griego "Hades." La mayor parte del Antiguo Testamento fue
escrito originalmente en hebreo. El Nuevo Testamento fue escrito en griego.
Pero los destinos de los dos hombres fueron
diferentes. El espíritu del hombre rico estaba en un lugar de tormento llamado
"infierno." El espíritu de Lázaro estaba en un lugar de descanso.
Entre estos dos lugares había un abismo que no podía ser cruzado de cualquier
lado.
Si el abismo no podía ser cruzado, significa que
no hay esperanza de cambio en el destino eterno del alma después de la muerte.
Por causa de esto, no es de valor orar por los
muertos. La decisión de aceptar o rechazar a Jesucristo como salvador debe de
hacerse durante la vida terrenal. Esta decisión determina el destino del alma.
El lugar de descanso para los espíritus de los
justos ya idos era llamado "el seno de Abraham." Este título significaba que era un lugar
para aquellos que seguían el camino de fe establecido por Abraham.
Esta historia de Lázaro y del hombre rico habla
con respecto al destino de las almas de los que murieron antes de la muerte y
resurrección de Jesús.
Después de la resurrección de Jesús, el destino
de las almas de los impíos quedó lo mismo. Pero el destino de las almas justas
cambió.
Cuando Jesús murió, Él dijo "Padre, en tus
manos encomiendo mi espíritu." Su cuerpo fue puesto en la tumba, pero el
destino de su espíritu fue decidido por Dios.
La Biblia revela lo que sucedió al espíritu de
Cristo después de la muerte:
“Pero esto de que subió, ¿qué quiere decir, a menos que
hubiera descendido también a las partes más bajas de la tierra? El que
descendió es el mismo que también ascendió por encima de todos los cielos, para
llenarlo todo” (Efesios 4:9‑10).
Antes de su muerte, Jesús le dijo al pecador
arrepentido en la cruz:
“De cierto
te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso” (Lucas 23:43).
El espíritu de Jesús descendió al
"Seol," el lugar para todos los espíritus de los ya muertos.
En el día de su muerte en la cruz, Él fue primero
al lugar de los espíritus de los justos.
Este era llamado de "paraíso" o "el seno de
Abraham."
Del paraíso, Jesús fue más allá, para la área del
"Seol", reservada para los espíritus de los impíos.
Su descendimiento a este lugar de tormento fue
necesario para que Él pudiera completar la otra de expiación por el pecado del
hombre. Él tuvo que sufrir las consecuencias físicas y espirituales del pecado.
La consecuencia física fue la muerte física. La consecuencia espiritual fue la
separación de Dios.
Después de esto, el espíritu de Jesús ascendió
del "Seol" al mundo temporal. Fue allí cuando su cuerpo, que estaba
sin vida en la tumba, fue resucitado de entre los muertos. Su espíritu y cuerpo
fueron reunidos para formar una personalidad completa.
Como aprendimos en el Último capítulo, Jesús
apareció en una forma visible a muchos antes de regresar al cielo.
Los eventos entre la muerte y la resurrección de
Jesús establecieron un nuevo modelo para el destino de las almas justas.
Antes de la resurrección de Jesucristo los
espíritus de los justos eran enviados al paraíso.
Después de la expiación del pecado por la muerte
y resurrección de Jesús, el camino fue abierto para que los espíritus de los
justos ascendiesen inmediatamente a la presencia de Dios.
Esto es confirmado por la muerte de Esteban:
“Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo y puestos los
ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba de pie a la
diestra de Dios. Y dijo: --¡He aquí, veo los cielos abiertos y al Hijo del
Hombre de pie a la diestra de Dios! Y apedreaban a Esteban, mientras él
invocaba diciendo: --¡Señor Jesús, recibe mi espíritu! Y puesto de rodillas
clamó a gran voz: --¡Señor, no les tomes en cuenta este pecado! Y habiendo
dicho esto, durmió” (Hechos 7:55‑56; 59‑60).
Momentos antes de la muerte, Esteban vio una
visión de Jesús en el cielo a la diestra de Dios.
Su oración, "Señor, recibe mi
espíritu," indicó la seguridad de que inmediatamente después de su muerte
su espíritu se iría directamente al cielo.
Este nuevo destino del alma del justo después de
la muerte es confirmado por el apóstol Pablo:
“Así vivimos, confiando siempre y comprendiendo que
durante nuestra estancia en el cuerpo peregrinamos ausentes del Señor. Porque andamos por fe, no por vista. Pues
confiamos y consideramos mejor estar ausentes del cuerpo, y estar presentes
delante del Señor” (2 Corintios 5:6,8).
Pablo compara la muerte al valor de permanecer
vivo para cumplir su ministerio terrenal.
Él confirma que estar ausente del cuerpo es estar con Cristo:
“Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es
ganancia. Pero si el vivir en la carne me sirve para una obra fructífera, ¿cuál
escogeré? No lo sé. Me siento presionado por ambas partes. Tengo el deseo de
partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedarme en la
carne es más necesario por causa de vosotros” (Filipenses 1:21‑24).
En adición al nuevo destino de los justos
muertos, Jesús asentó otro nuevo modelo por medio de su muerte y resurrección.
Este es el modelo que será seguido por todos los
hombres:
1. El espíritu del hombre que muere irá a la región de los espíritus de los ya murieron. Él justo ascenderá a la presencia de Dios. El impío irá al lugar de tormento (infierno).
2. En la resurrección, el cuerpo será levantado de nuevo de la muerte y reunido con el espíritu.
El apóstol Pablo describe la resurrección de los
muertos en tres etapas.
PRIMERA:
La primera resurrección de los muertos fue la de
Jesús mismo:
“Porque así como en Adán todos mueren, así también en
Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su orden: Cristo, las
primicias; luego los que son de Cristo, en su venida. Después el fin, cuando él
entregue el reino al Dios y Padre, cuando ya haya anulado todo principado,
autoridad y poder” (1 Corintios 15:22‑24).
La primera resurrección fue la de Jesús mismo.
Esto es lo que quiere decir la frase "Cristo los primeros frutos."
Hay dos mas resurrecciones de los muertos que han
de ocurrir en el futuro.
Estas dos resurrecciones son conocidas como la
resurrección del justo y la resurrección del injusto:
“Tengo esperanza en Dios, la cual ellos mismos también
abrigan, de que ha de haber resurrección de los justos y de los injustos” (Hechos 24:15).
La Biblia también llama estas resurrecciones la
resurrección de la vida y la resurrección de condenación:
“De cierto, de cierto os digo que viene la hora y ahora
es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que oyen vivirán.
No os asombréis de esto, porque vendrá la hora cuando todos los que están en
los sepulcros oirán su voz y saldrán, los que hicieron el bien para la
resurrección de vida, pero los que practicaron el mal para la resurrección de
condenación” (Juan 5:25, 28‑29).
SEGUNDA:
La resurrección de la vida sucederá cuando Cristo
volver a la tierra para su iglesia. Será la resurrección de los muertos de
todos los que fueron verdaderos creyentes en Jesús. Esta es llamada la
resurrección del justo o la resurrección de la vida.
La resurrección de Jesús fue la primera etapa...
La resurrección de los creyentes la segunda
etapa...
TERCERA:
La tercera etapa de la resurrección de los
muertos es llamada "el fin." Esta resurrección ocurre al final del
reino terrenal de Cristo de mil años de paz.
Esta resurrección es llamada la resurrección de
los injustos o la "resurrección para condenación."
PARA RESUMIR:
El siguiente gráfico resume lo que usted ha
aprendido de las tres etapas da resurrección de los muertos:
Resurrección de los Muertos
|
Primera etapa: resurrección de Jesucristo
|
Segunda etapa: resurrección del Justo
(resurrección de la Vida)
|
Tercera etapa: resurrección del Injusto
(resurrección de condenación)
Ya hemos estudiado la resurrección de Jesús.
Ahora vamos a estudiar la resurrección del justo y del injusto.
Pablo identifica a aquellos que estarán en la
segunda etapa de la resurrección de los muertos como "los que están en
Cristo”.
Esta resurrección del justo incluye solamente
aquellos que se han arrepentido de las obras muertas y por medio de la fe
aceptaron a Jesucristo como salvador.
Pablo dice que la resurrección de los creyentes
ocurrirá a la hora de la venida de Cristo.
El pasaje principal del Nuevo Testamento que
describe esta resurrección de vida (del justo) se encuentra en Tesalonicenses:
“Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los
que duermen, para que no os entristezcáis como los demás que no tienen
esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, de la misma manera
Dios traerá por medio de Jesús, y con él, a los que han dormido. Pues os
decimos esto por palabra del Señor: Nosotros que vivimos, que habremos quedado
hasta la venida del Señor, de ninguna manera precederemos a los que ya
durmieron. Porque el Señor mismo
descenderá del cielo con aclamación, con voz de arcángel y con trompeta de
Dios; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros, los que vivimos y habremos quedado, seremos
arrebatados juntamente con ellos en las nubes, para el encuentro con el Señor
en el aire; y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras” (1 Tesalonicenses 4:13‑18).
El propósito de la enseñanza de Pablo es animar a
los creyentes con respecto a otros cristianos que ya han muerto. Ellos son
descritos como "los que están dormidos." El mensaje de Pablo está
basado en la seguridad de que todos los cristianos verdaderos serán
resucitados.
Cuando vuelva Jesús, van a ocurrir dos grandes
eventos sobre la tierra:
1. Todos los verdaderos
creyentes que hayan muerto anteriormente serán resucitados.
2. Todos los creyentes
que estuvieren vivos en ese momento sufrirán un cambio inmediato en sus cuerpos
físicos.
Ambos grupos de creyentes, los que resucitarán y
los que recibirán un cambio de cuerpo sin morir, serán levantados por el poder
de Dios de la tierra al aire. Ellos serán reunidos con el Señor y los unos con
los otros. Después de esto, el Señor y estos creyentes tendrán una comunión
inquebrantable en el cielo.
El libro de Apocalipsis provee una referencia
adicional de la resurrección de los justos:
“Y vi tronos; y se sentaron sobre ellos, y se les
concedió hacer juicio. Y vi las almas de los degollados por causa del
testimonio de Jesús y por la palabra de Dios. Ellos no habían adorado a la
bestia ni a su imagen, ni tampoco recibieron su marca en sus frentes ni en sus
manos. Ellos volvieron a vivir y reinaron con Cristo por mil años. Pero los
demás muertos no volvieron a vivir, sino hasta que se cumplieran los mil años.
Esta es la primera resurrección.
Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección.
Sobre éstos la segunda muerte no tiene ningún poder; sino que serán sacerdotes
de Dios y de Cristo, y reinarán con él por los mil años” (Apocalipsis 20:4‑6).
Las personas cuya resurrección está descrita en
este pasaje son las que murieron como mártires durante el periodo de la
tribulación. Ellas son resucitadas antes de que el reino de Cristo sea
establecido en la tierra.
Este pasaje señala que la resurrección del justo,
que es llamada la primera resurrección, es completada después del levantamiento
de este grupo de creyentes.
La Biblia revela algunas cosas acerca de los
nuevos cuerpos que todos los creyentes recibirán.
El nuevo cuerpo será:
DE ACUERDO CON LA VOLUNTAD DE
DIOS:
“Pero Dios
le da un cuerpo como quiere, a cada semilla su propio cuerpo” (1 Corintios 15:38).
UN CUERPO GLORIOSO:
“Se
siembra en deshonra; se resucita con gloria. Se siembra en debilidad; se
resucita con poder” (1 Corintios 15:43).
UN CUERPO ESPIRITUAL:
“Se siembra cuerpo natural; se resucita cuerpo
espiritual. Hay cuerpo natural; también hay cuerpo espiritual” (1 Corintios 15:44).
UN CUERPO PODEROSO:
“Se
siembra en debilidad; se resucita con poder” (1 Corintios 15:43b).
UN CUERPO INMORTAL:
Esto significa que nos es un cuerpo que se hará
viejo, decaerá, o morirá:
“En un instante, en un abrir y cerrar de ojos, a
la trompeta final. Porque sonará la trompeta, y los muertos serán resucitados
sin corrupción; y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto
corruptible sea vestido de incorrupción, y que esto mortal sea vestido de
inmortalidad. Y cuando esto corruptible se vista de incorrupción y esto mortal
se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita:
¡Sorbida es la muerte en victoria!” (1 Corintios 15:52‑54).
UN CUERPO COMO EL DEL SEÑOR
RESUCITADO:
“Pero ahora, Cristo sí ha resucitado de entre los
muertos, como primicias de los que durmieron” (1 Corintios 15:20).
Jesús se levantó de entre los muertos primero. Su
resurrección es comparada al primero manojo de una gran cosecha que ha de
venir. Esta cosecha es el levantamiento de los creyentes en la resurrección de
las tumbas. Nuestros nuevos cuerpos van a ser como el del Señor:
“Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha
manifestado lo que seremos. Pero sabemos que cuando él sea manifestado, seremos
semejantes a él, porque le veremos tal como él es” (1 Juan 3:2).
“Él transformará nuestro cuerpo de humillación para que
tenga la misma forma de su cuerpo de gloria, según la operación de su poder,
para sujetar también a sí mismo todas las cosas” (Filipenses 3:21).
La última resurrección es descrita por Pablo en 1
Corintios 15:24. El la llama "el
fin." Esta es la resurrección del
injusto.
Cuando Cristo complete su reino terrenal de mil
años (el milenio), Dios le traerá a todos sus enemigos a sujeción. El último de
estos enemigos para ser conquistado será la muerte.
Esto completara el plan de Dios para el mundo:
“Él nos ha dado a conocer el misterio de su voluntad,
según el beneplácito que se propuso en Cristo, a manera de plan para el
cumplimiento de los tiempos: que en Cristo sean reunidas bajo una cabeza todas
las cosas, tanto las que están en los cielos como las que están en la tierra” (Efesios 1:9‑10).
La reunión de todas las cosas en Cristo completa
el plan de Dios para el mundo.
Apocalipsis 20 nos dice que la resurrección del
injusto se relacionará a las otras partes del plan de Dios. En este capítulo,
el apóstol Juan describe el intento final de Satanás para tomar la autoridad de
Dios. Esto sucede al final del reinado de mil años de Cristo:
“Cuando se cumplan los mil años, Satanás será soltado de
su prisión y saldrá para engañar a las
naciones que están sobre los cuatro puntos cardinales de la tierra, a Gog y a
Magog, a fin de congregarlos para la batalla. El número de ellos es como la
arena del mar. Y subieron sobre lo
ancho de la tierra y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada, y
descendió fuego del cielo y los devoró. Y el diablo que los engañaba fue
lanzado al lago de fuego y azufre, donde también están la bestia y el falso
profeta, y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 20:7‑10).
Durante el milenio Jerusalén será el centro del
gobierno de Cristo sobre todas las naciones de la tierra. Satanás estará
aprisionado durante este tiempo.
Al terminar el milenio, Satanás será liberado lo
suficiente para organizar la rebelión final entre las naciones gentiles. Esto
resultará en un intento para atacar a Jerusalén.
Dios intervendrá con fuego del cielo y la
rebelión será destruida. Satanás será echado al lago de fuego eterno para ser
atormentado para siempre.
Juan describe la resurrección final de todo el
resto de los muertos.
“Vi un gran trono blanco y al que estaba sentado sobre
él, de cuya presencia huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar fue hallado
para ellos. Vi también a los muertos, grandes y pequeños, que estaban de pie
delante del trono, y los libros fueron abiertos. Y otro libro fue abierto, que
es el libro de la vida. Y los muertos fueron juzgados a base de las cosas
escritas en los libros, de acuerdo a sus obras. Y el mar entregó los muertos que estaban en él, y la Muerte y el
Hades entregaron los muertos que estaban en ellos; y fueron juzgados, cada uno
según sus obras. Y la Muerte y el Hades
fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda, el lago de
fuego. Y el que no fue hallado inscrito
en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego” (Apocalipsis 20:11‑15).
PARA RESUMIR...
Todos los verdaderos creyentes que han muerto
serán resucitados de la tumba antes de los mil años del reinado de Cristo. Esta
es la primera resurrección. Es la resurrección del justo para vida.
La mayoría de los que resucitarán al final del
milenio serán los muertos injustos. Esta es la resurrección del injusto para
condenación.
La Biblia nos dice de otro gran evento que tomará
lugar después de las resurrecciones.
Este evento se conoce como el juicio eterno y es el tema de estudio en
el próximo capítulo.
Después del juicio el destino de los injustos es
el lago de fuego que la Biblia llama "la segunda muerte." El impío ya ha experimentado la muerte
física. Ahora ellos han de experimentar la segunda muerte de separación eterna
de Dios. Esta es la muerte espiritual.
El destino de los justos es la eternidad en la
presencia de Dios.
La doctrina de la resurrección es una verdad
fundamental de la fe cristiana. El mensaje del evangelio no solamente incluye
la vida y la muerte de Jesucristo pero también la resurrección.
Los apóstoles predicaron la resurrección de Jesús
y la resurrección de los muertos:
“Resentidos de que enseñasen al pueblo y anunciasen en
Jesús la resurrección de entre los muertos” (Hechos 4:2).
“Y algunos de los filósofos epicúreos y estoicos
disputaban con él. Unos decían: --¿Qué querrá decir este palabrero? Otros
decían: --Parece ser predicador de divinidades extranjeras. Pues les anunciaba
las buenas nuevas de Jesús y la resurrección. Cuando le oyeron mencionar la
resurrección de los muertos, unos se burlaban, pero otros decían: --Te oiremos
acerca de esto en otra ocasión” (Hechos 17:18, 32).
Estos versículos nos muestran las dos respuestas
diferentes de la gente al mensaje de la resurrección. Algunos no lo creerán.
Otros oirán el mensaje.
Nuestra responsabilidad como creyentes es
compartir el mensaje como parte del evangelio.
Esto es lo que hizo Pablo:
“Además, hermanos, os declaro el evangelio que os
prediqué y que recibisteis y en el cual también estáis firmes; Por el cual
también sois salvos, si lo retenéis como yo os lo he predicado. De otro modo,
creísteis en vano. Porque en primer
lugar os he enseñado lo que también recibí: que Cristo murió por nuestros pecados,
conforme a las Escrituras; que fue
sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; que apareció a Pedro y después a los
doce. Luego apareció a más de
quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven todavía; y otros ya
duermen. Luego apareció a Jacobo, y
después a todos los apóstoles. Y al último de todos, como a uno nacido fuera de
tiempo, me apareció a mí también” (1 Corintios 15:1‑8).
La predicación del evangelio es incompleta sin la
doctrina de la resurrección:
“Y si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra
predicación; vana también es vuestra fe. ¡Si sólo en esta vida hemos tenido
esperanza en Cristo, somos los más miserables de todos los hombres! Pero ahora,
Cristo sí ha resucitado de entre los muertos, como primicias de los que
durmieron. Puesto que la muerte entró por medio de un hombre, también por medio
de un hombre ha venido la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán
todos mueren, así también en Cristo todos serán vivificados” (1 Corintios 15:14, 19‑22).
1. Escribe el versículo llave de memoria:
_______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
2. ¿Cómo son llamadas las dos futuras resurrecciones?
__________________________________________________________________________________________________________________________________________
3. ¿Cuales son las dos cosas que la Biblia revela
acerca del destino de todas las almas humanas?
_______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
4. Lea las frases abajo. Si la frase es VERDADERA, escribe la letra V
en el espacio en blanco. Si la frase es
FALSA, escribe la letra F en el espacio en blanco.
a. _____
Los que no murieren no serán resucitados.
b. _____ Al momento de la muerte hay una
separación entre los espíritus de los que son justos y los que son impíos.
c. _____
Es importante orar por los muertos para que sean salvos.
d. _____ El destino de las almas justas es
diferente ahora que antes de la muerte y resurrección de Jesucristo.
e. _____ La resurrección de Jesús es importante
pero no es en realidad una parte del mensaje del evangelio.
5. Que versículos son una ilustración de las dos
respuestas de los hombres al mensaje de resurrección.
(Las respuestas se encuentran
al final del último capítulo de este manual).
La doctrina de la resurrección de los muertos que
hemos estudiado y la doctrina del juicio eterno que vamos a estudiar en el
próximo capítulo se relacionan a eventos futuros.
Los eventos futuros son predichos en la Palabra
de Dios. Aunque estos eventos no han sucedido, Dios ha provisto conocimiento de
sus planes futuros por medio de la profecía.
Hay mucho acerca de los eventos futuros que no
está revelado en las Escrituras. Lo que ha sido revelado ha sido interpretado
de diferentes maneras por los estudiantes de la Biblia.
No es necesario entender todas las varias
interpretaciones por los hombres de la profecía bíblica. Muchas de estas
interpretaciones se centran en el tiempo exacto de ciertos eventos proféticos o
detalles específicos de estos eventos.
Lo que es importante para el fundamento de la fe
cristiana es una comprensión general de los que dice la Biblia que va a
suceder.
El siguiente bosquejo provee un entendimiento de
estos eventos importantes.
I. La Biblia enseña que el Señor volverá a la
tierra por los creyentes.
Jesús
prometió a sus seguidores:
“En la casa de mi Padre muchas moradas hay. De otra
manera, os lo hubiera dicho. Voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si
voy y os preparo lugar, vendré otra vez y os tomaré conmigo; para que donde yo
esté, vosotros también estéis” (Juan 14:2‑3).
A. El Rapto.
1 Tesalonicenses 4:13‑18 nos da los mayores detalles acerca del
retorno de Cristo por los creyentes. Esta venida se llama el rapto:
1. Cristo mismo
volverá. Versículo 16.
2. Habrá una resurrección
de la tumba para aquellos que eran creyentes cuando murieron. Versículo 16.
3. Habrá un rapto, que
significa "el acto de tomar a una persona de un lugar a otro." Los
creyentes que estuvieren vivos serán tomados de la tierra para encontrar a
Cristo. Versículo 17.
4. Habrá una reunión
entre los creyentes que han muerto previamente, creyentes que vivan al tiempo
de la venida de Cristo, y su Señor Jesucristo. Versículo 17.
B. La tribulación: La Biblia habla de un tiempo
terrible sobre la tierra que se llama “la tribulación”.
1. La tribulación tardará
42 meses o 1,260 días (Daniel 9:24:‑27).
2. Será un tiempo muy
difícil. Habrán muchos tiempos difíciles en el mundo, pero tres cosas van a ser
distinguidas en la tribulación de otros tiempos difíciles.
a. Primero, será en el
ámbito mundial no local. Apocalipsis 3:10.
b. Segundo, la gente se
dará cuenta de que el fin del mundo está cerca. Apocalipsis 6:16.
c. Tercero, la intensidad
de la tribulación será mucho más grande de lo que se haya experimentado
antes. Mateo 24:4‑14.
3. Su descripción. Habrá una serie de juicios de Dios sobre la
tierra durante la tribulación. Estos son descritos en Apocalipsis capítulos 6,
8‑9, y 16 y en Mateo 24:4‑14.
4. La razón de la
tribulación: La iniquidad del hombre debe ser castigada, Satanás derrotado, y
Jesús reconocido como Señor de todo. Esto completa el plan de Dios de las
tiempos mencionados en Efesios 1:8‑9.
C. El tiempo del rapto:
Algunas personas creen que el rapto ocurrirá
antes de la tribulación y los creyentes no van a experimentar ninguna de las
cosas terribles de la tribulación sobre la tierra. Otros creen que el rapto
sucederá a la mitad de este periodo. Aun otros creen que el rapto sucederá al
final de la tribulación.
La interpretación más común es de que el rapto de
los creyentes sucederá antes de que el periodo de la tribulación comience.
Los diferentes puntos de vista acerca del tiempo
del rapto resultan de las varias interpretaciones de la información profética
dada en la Escritura.
Lo que es más importante es saber que eres un
verdadero creyente y que estarás listo para ir con Jesús en el rapto cuando él
ocurrir.
D. Milenio:
El milenio es un periodo de 1,000 años después de
la tribulación durante el cual Jesús reinará sobre la tierra en justicia
(Zacarías 14:9; Daniel 7:14). La ciudad
de Jerusalén será el centro del gobierno (Isaías 2:3).
Este periodo terminará cuando Satanás organizar
una última revuelta contra Dios (Apocalipsis 20:7‑9). Dios enviará fuego del cielo y terminará
toda oposición. Satanás será echado en el lago de fuego por la eternidad
(Apocalipsis 20:10).
E. Juicio:
Todas las cosas creadas serán juzgadas por Dios.
Esto es conocido como el tiempo del juicio eterno. Es el último de los
principios fundamentales de Hebreos 6:1‑3 y es discutido en el siguiente
capítulo.
Aquellos que murieron como incrédulos serán
resucitados para enfrentar el juicio.
Porque ellos no se arrepintieron del pecado y no aceptaron a Jesús como
salvador, ellos serán condenados a la eternidad en el infierno (Apocalipsis
20:12‑15).
Los verdaderos creyentes que se arrepintieron del
pecado y aceptaron a Jesús como salvador pasaran la eternidad en el cielo en la
presencia de Dios (Apocalipsis 21).
Capítulo Diez
EL JUICIO
ETERNO
OBJETIVOS:
Al concluir este capítulo usted será capaz de:
n Definir la palabra
"Juicio."
n Explicar porque el
juicio es necesario.
n Identificar quien
juzgará en el juicio final.
n Identificar quien será
juzgado en el juicio final.
n Explicar los
principios que gobiernan el juicio final.
VERSÍCULO LLAVE:
“Porque
Jehová es nuestro Juez; Jehová es nuestro Legislador. Jehová es nuestro Rey; él
mismo nos salvará” (Isaías 33:22).
El juicio eterno es el último de los seis
principios fundacionales de la fe cristiana.
En el Antiguo Testamento, la palabra "juicio"
es usada de dos modos. Uno se refiere a los estatutos, testimonios, y leyes de
Dios. El segundo se refiere al juicio de Dios sobre los asuntos de los hombres
y las naciones.
El significado de la palabra "juicio"
usado en el Nuevo Testamento es el segundo.
Y este es el significado de juicio que usaremos en este capítulo.
La palabra "juzgar" significa separar o
hacer una diferencia entre dos cosas. Esto incluye traer a juicio, examinar la
evidencia, determinar si es culpable o inocente, y decidir la penalidad del
pecado.
El juicio eterno es el mayor y final juicio que
habla la Biblia, el cual determina el destino eterno de todas las almas.
DIOS ES EL JUEZ:
“Porque el Señor es nuestro juez...” (Isaías 33:22).
“Dios, el Juez de
todos” (Hebreos 12:23).
El juicio es la respuesta de Dios a la conducta
pecaminosa de la humanidad. El deseo real de Dios no es juicio, pero que todos
los hombres vengan al conocimiento de Jesucristo:
“Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al
mundo, sino para que el mundo sea salvo por él” (Juan 3:17).
“El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por
tardanza; más bien, es paciente para con vosotros, porque no quiere que nadie
se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2 Pedro 3:9).
El deseo de Dios es de que todos los hombres en
cualquier lugar se arrepientan. Si ellos no se arrepienten del pecado, ellos
experimentaran su juicio:
“Por eso, aunque antes Dios pasó por alto los tiempos de
la ignorancia, en este tiempo manda a todos los hombres, en todos los lugares,
que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el que ha de juzgar al
mundo con justicia por medio del Hombre a quien ha designado, dando fe de ello
a todos, al resucitarle de entre los muertos” (Hechos 17:30‑31).
JESUCRISTO:
Dios le ha dado a Jesucristo la autoridad de
juzgar:
“Porque el Padre no juzga a nadie, sino que todo el
juicio lo dio al Hijo, Y también le dio autoridad para hacer juicio, porque él
es el Hijo del Hombre” (Juan 5:22, 27).
LOS SANTOS:
En el juicio final los verdaderos creyentes
ayudarán a juzgar al mundo:
“¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si
el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar pleitos tan
pequeños? ¿No sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¡Cuánto más las cosas
de esta vida!” (1 Corintios 6:2‑3).
La palabra "santos" en este versículo
significa todos los verdaderos creyentes. Ellos ayudarán a juzgar al
"mundo" (los injustos).
La norma del juicio es la Palabra de Dios. Esta
es la norma en la cual todas las almas serán juzgadas:
“Si alguien oye mis palabras y no las guarda, yo no le
juzgo; porque yo no vine para juzgar al mundo, sino para salvar al mundo. El
que me desecha y no recibe mis palabras tiene quien le juzgue: La palabra que
he hablado le juzgará en el día final” (Juan 12:47‑48).
No son las normas, credos, o tradiciones del
hombre por los cuales seremos juzgados. No es de acuerdo a las reglas
organizacionales o denominacionales.
La norma por la cual seremos juzgados es el fijo
padrón de la Palabra de Dios.
“Para siempre, OH Jehová, permanece tu palabra en los
cielos” (Salmos 119:89).
La razón básica del juicio es el pecado.
La Biblia revela que el juicio es necesario por
causa de la ley de Dios ser contra el pecado, impiedad, injusticia,
incredulidad, trasgresión, y malas obras.
Aunque estas son diferentes palabras, todas son
palabras que describen al pecado.
PECADO EN CONTRA DE LA LEY DE
DIOS:
“No os conforméis a este mundo; más bien, transformaos
por la renovación de vuestro entendimiento, de modo que comprobéis cuál sea la
voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta” (Romanos 2:12).
IMPIEDAD:
“Pero por la misma palabra, los cielos y la tierra que
ahora existen están reservados para el fuego, guardados hasta el día del juicio
y de la destrucción de los hombres impíos” (2 Pedro 3:7).
“Para hacer juicio contra todos y declarar convicta a
toda persona respecto a todas sus obras de impiedad que ellos han hecho
impíamente y respecto a todas las duras palabras que los pecadores impíos han
hablado contra él" (Judas 15).
INJUSTICIA:
“Entonces el Señor sabe rescatar de la prueba a los
piadosos y guardar a los injustos para ser castigados en el día del juicio” (2 Pedro 2:9).
INCREDULIDAD:
“El que cree en él no es condenado; pero el que no cree
ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de
Dios” (Juan 3:18).
TRASGRESIÓN:
“Así que, como la ofensa de uno alcanzó a todos los
hombres para la condenación, así también la justicia realizada por uno alcanzó
a todos los hombres para la justificación de vida” (Romanos 5:18).
OBRAS MALAS:
“Porque como por la desobediencia de un solo hombre,
muchos fueron constituidos pecadores, así también, por la obediencia de uno,
muchos serán constituidos justos” (Juan 3:19).
Los principios terrenales acerca del juicio
varían de nación a nación. Las normas pueden variar de estado a estado dentro
de una nación, y de ciudad a ciudad.
Los principios terrenales que rigen el juicio
varían por causa de que la gente interpreta ciertos actos de diferentes
maneras. El mismo acto interpretado como malo en una cultura puede ser
aceptable en otra.
Por ejemplo, el matar a una vaca se ve
completamente diferente en los Estados Unidos, donde se usa para consumir la
carne, que en la India, en donde la vaca es considerada sagrada por algunas
personas.
El juicio del hombre varia por causa de que las
normas por las cuales ellos juzgan varían. Pero los principios del juicio de
Dios no cambian.
LA PALABRA DE DIOS:
La ley y los principios del juicio de Dios están
fijos en su Palabra.
“Para siempre, OH Jehová, permanece tu palabra en los
cielos” (Salmos 119:89).
El juicio es de acuerdo a la Palabra de Dios. La
Biblia también revela los principios sobre los cuales el juicio eterno será
basado.
DE ACUERDO CON EL
CONOCIMIENTO:
Los hombres y las naciones serán juzgados de
acuerdo al conocimiento de Dios que les fue dado.
Jesús dijo que algunos serian juzgados más
severamente que las ciudades de Sodoma, Nínive, Tiro, y Sidon. Estas eran ciudades malvadas mencionadas en
el Antiguo Testamento las cuales Dios juzgó y castigó.
La razón de que Jesús pronunció un juicio más
severo sobre algunas ciudades del Nuevo Testamento fue por que estas ciudades
tenían mas conocimiento de Dios.
Jesús mismo había ministrado en estas ciudades y
mostró poderosas obras de sanidad y liberación. Aun así, la gente de estas
ciudades no se arrepintió.
Jesús advirtió:
“Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio contra
esta generación y la condenarán, porque ellos se arrepintieron ante la
proclamación de Jonás. ¡Y he aquí uno mayor que Jonás está en este lugar!” (Mateo 12:41).
Una revelación general de Dios es dada a todos
los hombres por medio de las maravillas de la creación:
“Porque lo invisible de él--su eterno poder y deidad-- se
deja ver desde la creación del mundo, siendo entendido en las cosas creadas; de
modo que no tienen excusa” (Romanos 1:20).
Un entendimiento general de Dios es dado a todos los hombres por medio de la creación. Esta es la norma básica por la cual los hombres serán juzgados. Aquellos que reciben revelación adicional al oír la Palabra de Dios serán juzgados de acuerdo a una norma mayor de conocimiento.
INDIVIDUALMENTE:
Cada persona será juzgada individualmente:
“El alma que peca, ésa morirá. El hijo no cargará con el
pecado del padre, ni el padre cargará con el pecado del hijo. La justicia del
justo será sobre él, y la injusticia del impío será sobre él” (Ezequiel 18:20).
El juicio no será basado de acuerdo a un grupo.
El juicio por el cual el destino eterno de cada alma es determinado será basado
individualmente.
DE ACUERDO CON LA VERDAD:
Pablo escribió:
“Pero sabemos que el juicio de Dios es según verdad
contra los que practican tales cosas” (Romanos 2:2).
BASADO EN LA CONDUCTA
PERSONAL:
Cada uno de nosotros estará delante de la silla del
juicio de Cristo y será juzgado de acuerdo con nuestras acciones. La Biblia
llama también este juicio de acuerdo con las "obras."
“Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos
ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho
por medio del cuerpo, sea bueno o malo” (2 Corintios 5:10).
“Él recompensará a cada uno conforme a sus obras” (Romanos 2:6).
“Y si invocáis como Padre a aquel que juzga según la obra
de cada uno sin hacer distinción de personas, conducios en temor todo el tiempo
de vuestra peregrinación” (1 Pedro 1:17).
“Vi también a los muertos, grandes y pequeños, que
estaban de pie delante del trono, y los libros fueron abiertos. Y otro libro
fue abierto, que es el libro de la vida. Y los muertos fueron juzgados a base
de las cosas escritas en los libros, de acuerdo a sus obras” (Apocalipsis 20:12).
El registro de Dios acerca de las
"obras" de los hombres no solo cubre las acciones pero también los
pensamientos y motivos. Dios mira al corazón, y no solamente la apariencia
externa (1 Samuel 16:7).
SIN PARCIALIDAD:
El juicio eterno será sin parcialidad. Esto
significa sin ningún favor especial. La gente no será juzgada de acuerdo a sus
riquezas, posición social, nacionalidad, o educación.
“Y si invocáis como Padre a aquel que juzga según la obra
de cada uno sin hacer distinción de personas, conducios en temor todo el tiempo
de vuestra peregrinación” (1 Pedro 1:17).
Tener acepción de personas significa estar
influenciado en juicio por algunos factores externos de apariencia, relación,
posición, riqueza, etc. El juicio de Dios no esta influenciado por estas cosas.
“Pero Jehová dijo a Samuel: --No mires su apariencia ni
lo alto de su estatura, pues yo lo he rechazado. Porque Jehová no mira lo que
mira el hombre: El hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová
mira el corazón” (1 Samuel 16:7).
DE ACUERDO A LA LEY:
“Así que todos los que pecaron sin la ley, sin la ley
también perecerán; y todos los que pecaron teniendo la ley, por la ley serán
juzgados” (Romanos 2:12).
DE ACUERDO A LA JUSTICIA:
“Él juzgará al mundo con justicia; hará juicio a los
pueblos con rectitud” (Salmos 9:8).
“Contad entre las naciones su gloria, entre todos los
pueblos sus maravillas” (Salmos 96:13).
“Por cuanto ha establecido un día en el que ha de juzgar
al mundo con justicia por medio del Hombre a quien ha designado, dando fe de
ello a todos, al resucitarle de entre los muertos” (Hechos 17:31).
“Pero por tu dureza y por tu corazón no
arrepentido, acumulas sobre ti mismo ira para el día de la ira y de la
revelación del justo juicio de Dios” (Romanos 2:5).
“Por lo demás, me está reservada la corona de justicia,
la cual me dará el Señor, el Juez justo, en aquel día. Y no sólo a mí, sino
también a todos los que han amado su venida” (2 Timoteo 4:8).
DE ACUERDO A LOS MOTIVOS Y
PENSAMIENTOS:
“Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que
venga el Señor, quien a la vez sacará a la luz las cosas ocultas de las
tinieblas y hará evidentes las intenciones de los corazones. Entonces tendrá
cada uno la alabanza de parte de Dios” (1 Corintios 4:5).
“En el día en que, conforme a mi evangelio, Dios juzgue
los secretos de los hombres, por medio de Cristo Jesús” (Romanos 2:16).
La Biblia indica que hay un juicio pasado,
presente, y futuro.
JUICIO PASADO:
La Biblia es una historia del juicio pasado de
Dios. Desde el tiempo de Adán y Eva la Biblia registra el juicio de Dios sobre
las naciones e individuos.
La Biblia registra dos juicios pasados especiales
que son importantes para los creyentes. Estos son los juicios sobre Satanás y
el mundo. Dios ya ha dado juicio y dado el castigo para ambos.
Satanás y sus Ángeles:
Por medio de la muerte y resurrección de
Jesucristo, Dios dio un juicio final sobre Satanás.
“Y en cuanto a juicio, porque el príncipe de este mundo
ha sido juzgado” (Juan 16:11).
“En él también fuisteis circuncidados con una
circuncisión no hecha con manos, al despojaros del cuerpo pecaminoso carnal
mediante la circuncisión que viene de Cristo” (Colosenses 2:15).
Satanás ya ha sido juzgado por Dios. Ahora solo
se le permite una actividad limitada hasta que sea echado al lago de fuego al
final del mundo, pero ya ha sido condenado como culpable.
Los Ángeles de Satanás, quienes dejaron su
posición original en el cielo como Ángeles de Dios para unirse a él en
rebelión, también han sido condenados.
“También a los ángeles que no guardaron su primer estado
sino que abandonaron su propia morada, los ha reservado bajo tinieblas en
prisiones eternas para el juicio del gran día” (Judas 6).
El mundo:
Jesús dijo:
“Ahora es el juicio de este mundo. Ahora será echado
fuera el príncipe de este mundo” (Juan 12:31).
Porque él está arruinado por la presencia del
pecado, el mundo físico ya ha sido condenado por el juicio de Dios. La Biblia
dice que el mundo será destruido por fuego:
“Pero el día del Señor vendrá como ladrón. Entonces los
cielos pasarán con grande estruendo; los elementos, ardiendo, serán deshechos,
y la tierra y las obras que están en ella serán consumidas” (2 Pedro 3:10).
JUICIO PRESENTE:
Hay un juicio presente que va continuamente.
Todos los hombres son juzgados como pecadores o
justos ante Dios. El presente juicio del hombre se basa si ya ha aceptado a
Jesucristo como salvador o no.
“El que cree en él no es condenado; pero el que no cree
ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de
Dios” (Juan 3:18).
El juicio presente de Dios sobre los incrédulos
se revela al mostrar su ira porque ellos ocultan la verdad.
“Primeramente, doy gracias a mi Dios por medio de
Jesucristo con respecto a todos vosotros, porque vuestra fe es proclamada en
todo el mundo” (Romanos 1:8).
El juicio presente de Dios sobre los creyentes es
en amor. Él los corrige cuando hacen lo malo.
“¿Y habéis ya olvidado la exhortación que se os dirige
como a hijos? Hijo mío, no tengas en poco la disciplina del Señor ni desmayes
cuando seas reprendido por él. Porque el Señor disciplina al que ama y castiga
a todo el que recibe como hijo. Pero si estáis sin la disciplina de la cual
todos han sido participantes, entonces sois ilegítimos, y no hijos” (Hebreos 12:5, 6, 8).
Así como un padre natural corrige a sus hijos,
Dios también juzga la conducta de sus hijos. Si ellos pecan, Dios los corrige
en amor así como un padre lo hace con su hijo.
El castigo de Dios (corrección) sobre sus hijos
es para un propósito especifico:
“Al momento, ninguna disciplina parece ser causa de gozo,
sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que por
medio de ella han sido ejercitados” (Hebreos 12:11).
JUICIO FUTURO:
Este es el juicio futuro lo cual Pablo se refiere
en Hebreos 6 cuando habrá del "juicio eterno." El juicio eterno
sucede después de la muerte:
“Entonces, tal como está establecido que los hombres
mueran una sola vez, y después el juicio” (Hebreos 9:27).
Como aprendimos en los capítulos anteriores,
después de la muerte se determina inmediatamente si el alma entra a la
presencia de Dios o no.
Los destinos de los justos y de los injustos son
diferentes al momento de la muerte física y la resurrección.
Pero el juicio final que confirma los destinos
eternos ocurrirá después del fin del mundo y la resurrección de los muertos de
la tumba:
“Te requiero delante de Dios y de Cristo Jesús, quien ha
de juzgar a los vivos y a los muertos, tanto por su manifestación como por su
reino” (2 Timoteo 4:1).
“Acerca de los mismos también profetizó Enoc, séptimo
después de Adán, diciendo: "He aquí, el Señor vino entre sus santos
millares para hacer juicio contra todos y declarar convicta a toda persona
respecto a todas sus obras de impiedad que ellos han hecho impíamente y
respecto a todas las duras palabras que los pecadores impíos han hablado contra
él” (Judas 14, 15).
Hay tres lugares en donde el juicio final
ocurrirá:
EL JUICIO DEL TRONO DE CRISTO:
Los que son juzgados aquí son todos los creyentes
verdaderos:
“Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también,
¿por qué menosprecias a tu hermano? Pues todos compareceremos ante el tribunal
de Dios” (Romanos 14:10).
“Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos
ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho
por medio del cuerpo, sea bueno o malo” (2 Corintios 5:10).
EL TRONO DE SU GLORIA:
El segundo lugar de juicio se llama "el
trono de la gloria de Cristo."
Los que serán juzgados aquí son los que
permanecieron sobre la tierra durante el periodo de la tribulación. Los justos
serán resucitados y juzgados antes de que Cristo establezca su reinado de mil
años sobre la tierra:
“Y vi tronos; y se sentaron sobre ellos, y se les
concedió hacer juicio. Y vi las almas de los degollados por causa del
testimonio de Jesús y por la palabra de Dios. Ellos no habían adorado a la
bestia ni a su imagen, ni tampoco recibieron su marca en sus frentes ni en sus
manos. Ellos volvieron a vivir y reinaron con Cristo por mil años. Pero los
demás muertos no volvieron a vivir, sino hasta que se cumplieran los mil años.
Esta es la primera resurrección” (Apocalipsis 20:4‑5a).
EL JUICIO DEL GRAN TRONO
BLANCO:
El lugar final de juicio se llama el "gran
trono blanco." Los que son juzgados aquí es el resto de los muertos que
serán resucitados al final del milenio. (Esta es la segunda resurrección
llamada la resurrección del injusto).
El juicio del Gran Trono Blanco se registra en
Apocalipsis 20:11‑15.
Los injustos serán juzgados y por causa de su
pecado serán echados al lago de fuego (infierno) con Satanás y sus Ángeles.
Habrá solamente dos divisiones básicas de
personas que serán juzgadas en los juicios finales: creyentes e incrédulos.
CREYENTES:
Los creyentes serán juzgados por sus obras y
galardonados según sus obras:
“De manera que cada uno de nosotros rendirá cuenta a Dios
de sí mismo” (Romanos 14:12).
“Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos
ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho
por medio del cuerpo, sea bueno o malo” (2 Corintios 5:10).
Los creyentes serán juzgados de según ellos hayan
construido sus vidas sobre el fundamento de la Palabra de Dios:
“Así que, teniendo tal esperanza, actuamos con mucha
confianza; no como Moisés, quien ponía
un velo sobre su cara para que los hijos de Israel no se fijaran en el fin de
lo que se estaba desvaneciendo. Sin embargo, sus mentes fueron endurecidas;
pues hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, el mismo velo sigue
puesto, porque sólo en Cristo es quitado. Aún hasta el día de hoy, cada vez que
leen a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos” (1 Corintios 3:12‑15).
En el mundo natural madera, paja, y rastrojo
crecen visiblemente sobre la tierra. Ellos se queman fácilmente. Ellos son
ejemplos de obras echas por los creyentes para ser vistos por el hombre. El
motivo de estas obras es equivocado.
El oro y la plata no son destruidos por el fuego.
En el mundo natural, estas sustancias se desarrollan debajo de la tierra
ocultas a los hombres. Ellos son ejemplos de las obras echas con un motivo
correcto. Ellas no son hechas para ser vistas y alabadas por el hombre. Estas
son obras que son de valor en el reino de Dios porque fueron hechas con un
motivo correcto.
Las obras de los verdaderos creyentes serán
juzgadas de acuerdo a la obediencia. Las parábolas de los talentos en Mateo 25
y de las libras en Lucas 19 fueron dichas por Jesús para ilustrar esta verdad.
En las dos parábolas, los sirvientes son juzgados
de acuerdo a lo que han hecho con lo que se les ha dado. A ellos les fueron
dados fondos para invertir para sus dueños. Los sirvientes que fueron
desobedientes fueron juzgados como infieles.
Como en estas parábolas, nuestro Señor nos ha
dado una responsabilidad. Esa
responsabilidad es conocida como la Gran Comisión.
“Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones,
bautizándoles en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y he aquí, yo estoy
con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo" (Mateo 28:19‑20).
Debemos tomar lo que Dios nos ha dado, el mensaje
del evangelio, y reproducirlo compartiéndolo con otros en todo el mundo. Al
obedecer esta comisión, estamos invirtiendo lo que Dios nos dado e
incrementándolo.
Algunos creyentes tienen mayores
responsabilidades que otros en esta comisión.
Algunos son llamados pastores, evangelistas, maestros, etc. Pero cada
creyente nacido de nuevo tiene la responsabilidad en alcanzar al mundo con el
evangelio.
Los creyentes serán juzgados de acuerdo con su
fidelidad a la responsabilidad que Dios les ha dado.
El juicio de los verdaderos creyentes no es de
condenación. Es decir, el verdadero creyente no puede ser condenado al castigo
eterno. Al aceptar a Cristo, el creyente ya ha pasado de la muerte espiritual a
la vida eterna.
“De cierto, de cierto os digo que el que oye mi palabra y
cree al que me envió tiene vida eterna. El tal no viene a condenación, sino que
ha pasado de muerte a vida” (Juan 5:24).
Un verdadero creyente es uno que se ha
arrepentido del pecado y mostrado fe hacia Dios al aceptar a Jesucristo como
salvador personal. Es el que ha llegado a ser y vivir como una nueva criatura
en Cristo Jesús.
Pablo confirmo:
“Ahora pues, ninguna condenación hay para los que están
en Cristo Jesús” (Romanos 8:1).
Cuando un pecador viene a Jesús, el registro de
los pecados anteriores son borrados por Dios. Cuando uno creyente peca, él
solamente necesita arrepentirse y confesar su pecado, y Dios lo borra del
registro.
“Si
confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados
y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9).
INCRÉDULOS:
Los injustos serán juzgados y castigados por el
pecado.
Dios guarda un registro llamado el "libro de
la vida" en el cual se enumeran los nombres de los que han aceptado a
Jesucristo, se han arrepentido, y llegado a ser verdaderos creyentes.
Los que lo han rechazado serán juzgados por el
pecado y destinados al castigo eterno.
Sus nombres no están en el libro de la vida:
“Y el que
no fue hallado inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego” (Apocalipsis 20:15).
Es importante entender que debemos vivir como
nuevas criaturas en Jesús después de la conversión. Es posible ser salvo y
luego, por causa de continuar en pecado, "caer" de nuevo a la vida
antigua.
La Biblia confirma que es posible tener nuestros
nombres escritos en el libro de la vida, pero ser borrados por causa del
pecado:
“Jehová
respondió a Moisés: --¡Al que ha pecado contra mí, a ése lo borraré de mi
libro!” (Éxodo 32:33).
Por eso es muy importante vivir una vida
santa. (Vamos a discutir esto en el
último capítulo). Al vencer el pecado en nuestras vidas, podemos estar
asegurados que Dios no borrará nuestros nombres del libro de la vida:
“De esta manera, el que venza será vestido con vestidura
blanca; y nunca borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre
delante de mi Padre y delante de sus ángeles” (Apocalipsis 3:5).
Los justos están destinados a la vida eterna en
la presencia de Dios.
La presencia de Dios es llamada cielo. En la
Biblia él se describe con varios nombres:
LA CASA DEL PADRE:
Jesús lo describió como "la Casa de su
Padre," el hogar, un lugar de descanso, y comunión.
“En la
casa de mi Padre muchas moradas hay. De otra manera, os lo hubiera dicho. Voy,
pues, a preparar lugar para vosotros” (Juan 14:2).
UN PAÍS CELESTIAL:
La Biblia compara al cielo a un país al cual
nosotros estamos viajando así como Israel viajó a la Tierra Prometida:
“Pero ellos anhelaban una patria mejor, es decir, la
celestial. Por eso Dios no se avergüenza de llamarse el Dios de ellos, porque
les ha preparado una ciudad” (Hebreos 11:16).
UNA CIUDAD:
El cielo es comparado a una ciudad:
“Y yo vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén que
descendía del cielo de parte de Dios, preparada como una novia adornada para su
esposo” (Apocalipsis 21:2).
La Biblia revela algunas cosas maravillosas
acerca del cielo. Es un lugar de:
SANTIDAD:
“Jamás entrará en ella cosa impura o que hace abominación
y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del
Cordero” (Apocalipsis 21:27).
GOZO:
“Y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos. No
habrá más muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras
cosas ya pasaron” (Apocalipsis 21:4).
BELLEZA:
“El material del muro era jaspe, y la ciudad era de oro
puro semejante al vidrio limpio” (Apocalipsis 21:18).
SERVICIO:
“Por esto están delante del trono de Dios y le rinden
culto de día y de noche en su templo. El que está sentado en el trono extenderá
su tienda sobre ellos” (Apocalipsis 7:15).
REINANDO CON CRISTO:
Jesús prometió...
“Al que venza, yo le daré que se siente conmigo en mi
trono; así como yo también he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono” (Apocalipsis 3:21).
ADORACIÓN:
La Biblia registra que los que estaban en el
cielo...
“Los cuatro seres vivientes decían: "¡Amén!" Y
los veinticuatro ancianos se postraron y adoraron” (Apocalipsis 5:14).
LUZ Y GLORIA:
“La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna, para que
resplandezcan en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su
lámpara” (Apocalipsis 21:23).
UN LUGAR DE UNA NUEVA
PERSPECTIVA:
Estar en el cielo nos dará una nueva perspectiva
sobre todas las cosas:
“Porque he aquí que yo creo cielos nuevos y tierra nueva.
No habrá más memoria de las cosas primeras, ni vendrán más al pensamiento” (Isaías 65:17).
EL LUGAR DE HABITACIÓN DE
DIOS:
“Oí una gran voz que procedía del trono diciendo:
"He aquí el tabernáculo de Dios está con los hombres, y él habitará con
ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios” (Apocalipsis 21:3).
El infierno es el destino eterno de los injustos.
El infierno es un lugar de:
SUFRIMIENTO EXTREMO:
“Y el diablo que los engañaba fue lanzado al lago de
fuego y azufre, donde también están la bestia y el falso profeta, y serán
atormentados día y noche por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 20:10).
MEMORIA Y REMORDIMIENTO:
“Y en el Hades, estando en tormentos, alzó sus ojos y vio
de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Y Abraham dijo: 'Hijo, acuérdate que
durante tu vida recibiste tus bienes; y de igual manera Lázaro, males. Pero
ahora él es consolado aquí, y tú eres atormentado” (Lucas 16:23, 25).
DESEO INSACIABLE:
“Entonces él, dando voces, dijo: 'Padre Abraham, ten
misericordia de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y
refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama” (Lucas 16:24).
VERGÜENZA:
“Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra
serán despertados, unos para vida eterna y otros para vergüenza y eterno
horror” (Daniel 12:2).
COMPAÑERISMO IMPÍO:
“Pero, para los cobardes e incrédulos, para los
abominables y homicidas, para los fornicarios y hechiceros, para los idólatras
y todos los mentirosos, su herencia será el lago que arde con fuego y azufre,
que es la muerte segunda" (Apocalipsis 21:8).
DESESPERACIÓN:
“Cuando muere el hombre impío, perece su esperanza, y su
expectativa de las riquezas perecerá” (Proverbios 11:7).
CASTIGO ETERNO:
El infierno fue originalmente preparado para
Satanás y sus Ángeles. Por causa del pecado, el hombre también es destinado por
la eternidad al infierno al menos que sea redimido por Jesucristo:
“Entonces dirá también a los de su izquierda:
"Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus
ángeles” (Mateo 25:41).
El castigo para el impío es eterno. La misma
palabra que se usa para la vida eterna en la Biblia (Juan 3:15) y el Dios
eterno (1 Timoteo 1:17) se usa para describir el juicio eterno (Hebreos 6:2).
Si uno de estos es temporal; entonces los otros dos tendrían que ser
temporales.
No hay manera de escapar a la conclusión de que
si Dios es para siempre y la vida eterna es para siempre, entonces así es el
castigo en el infierno.
Dios no manda a la gente al infierno. El hombre
escoge ir allí por rechazar a Jesucristo y vivir una vida de pecado.
Dios ha provisto una manera de escapar del
castigo eterno por medio del plan de salvación. El no desea que nadie perezca.
¿ENTONCES COMO DEBEMOS VIVIR?
¿Cómo la doctrina del juicio eterno debe afectar
nuestras vidas como creyentes?
Cuando escribió sobre el tema del juicio futuro,
el apóstol Pedro respondió a esta pregunta:
“Ya que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡qué
clase de personas debéis ser vosotros en conducta santa y piadosa, por tanto,
OH amados, estando a la espera de estas cosas, procurad con empeño ser hallados
en paz por él, sin mancha e irreprensibles” (2 Pedro 3:11, 14).
El entendimiento del juicio eterno debería
resultar en la madurez espiritual en la vida del creyente.
El tema de la madurez cristiana, lo que Pablo
llama "hacia la perfección", es el tema del capítulo siguiente.
1. ¿De qué dos maneras es la palabra “juicio”
usada en el Antiguo Testamento?
_______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
2. ¿Cuál es el significado de la palabra
"juzgar"?
__________________________________________________________________________________________________________________________________________
3. ¿Por que es necesario el juicio?
_____________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________________________________________________________________
4. ¿Quién ejecutará el juicio a la hora del
juicio eterno?
_____________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________________________________________________________________
5.
¿Quiénes serán Juzgados?
_______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
6.
¿Cuales principios serán usados para ese juicio?
______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
7.
Escribe el versículo clave de memoria:
_____________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________________________________________________________________
8. Si la
declaración es VERDAD, escribe la letra V en el espacio en blanco. Si la
declaración es FALSA, escribe la letra F.
a. _____ Hay un juicio ocurriendo todo el tiempo.
b. _____ Hay un juicio reservado para un tiempo
especial en el futuro.
c. _____ La Biblia no dice en donde ocurrirá el
juicio futuro.
(Las respuestas se encuentran
al final del último capítulo de este manual).
Este capítulo ha introducido el tema del juicio
tal como lo enseña la Biblia.
Para ampliar el conocimiento de este tema,
continúe su estudio del juicio usando el siguiente bosquejo:
Salmos 89:14;
92:2; 99:1‑5; Isaías 28:5‑6; 30:18;
61:8; Daniel 4:37
Salmos 72:2;
Isaías 9:7; 11:1‑5; Juan 5:30;
8:15‑16; 8:26
Para dar vida:
Levítico 18:4‑5; Nehemías 9:29;
Salmos 119:149, 156.
Para redimir a su pueblo: Éxodo 6:6;
7:4; Isaías 1:27
Para establecer:
1 Crónicas 28:7; Salmos
37:28; Proverbios 2:8; Sofonías 2:3
Para castigar (corregir): Salmos 119:75; Jeremias 10:24; Habacuc
1:12
Para ayudar a su gente: Salmos 119:175; 76:8‑9
Ellos traen:
Consolación:
Salmos 119:52
Recompensa:
Salmos 58:11
Instrucción y justicia: Isaías 26:8‑9
Se mencionan en Ezequiel 5:6‑17; 11:11‑12; 14:21; Malaquías 2:1‑4; 3:1‑6
Justicia: Deuteronomio 4:8; Salmos 19:9; 119:137;
Jeremias 11:20; 2 Tesalonicenses 1:4‑6; 1 Pedro 2:23; Apocalipsis 15:4;
16:7; 19:2,11
Basado en amor:
Salmos 33:5.
Verdadero y justo: Salmos 111:7; Proverbios
2:9; Jeremias 4:2; Juan 8:15‑16.
Mejor que el de los impíos: Salmos 10:5.
Eterno:
Salmos 119:160.
Grande:
Salmos 36:6.
Renovado:
Sofonías 3:15.
Profundo:
Romanos 11:33.
Serán manifiestos (aparente a nosotros): Apocalipsis 15:4.
A toda la gente:
Salmos 7:8; 9:7‑8; 96:10;
Hebreos 12:23; Judas 15‑16
A todos los que persiguen a los justos: Salmos 119:84
Los justos:
Salmos 7:11
Escarnecedores:
Proverbios 19:29
Todo hombre:
Proverbios 29:26
A los jóvenes:
Eclesiastés 11:9
Naciones:
Isaías 2:4
Lideres:
Isaías 3:13‑14
El maligno: Deuteronomio 7:10‑11; Jeremias 1:16; Hebreos 13:4; Judas 15,16
El mundo:
Juan 9:39; 12:31
El Príncipe de este mundo (Satanás): Juan 16:11; 12:31
Los que no están en la iglesia: 1 Corintios 5:13
Su pueblo:
Hebreos 10:30
Maestros:
Santiago 3:1
Los que se quejan: Santiago 5:9
La iglesia (la casa de Dios): 1 Pedro 4:17
Los paganos:
Ezequiel 39:21
Por medio de Jesucristo: Juan 5:22, 27
Por el Espíritu Santo: Juan 16:11; Ezequiel
36:27
De acuerdo a la Palabra de Dios: Juan 12:48
De acuerdo a las obras de los hombres: 1 Pedro 1:17
Por medio de sus ministros: Ezequiel 44:24; Oseas 6:5
Nosotros deberíamos:
Enseñarlo:
Esdras 7:10; Salmos 37:30
Observarlos y hacerlos: Deuteronomio 11:32
Alabar a Dios por ellos: Salmos 48:11; 97:8; 119:7, 62, 164
Desearlos:
Salmos 119:20
Ponerlos delante de nosotros: Salmos 119:30
Esperar en ellos: Salmos 119:43
Declararlos:
Salmos 119:13
No apartarnos de ellos: Salmos 119:102
Temerlos:
Salmos 119:120
Estar conscientes de ellos: Salmos 35:23
Pedir a Dios que nos juzgue: Salmos 35:24
Predicar sus juicios: Hechos 24:25
Su propósitos para la corrección de los creyentes son:
Hacernos santos:
Hebreos 12:10
Traer justicia a nuestras vidas: Hebreos 12:11
Traer vida:
Hebreos 12:9; Proverbios 15:31
Prepararnos para la guía del Espíritu: Proverbios 1:23
Traer honor:
Proverbios 13:18
Traer sabiduría:
Proverbios 15:5, 32
Enseñar el temor de Dios: Proverbios 15:33
Perfeccionarnos:
Colosenses 1:28; 2 Timoteo 3:16‑17
Enseñarnos paciencia: 1 Pedro 2:20
Evitar condenación: 1 Corintios 11:32
Traer arrepentimiento: Apocalipsis 3:19; Romanos
2:4
Corregirnos:
Jeremias 10:24
Pecado y desviación: Jeremias 2:19; Juan
6:18; 3:20; 2 Pedro 2:16
Faltas: 1
Pedro 2:20
Incredulidad:
Romanos 11:20
Desobediencia:
Lucas 12:47‑48
Acepción de personas. Job 13:10
1 Corintios 11:31‑32 (auto
examinación). Romanos 11:22. Filipenses 2:12‑16
Dios tiene un modelo para corregir nuestras
vidas. Empieza con reprobar, que es una forma simple de corrección, hacia
niveles más serios de corrección (Hebreos 12:11).
REPROBAR:
Corregir una falta, hacer una declaración de
error, da instrucciones o corrección. Dios nos habla y nos corrige de las
faltas en nuestra vida.
Isaías
11:4; Salmos 50:21; 141:5;
Proverbios 1:23; Efesios
5:13; 2 Timoteo 3:16
REPRENDER:
Una corrección cortante o reprimenda. Si fallamos
al escuchar la corrección, Dios tratará con nosotros más duramente.
Hebreos 12:5;
Apocalipsis 3:19; Salmos
6:1; Deuteronomio 28:20
IRA:
Después de que hemos sido reprendidos y
persistimos en nuestra manera pecaminosa y rehusamos la corrección de Dios,
entonces su ira puede venir sobre nosotros.
Romanos 2:8‑9.
AFLICCIÓN:
La ira de Dios puede ser revelada por medio de la
aflicción. Puede ser financiera, material, o aflicción física. (Esto no
significa que toda la aflicción viene del juicio de Dios).
Romanos 2:9;
Salmos 119:75; Deuteronomio
28:15‑47; Levítico 26:14‑39; Amós 4:6‑13
RECHAZO:
Este es el paso final del juicio de Dios cuando
la corrección ha fallado en resultados de arrepentimiento.
Hebreos 6:4‑6; 10:26‑31; Jeremias
14:11‑12; 2 Pedro 2:20; 1 Juan 5:16; Proverbios 1:25‑32; 5:1‑23; 15:10; 29:1.
LOS RESULTADOS DE LA
CORRECCIÓN:
El objetivo de Dios de corregir es de que nos
volvamos a Él. Oseas 6:1.
Capítulo Once
OBJETIVOS:
Al concluir este capítulo usted será capaz de:
n Escribir el Versículo
Llave de memoria.
n Definir
"perfección."
n Identificar el ejemplo
de perfección para los creyentes.
n Nombrar la norma de
perfección para los creyentes.
n Distinguir entre la
perfección inicial y la progresiva.
n Listar los factores
involucrados en el proceso de perfección.
VERSÍCULO LLAVE:
“Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que
está en los cielos es perfecto” (Mateos
5:48).
Así como un bueno fundamento es importante en un
edificio en el mundo natural, un bueno fundamento espiritual es importante para
el creyente. A través de la parábola de los dos constructores usted aprendió
que su fundamento espiritual debe construirse sobre la Palabra de Dios.
Hebreos 6:1-3 revela que los fundamentos de la fe
cristiana son:
n El Arrepentimiento de
las Obras Muertas
n La Fe hacia Dios
n La Doctrina de
Bautismos
n Imposición de Manos
n La Resurrección de los
Muertos
n El Juicio Eterno
Éstas son doctrinas básicas de la Palabra de Dios
sobre las cuales usted debe construir su vida espiritual. Usted estudió cada
uno de éstos en los capítulos anteriores.
En Hebreos 6:1-3 Pablo da un paso adicional que
es necesario para construir su vida espiritual:
“Por tanto, dejando las doctrinas elementales de Cristo,
sigamos adelante hasta la madurez” (Hebreos 6:1).
El arrepentimiento de las obras muertas, fe hacia
Dios, bautismos, imposición de manos, la resurrección de los muertos, y el
juicio eterno son todos principios de la doctrina de Cristo.
Dos extremos son comunes entre los creyentes. Uno es que ellos tienen un conocimiento de la Palabra de Dios pero no aplican ese conocimiento al vivir cotidiano. El otro extremo es que los creyentes dan énfasis a la experiencia e ignoran la doctrina. Pero doctrina y experiencia son importantes. Una comprensión apropiada de la doctrina resulta en experiencia. Pero experiencia que no es basada en la doctrina Bíblica no es fidedigna.
Usted no solamente debe entender las doctrinas
básicas de Hebreos 6:1-3 pero usted también debe experimentarlas. Una vez que
usted ha construido su vida en estas doctrinas a través de la experiencia,
usted debe aprender cómo "continuar hacia la perfección." Ése es el
propósito de este capítulo.
La palabra "perfección" significa
completo, acabado, y maduro. La Biblia usa la palabra "perfección" en
lugar de "madurez" para describir a uno creyente espiritualmente
maduro. Un cristiano "perfecto" es alguien que ha logrado la madurez
espiritual. Esto significa que su cuerpo, alma, y espíritu están bajo el
control del Espíritu Santo.
La palabra "perfección" es similar a la
palabra "santificación" o "consagración" qué también se usa
en la Biblia. "Santificación" significa la santidad y
"consagración" significa ser separado en rectitud.
Hay dos peligros si alguien da énfasis a los
fundamentos espirituales sin da atención a la perfección:
1.
Un peligro es poner un bueno fundamento espiritual y no seguir a la madurez
espiritual.
2.
El otro peligro es intentar construir un "superestructura" de
perfección en un fundamento espiritual defectuoso.
Un fundamento no es un edificio completado. Una
superestructura debe construirse sobre el fundamento. Una superestructura es la
parte de un edificio que es visible sobre el fundamento. Un bueno fundamento
espiritual no es la meta final para el creyente:
“No sea que después de haber puesto los cimientos y al no
poderla terminar, todos los que la vean comiencen a burlarse de él, diciendo:
'Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar” (Lucas 14:29-30).
Muchas personas empiezan con Dios. Ellas oyen el
Evangelio, se arrepienten de las obras muertas, y tienen fe hacia Dios, pero
ellas nunca avanzan más allá de este punto. Ellas nunca completan su fundamento
espiritual y continúan a la perfección.
Un fundamento parcial en el mundo natural no es
funcional. Usted no puede construir un edificio en un fundamento parcial o él
caerá bajo tensión. Usted debe completar el fundamento y después construir el
edificio.
Creyentes que no han completado sus fundamentos
espirituales tendrán dificultad bajo tensión. Ellos vivirán vidas espirituales
llenas con "altibajos". Su edificio espiritual no resistirá a las
tormentas de la vida. Ellos no pueden seguir a la perfección [la madurez
espiritual] porque su fundamento está incompleto.
En el mundo natural, tener solamente el
fundamento no es muy funcional. Es el edificio construido sobre ese fundamento
que sirve como una casa, oficina, o escuela. La razón por que algunas personas
son espiritualmente inmaturas es porque ellas sólo pusieron el fundamento
espiritual y nunca terminan el edificio siguiendo a la perfección.
Pablo habló de éstos creyentes espiritualmente
inmaduros:
“Debiendo ser ya maestros por el tiempo transcurrido, de
nuevo tenéis necesidad de que alguien os instruya desde los primeros rudimentos
de las palabras de Dios. Habéis llegado a tener necesidad de leche y no de
alimento sólido. Pues todo el que se alimenta de leche no es capaz de entender
la palabra de la justicia, porque aún es niño. Pero el alimento sólido es para
los maduros, para los que por la práctica tienen los sentidos entrenados para
discernir entre el bien y el mal” (Hebreos 5:12-14).
Pablo dijo a los creyentes Corintios que era
tiempo de ellos estar enseñando el Evangelio a otros. En cambio, ellos estuvieron
teniendo que ser enseñados los primeros [fundamentales] principios de Dios. Él
los comparó a bebés que sólo podrían beber la leche. Por "leche" él
quiso decir los primeros principios de Dios.
La leche es muy saludable y trae el crecimiento,
pero llega un momento cuando un bebé avanza para recibir comidas sólidas:
“Dicen: "¿A quién enseñará conocimiento, o a quién
hará entender el mensaje? ¿A los que recién han sido destetados? ¿A los que
recién han sido quitados de los pechos?” (Isaías 28:9).
Así como desmamar de la leche es necesario en el
mundo natural si un niño debe desarrollarse propiamente, también es necesario
en el mundo espiritual. Los creyentes deben seguir más allá de los primeros
principios a la madurez espiritual [la perfección]. Los creyentes
espiritualmente maduros pueden festejar comiendo la "carne", no sólo
la "leche", de la Palabra de Dios.
Jesús llama a Sus seguidores a la perfección:
“Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que
está en los cielos es perfecto” (Mateo 5:48).
Esta perfección refleja la presencia de Dios:
“Yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectamente
unidos; para que el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado,
como también a mí me has amado” (Juan
17:23).
Produce la madurez espiritual:
“Hermanos, no seáis niños en el entendimiento; más bien,
sed bebés en la malicia, pero hombres maduros en el entendimiento” (1 Corintios 14:20).
La perfección era una meta de la Iglesia
Primitiva. Pablo escribió:
“Y esto pedimos: vuestra madurez... Sed maduros” (2 Corintios 13:9,11).
La perfección individual resulta en ser
perfectamente unido con otros creyentes en el Cuerpo de Cristo:
“Os exhorto, pues, hermanos, por el nombre de nuestro
Señor Jesucristo, a que os pongáis de acuerdo y que no haya más disensiones
entre vosotros, sino que estéis completamente unidos en la misma mente y en el
mismo parecer” (1 Corintios 1:10).
Las divisiones en el Cuerpo de Cristo son un
resultado de inmadurez espiritual.
EL EJEMPLO DE PERFECCIÓN
Jesús es el ejemplo de perfección para los
creyentes:
“Pues para esto fuisteis llamados, porque también Cristo
sufrió por vosotros, dejándoos ejemplo para que sigáis sus pisadas” (1 Pedro 2:21).
“Porque le convenía a Dios--por causa de quien y por
medio de quien todas las cosas existen-- perfeccionar al Autor de la salvación
de ellos, por medio de los padecimientos, para conducir a muchos hijos a la
gloria” (Hebreos 2:10).
“Y habiendo sido perfeccionado, llegó a ser Autor de
eterna salvación para todos los que le obedecen” (Hebreos 5:9).
Dios planeó que los creyentes sean conformados
[se hagan como] Jesús, que es nuestro ejemplo de perfección:
“Sabemos que a los que antes conoció, también los
predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo; a fin de
que él sea el primogénito entre muchos hermanos” (Romanos 8:29).
La norma de perfección por lo cual los creyentes son medidos es la Palabra de Dios. Jesús fue el ejemplo de perfección y conformó perfectamente a la Palabra porque Él era la revelación visible de la Palabra de Dios. Dios ha puesto las normas en Su Palabra para gobernar nuestras vidas. Él primero patrón que Él dio al hombre fue llamado “la ley" y está registrado en los primeros cinco libros del Antiguo Testamento.
Mucha de la historia del Antiguo Testamento
registra la incapacidad del hombre de guardar las leyes de Dios. Dios sabía que
el hombre no podría guardar la ley a través de sus propios esfuerzos. Pero Dios
tenía algunos propósitos específicos por dar la ley. Uno de los propósitos de
la ley era mostrar al hombre su condición pecadora. Otro propósito era
mostrarlos que ellos no pudieran hacerse justos por sus propios esfuerzos:
“Porque por las obras de la ley nadie será justificado
delante de él; pues por medio de la ley viene el reconocimiento del pecado” (Romanos 3:20).
Dios no nos dejó en esta condición desesperada. A
través de la ley Él prometió el Mesías:
“Les levantaré un profeta como tú, de entre sus hermanos.
Yo pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le
mande. Y al hombre que no escuche mis
palabras que él hablará en mi nombre, yo le pediré cuentas” (Deuteronomio
18:18-19).
En Hechos 3:22-26 estas mismas palabras son
citadas por el Apóstol Pedro y aplicadas al Señor Jesucristo.
En el Antiguo Testamento, los varios sacrificios
fueron requeridos por Dios por causa del pecado. Después de que Jesús sacrificó
Su vida por causa del pecado de toda la humanidad, los sacrificios del Antiguo
Testamento no fueron más necesarios:
“Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes
venideros y no la forma misma de estas realidades, nunca puede, por medio de
los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente de año en año, hacer
perfectos a los que se acercan. Porque con una sola ofrenda ha perfeccionado
para siempre a los santificados” (Hebreos 10:1,14).
El propósito de la ley se resume en estas palabras:
“No obstante, la Escritura lo encerró todo bajo pecado,
para que la promesa fuese dada por la fe en Jesucristo a los que creen. Pero
antes que viniese la fe, estábamos custodiados bajo la ley, reservados para la
fe que había de ser revelada. De manera que la ley ha sido nuestro tutor para
llevarnos a Cristo, para que seamos justificados por la fe” (Gálatas 3:22-24).
El hombre no podría guardar las normas de un Dios
justo a través del esfuerzo propio. La ley mostró la necesidad por un Salvador
y llevó el hombre a Jesucristo. Es a través de Cristo, no del esfuerzo propio
que usted se perfecciona. Es a través de Él
que usted se conforma a Su ejemplo de perfección y a la norma de la
Palabra de Dios.
“Porque la ley no perfeccionó nada. Sin embargo, se
introduce una esperanza mejor, por la cual nos acercamos a Dios” (Hebreos 7:19).
Hay dos niveles de perfección:
LA PERFECCIÓN INICIAL:
En 1 Corintios 1:2 Pablo llama a los creyentes de
"santos", qué significa "declarados santificados." Todavía
en la misma carta él corrige éstos "santos" debido al pecado. Ellos
eran creyentes y santificados en Cristo, pero algunos de ellos no estaban
tiendo una vida correcta en su conducta diaria.
Estos creyentes habían recibido la perfección
inicial. Ellos fueron perdonados de sus pecados a través de la redención de las
obras muertas. Estos pecados fueron perdonados para
siempre (Hebreos 10:14). Esta perfección inicial se recibió en el
momento que ellos recibieron a Jesús como el Salvador. Pero estos Cristianos no
habían continuado a la perfección. Ellos no habían continuado aplazando al
"viejo hombre" de pecado:
“Y sabemos que nuestro viejo hombre fue crucificado
juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que ya
no seamos esclavos del pecado” (Romanos 6:6).
Pablo les dijo que no tenían razón para continuar
viviendo en el pecado después de la conversión. Él dijo:
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es;
las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17).
Como un creyente usted debe vivir una nueva vida.
No tiene razón para continuar en el pecado. Pablo dijo:
“¿Qué, pues, diremos? ¿Permaneceremos en el pecado para
que abunde la gracia? ¡De ninguna manera! Porque los que hemos muerto al
pecado, ¿cómo viviremos todavía en él? Pues, por el bautismo fuimos sepultados
juntamente con él en la muerte, para que así como Cristo fue resucitado de
entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en
novedad de vida” (Romanos 6:1,2,4).
Nosotros debemos seguir a la perfección.
LA PERFECCIÓN PROGRESIVA:
La perfección inicial del pecado en el momento de
la salvación es la salida de una vida progresiva de santificación. Después de
la salvación, usted debe vivir una nueva vida en Cristo:
“Con Cristo he sido juntamente crucificado; y ya no vivo
yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en la carne, lo vivo por la
fe en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gálatas 2:20).
Pablo describió la perfección progresiva en su
propia vida:
“No quiero decir que ya lo haya alcanzado, ni que haya
llegado a la perfección; sino que prosigo a ver si alcanzo aquello para lo cual
también fui alcanzado por Cristo Jesús” (Filipenses 3:12).
Pablo no había logrado la perfección completa,
pero era su meta. Él describió su lucha para la perfección en otro pasaje:
“Porque lo que hago, no lo entiendo, pues no practico lo
que quiero; al contrario, lo que aborrezco, eso hago. Y ya que hago lo que no
quiero, concuerdo con que la ley es buena. De manera que ya no soy yo el que lo
hace, sino el pecado que mora en mí. Yo sé que en mí, a saber, en mi carne, no
mora el bien. Porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque
no hago el bien que quiero; si no al contrario, el mal que no quiero, eso
practico. Y si hago lo que yo no quiero, ya no lo llevo a cabo yo, sino el
pecado que mora en mí. Por lo tanto, hallo esta ley: Aunque quiero hacer el
bien, el mal está presente en mí. Porque según el hombre interior, me deleito
en la ley de Dios; pero veo en mis miembros una ley diferente que combate
contra la ley de mi mente y me encadena con la ley del pecado que está en mis
miembros” (Romanos 7:15-23).
Pablo quiso vivir por las normas de Dios, pero él
comprendió que solo [en su carne] él no podría lograr esta meta. Había una
batalla constante entre su carne y su espíritu. Su espíritu quiso guardar las
leyes de Dios (verso 22). Su carne quiso pecar. Él descubrió que la única
manera que él podría lograr la perfección era a través de Cristo:
“Porque con el corazón se cree para justicia, y con la
boca se hace confesión para salvación. Porque la Escritura dice: Todo aquel que
cree en él no será avergonzado. Porque todo aquel que invoque el nombre del
Señor será salvo” (Romanos 8:10,11,13).
Sólo a través del Espíritu de Dios usted puede
superar los deseos malos de la carne y puede conformarse a las normas de Dios.
Cuando la "carne" lleva usted a hacer aquéllas "cosas que no
quiero", Dios ha proporcionado una manera de restaurarlo a la perfección.
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para
perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9).
Usted no tiene que intentar vivir esta nueva vida
en su propia fuerza. Usted vive a través de "la fe en el Hijo de
Dios." Siempre que usted fallar, usted puede ser restaurado a la
perfección ante Dios confesando sus pecados y reclamando el perdón.
Cuando usted nace de nuevo, usted simplemente es
como un bebé en el mundo natural. Usted tiene mucho para aprender
espiritualmente. Mientras usted está aprendiendo, usted comete errores. Cuando
usted comete errores, usted debe confesar sus pecados y Dios lo perdonará.
Como un creyente, usted lucha con su enemigo,
Satanás. Ésta es una batalla espiritual que tiene lugar en su mente y a través
de las circunstancias de la vida alrededor de usted. En ciertas ocasiones,
usted puede perder una batalla al enemigo. Pero esto no significa que él ha
ganado la guerra. Usted puede caer temporalmente en la derrota, pero a través
de la confesión de sus pecados usted puede levantar de nuevo en la rectitud
para continuar adelante a la perfección.
Según usted aprendió en un capítulo anterior,
Jesús ya ha juzgado a Satanás. Satanás
fue derrotado por Jesús en el Calvario. El poder de Dios dentro de usted
es mayor que el poder del enemigo:
“Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido,
porque el que está en vosotros es mayor que el que está en el mundo” (1 Juan 4:4).
Usted sigue a la perfección a través de la fuerza
de este poder, no el esfuerzo humano. Seguir a la perfección no es un curso de
autoayuda. Es aprender a vivir como la nueva criatura que usted es a través de
la fe en Cristo Jesús.
Las siguientes cosas son necesarias para el
proceso de perfección ocurrir en su vida:
UN BUENO FUNDAMENTO:
Como usted aprendió en este curso, un bueno
fundamento espiritual es exigido para continuar a la perfección (Hebreos
6:1-3).
CONTESTAR A LA PALABRA DE
DIOS:
Uno de los propósitos de la Palabra de Dios es
proporcionar la corrección que produce la perfección:
“Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para
la enseñanza, para la reprensión, para la corrección, para la instrucción en justicia,
a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente capacitado para toda
buena obra” (2 Timoteo 3:16-17).
Solamente estudiar la Palabra de Dios no lo
perfeccionará. Usted debe dar una contestación personal a la Palabra:
“Por lo tanto, desechando toda suciedad y la maldad que
sobreabunda, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede
salvar vuestras almas. Pero sed hacedores de la palabra, y no solamente
oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque cuando alguno es oidor de la
palabra y no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que mira su cara
natural en un espejo. Se mira a sí mismo y se marcha, y enseguida olvida cómo
era. Pero el que presta atención a la perfecta ley de la libertad y que
persevera en ella, sin ser oidor olvidadizo sino hacedor de la obra, éste será
bienaventurado en lo que hace” (Santiago 1:21-25).
Usted no solamente debe mirar a la ley de Dios,
pero "continuar" [vivir] según ella. Usted debe dar una contestación
personal a la Palabra poniendo al lado "toda la inmundicia y
desobediencia." Ser un cumplidor de la Palabra trae convicción de
salvación:
“Pero en el que guarda su palabra, en éste verdaderamente
el amor de Dios ha sido perfeccionado. Por esto sabemos que estamos en él” (1 Juan 2:5).
ORACIÓN:
La oración produce la perfección:
“Os saluda Epafras, quien es uno de vosotros, siervo de
Cristo siempre solícito por vosotros en oración, para que estéis firmes como
hombres maduros y completamente entregados a toda la voluntad de Dios” (Colosenses 4:12).
CONSAGRACIÓN:
“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de
Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios,
que es vuestro culto racional. No os conforméis a este mundo; más bien,
transformaos por la renovación de vuestro entendimiento, de modo que comprobéis
cuál sea la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta” (Romanos 12:1-2).
Consagrando su vida a Dios usted conocerá Su
perfecta voluntad. Consagración significa ser puesto separadamente. Cuando
usted consagra su vida a Dios, usted se
niega a conformarse a las normas del mundo. Usted escoge conformarse a las
normas de la Palabra de Dios.
DONES DEL ESPÍRITU SANTO:
Uno de los propósitos de los dones del Espíritu
Santo es ayudarle en el proceso de
perfección en su vida. Como usted aprendió en un capítulo anterior, Dios
tiene los dones del ministerio en la iglesia para...
“A fin de capacitar a los santos para la obra del
ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos
alcancemos la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, hasta ser un
hombre de plena madurez, hasta la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (Efesios 4:12-13).
SUMISIÓN A LOS MINISTERIOS
RECONOCIDOS:
Dios usa a los líderes espirituales en el proceso
de perfección. Usted debe someter a la guía de aquellos que Dios pone en la
autoridad en la iglesia. La sumisión a “ministerios reconocidos” significa
someterse a los líderes espirituales
cuyos ministerios han mostrado conformidad a la Palabra de Dios. El papel de
los líderes espirituales en el proceso de perfección se revela en los escritos
de Pablo:
“De día y de noche imploramos con mucha instancia, a fin
de veros personalmente y completar lo que falta de vuestra fe” (1 Tesalonicenses
3:10).
“A él anunciamos nosotros, amonestando a todo hombre y
enseñando a todo hombre con toda sabiduría, a fin de que presentemos a todo
hombre, perfecto en Cristo Jesús” (Colosenses 1:28).
“Os saluda Epafras, quien es uno de vosotros, siervo de
Cristo siempre solícito por vosotros en oración, para que estéis firmes como
hombres maduros y completamente entregados a toda la voluntad de Dios” (Colosenses 4:12).
“Por eso nos gozamos en que nosotros seamos débiles y que
vosotros seáis fuertes. Y esto pedimos: vuestra madurez” (2 Corintios 13:9).
SUFRIMIENTO:
Nadie gusta de sufrir, pero cuando el sufrimiento
entra en la vida de un creyente él puede tener un propósito positivo:
Sufrimiento resulta en perfección:
“Y cuando hayáis padecido por un poco de tiempo, el Dios
de toda gracia, quien os ha llamado a su eterna gloria en Cristo Jesús, él
mismo os restaurará, os afirmará, os fortalecerá y os establecerá” (1 Pedro 5:10).
Paciencia durante tiempos de sufrimiento resulta
en perfección:
“Pero que la paciencia tenga su obra completa para que
seáis completos y cabales, no quedando atrás en nada” (Santiago 1:4).
AUTODOMINIO:
Parte del proceso de perfección está en aprender
el autodominio. Las Escrituras nos dicen a...
“Así que, amados, ya que tenemos tales promesas,
limpiémonos de toda impureza de cuerpo y de espíritu, perfeccionando la
santidad en el temor de Dios” (2 Corintios 7:1).
Una de las cosas más difíciles de controlar es la
lengua. Pero el control de la lengua es una llave al autodominio de su vida
entera:
“Porque todos ofendemos en muchas cosas. Si alguno no
ofende en palabra, éste es hombre cabal, capaz también de frenar al cuerpo
entero” (Santiago 3:2).
RESPONDIENDO A LA CORRECCIÓN
ESPIRITUAL:
Corrección recibida de los creyentes maduros
también es parte del proceso de perfección:
“Hermanos, en caso de que alguien se encuentre enredado
en alguna transgresión, vosotros que sois espirituales, restaurad al tal con
espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas
tentado” (Gálatas 6:1).
Usted será restaurado a la perfección si usted
responder propiamente a la tal corrección.
La madurez espiritual no significa avanzar en el
favor de Dios. No significa que la obra de salvación está incompleta. No es
usted ganar acceso al Cielo, porque esto se hizo a través de la muerte de
Jesucristo. A través de Jesús usted está justificado ante Dios. Es a través de
Jesús que usted se salva y obtiene la promesa de Cielo.
La perfección no viene por observar un conjunto
de normas. Es posible para una persona mantener las normas que dan una
apariencia espiritual exterior y todavía no ser espiritual y hasta no salvo.
La madurez espiritual no depende de cómo usted se
siente emocionalmente. No acontece automáticamente a través de los años de ser
un Cristiano o por el servicio cristiano. La madurez espiritual [la perfección]
viene a través de un aumento en y en la aplicación del conocimiento espiritual.
Este aumento en el conocimiento viene por lo estudio de la Palabra de Dios.
Este estudio produce entendiendo de los procesos
para la perfección y de los mandamientos de nuestro Señor Jesucristo. La
aplicación personal de lo que usted aprende lleva a la madurez espiritual a
través del poder capacitador de Dios.
(La Madurez espiritual)
El estudio de la Palabra de
Dios
Lleva a
Un aumento en el Conocimiento
Espiritual
Cuando aplicado a través del
poder de Dios
Esto lleva a
La madurez espiritual (la
Perfección)
CERRANDO...
Nosotros hemos venido a la conclusión de nuestro
estudio de los fundamentos de la fe cristiana. Pero en la realidad usted no ha
completado este curso. Como Pablo dijo, usted debe ahora... seguir adelante
hasta la madurez (Hebreos 6:1). Cada capítulo de este curso
empezó con una lista de objetivos. Éstas eran las metas que serían logradas a
través del estudio del capítulo. Su nuevo objetivo, para el próximo capítulo de
su vida, es la perfección...
“Por eso nos gozamos en que nosotros seamos débiles y que
vosotros seáis fuertes. Y esto pedimos: vuestra madurez” (2 Corintios 13:9).
1. Defina
"perfección."
_________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
2. ¿Quién es el ejemplo de perfección para los
creyentes?
_____________________________________________________________________
3. Defina
la perfección inicial.
_____________________________________________________________________
_____________________________________________________________________
4. ¿Qué significa la perfección progresiva?
__________________________________________________________________________________________________________________________________________
5. Liste nueve factores involucrados en el
proceso de perfección.
______________________________ ______________________________
______________________________ ______________________________
______________________________ ______________________________
______________________________ ______________________________
_________________________________
6. Escribe el Versículo Llave de memoria.
_____________________________________________________________________
_____________________________________________________________________
_____________________________________________________________________
7. Si la declaración es VERDAD escriba V en el
espacio en blanco delante de ella. Si la declaración es FALSA, escríbale a
F.
a._____ La madurez espiritual depende de la
longitud de tiempo que uno ha sido un Cristiano.
b._____ La santificación Progresiva no significa
que la salvación estaba incompleta.
c._____ Muchas actividades cristianas le ayudarán
a madurar espiritualmente.
d._____ La Perfección viene a través de un
aumento en el conocimiento espiritual y en la aplicación personal de ese
conocimiento.
8. ¿Cuál es la norma de perfección para los
creyentes?
_____________________________________________________________________
_____________________________________________________________________
_____________________________________________________________________
(Las respuestas se encuentran
al final del último capítulo de este manual.)
Continúe su estudio sobre la perfección usando
las siguientes referencias:
ÓRDENES PARA SER PERFECTO:
Mateo 5:48
Juan 17:23
1 Corintios 1:10
2 Corintios 7:1; 13:9,11
Colosenses 4:12
Hebreos 6:1; 13:21
Santiago 1:4
COSAS QUE IMPIDEN LA
PERFECCIÓN:
Lucas 8:14
Gálatas 3:3
Filipenses 3:15
Hebreos 7:11,19; 9:9; 10:1
RAZONES PARA SER
PERFECCIONADO:
Juan 17:23
Romanos 12:2
Colosenses 4:12
2 Timoteo 3:16-17
Santiago 1:4; 2:22; 3:2
1 Juan 2:5
CÓMO NOSOTROS NOS
PERFECCIONAMOS:
Mateo 19:21
Lucas 6:40
2 Corintios 7:1; 12:9
Gálatas 3:3
Efesios 4:12-13
Filipenses 3:12,15
Colossenses 1:28; 3:14
2 Timoteo 3:16-17
Hebreos 2:10; 7:11
Santiago 1:4,17,25; 2:22; 3:2
1 Pedro 5:10
1 Juan 2:5; 4:12; 4:17-18
LAS REFERENCIAS DEL ANTIGUO
TESTAMENTO
Abraham debería ser perfecto ante Dios: Génesis
17:1
Isaías era perfecto ante Dios: Isaías 38:3
El camino de Dios para nosotros es perfecto: 2
Samuel 22:31
Lea los libros de 1 e 2 Reyes. Usted encontrará
que la frase "su corazón no era perfecto" se usó a menudo para
describir a reyes malos que gobernaron Israel. Según usted leer sus historias,
observe por qué sus corazones no eran perfectos y los resultados de esta falta
de perfección.
Estudie lo que David dijo sobre la perfección:
El camino de Dios es perfecto: Salmos 18:30,32
La ley de Dios es perfecta: Salmos 19:7
El final del hombre perfecto es paz: Salmos 37:37
Nosotros debemos caminar perfectamente ante Dios:
Salmos 101:2,6
"Los Fundamentos de la Fe" es un estudio
importante para los nuevos creyentes. Enseña las doctrinas básicas de Jesús que
provee los fundamentos apropiados a la madurez espiritual (Hebreos 6:1-3).
Los Nuevos creyentes son como los bebés recién
nacidos en el mundo natural. Usted nunca tomaría a un bebé recién nacido, le
mostraría la puerta, y diría, "Nosotros miraremos en usted en un par de
semanas." Todavía esto es a menudo lo que pasa en la iglesia. Esto es por
qué muchos creyentes recién nacidos mueren espiritualmente. Su responsabilidad
para las almas de hombres y mujeres no acaba en el altar dónde ellos oran la
oración de arrepentimiento. Usted es responsable por mover el nuevo creyente
del altar a la iglesia.
Un nuevo creyente ha entrado en un ambiente
extraño. Él ha nacido en el Reino de Dios (Juan 3:3-7). Nosotros hablamos un
idioma diferente que él no ha oído. Hay condiciones como la fe, el
arrepentimiento, el bautismo, el juicio eterno, etc., que deben ser explicadas.
No sólo debe él aprende el idioma del Reino, él también debe aprender los
principios básicos de la nueva vida en el Reino.
Cada nuevo creyente necesita del cuidado personal
de un Cristiano maduro. Él necesita de la nutrición en el mundo espiritual así
como un bebé en el mundo natural. Un bebé inmediatamente necesita de mayor
cuidado después del nacimiento que en cualquier otro momento. Use las pautas
siguientes para mantener el cuidado espiritual apropiado con los creyentes
recién nacidos:
PASO UNO:
Dentro de 24 horas después de que una persona ha
respondido al mensaje del Evangelio, se ha arrepentido, y ha aceptado a Jesús
como el Salvador, él debe recibir el contacto personal de un Cristiano maduro.
El nuevo creyente puede vivir en un ambiente malo
rodeado de maldiciones, conversación inmoral, y acciones pecadoras. El contacto
personal de un cristiano maduro proporcionará el estímulo y le permitirá saber
que alguien cuida y está orando por él. Los objetivos de este primero contacto
son:
n Permitir al nuevo
creyente saber que él tiene un amigo cristiano que cuida de él.
n Para contestar las
preguntas que él puede tener.
n Para orar con él
considerando cualquier necesidad personal.
n Para enrollarlo en el
programa de "los Fundamentos de la Fe" descrito en el Paso Dos.
PASO DOS:
Como fue enfatizado en este estudio, continuar
enseñando después de que la conversión fue el modelo establecido por Jesús y
siguió por la Iglesia Primitiva. Este curso, "los Fundamentos de la
Fe", puede ser usado para enseñar las doctrinas básicas de Jesús a los
nuevos creyentes. Hay dos maneras en que esto puede hacerse:
Primero: Forme una clase de
"Los Fundaciones De la Fe" para los nuevos creyentes. Esta aula debe
ser enseñada por un Cristiano maduro y debe repetirse continuamente en la
iglesia.
Cada nuevo creyente debe matricularse en este
curso. Si él pierde una sesión, el maestro debe hacer el contacto personal y
debe proveer la oportunidad para hacer las sesiones perdidas.
La ventaja de este método es que los nuevos
creyentes son enseñados en una situación de grupo con otros nuevos Cristianos.
Ellos se enteran con las personas en su propio nivel espiritual con necesidades
y preguntas similares.
O...
Segundo: Uno cristiano maduro
puede responsabilizarse para cada nuevo creyente. Este Cristiano se encontrará
regularmente con el nuevo convertido para estudiar "Los Fundamentos De la
Fe" en una base individual.
La ventaja de este método es que un nuevo
creyente puede progresar espiritualmente a su propia proporción de velocidad.
Él puede mover rápidamente o lentamente a través de las lecciones según él es
capaz. Hay más oportunidad para que las preguntas personales puedan ser
contestadas y una relación sea establecida entre el nuevo creyente y su maestro.
Él puede volverse a su maestro con las preguntas, necesidades, y problemas que
requieren el consejo espiritual.
Si la instrucción individual se usa, los hombres
sólo deben entrenar a los hombres y las mujeres sólo deben entrenar a las
mujeres. Cada persona que enseña "fundamentos" por cualquier método
debe tener completado el curso y debe se comprometer a la responsabilidad de
cuidar de los nuevos creyentes.
PASO TRES:
Guíe al nuevo creyente en la oración regular y
estudio de la Biblia. No asuma que él sabe cómo orar o estudiar la Biblia. Dé
instrucción básica en estas áreas. El Instituto Internacional Tiempo de Cosecha
ofrece un curso titulado "Métodos Creativos de Estudio Bíblico". Se
dan direcciones sobre la oración en un curso titulado "Estrategias
Espirituales: Un Manual De Guerra Espiritual."
PASO CUATRO:
Los nuevos creyentes deben ser guiados a las
experiencias del bautismo en el agua y
en el Espíritu Santo así que ellos estén espiritualmente listos. Para
algunos, esto podrá ser en el mismo día, semana, o mes de su conversión. Para
otros, puede tardar más tiempo para prepararlos para estas experiencias. Si
usted está enseñando a los nuevos creyentes en una situación de grupo, no
detenga a una persona hasta que el grupo esté listo. Permita cada uno progresar
como es espiritualmente capaz.
PASO CINCO:
Ayude al nuevo creyente a encontrar su lugar en
el Cuerpo de Cristo, la Iglesia. Guíelo en el descubrimiento de su don
espiritual. El curso del Instituto Internacional Tiempo de Cosecha, "El
Ministerio Del Espíritu Santo", le ayudará a hacer esto.
Desafíelo con la responsabilidad personal de
todos los creyentes alcanzar otros con el mensaje del Evangelio. Usted puede
querer usar los cursos del Instituto Internacional Tiempo de Cosecha titulados
"Las Estrategias Para la Cosecha Espiritual" y "Desarrollando
Una Visión Mundial Bíblica" para comunicar este desafío.
Recuerde: Su meta es integrar
al nuevo creyente en la Iglesia como un miembro funcional y reproductivo, capaz
de seguir a la perfección [la madurez espiritual].
Respuestas a las Pruebas
CAPÍTULO UNO:
1. Hebreos 6:1-3.
2.
- El Arrepentimiento de las Obras Muertas
- La Fe hacia Dios
- La Doctrina de Bautismos
- La Imposición de Manos
- La Resurrección de los Muertos
- El Juicio Eterno
3. Un fundamento espiritual apropiado basado en
la doctrina de Jesucristo.
4. Vea
Lucas 6:47.
- Todo aquel que viene a mí
- Oye mis palabras,
- Y las hace
5.
Jesucristo.
CAPÍTULO DOS:
1. Romanos 3:23.
2. El arrepentimiento de las obras muertas es un
cambio interno de mente que produce un cambio exterior de salir del pecado
hacia Dios y a la rectitud.
3.
- El pecado -
La impiedad
- El malo -
La iniquidad
- La maldad -
La desobediencia
- La transgresión -
La infracción
- La injusticia
4. Todos son pecadores. Romanos 5:12
5. Lucifer [Satanás] originó el pecado cuando él
se rebeló contra Dios en el Cielo. Él fue expulso del Cielo a la tierra y llevó
al primer hombre y mujer al pecado. Debido a esto, el pecado y las penalidades
del pecado pasó adelante a todos los hombres.
6. Judas
(Mateo 27:3-4) y Esaú (Hebreos 12:17).
CAPÍTULO TRES:
1. Dios lo manda
Es
necesario para evitar la muerte espiritual
Es
necesario para la vida eterna
Es
necesario para el perdón
Es
necesario para entrar al reino de Dios
Es
el deseo de Dios para todos
Es
la razón por que Jesús vino al mundo.
2. La bondad de Dios
Predicación
El
Llamado de Cristo
Dios
el Padre
Reprensión
Tristeza según Dios
3.
Conversión significa “volverse del mal camino al buen camino.”
4. El
Hijo Prodigo es como el pecador que ha dado la espalda a Dios el Padre y a su
hogar celestial. Cuando este joven se dio cuenta de su condición pecadora, el
hizo una decisión de ir a su padre y arrepentirse de su pecado. Esto fue
arrepentimiento. El joven dejo su vida vieja y fue a su padre para empezar una
vida nueva. Esto es conversión.
5. Lucas 5:32
6. Fe, Bautismo, Obras (frutos), Conversión
7. Si.
8. Busque
los subtítulos en este capítulo.
9.
Justificación es una relación o posición correcta delante de Dios hecha
posible por medio del arrepentimiento de las obras muertas y el aceptar el plan
de salvación de Dios por medio de Jesucristo.
10. Ser salvo de la vida del pecado y de la
penalidad del pecado por medio del arrepentimiento y aceptar a Jesucristo como
salvador.
CAPÍTULO CUATRO:
1. Fe significa creer y tener la certeza de algo.
Fe es la seguridad de que las cosas prometidas en el futuro son verdaderas y
que las cosas no vistas son reales. Hebreos 11:1.
2. Fe natural: Esta es una confianza natural en
las cosas que son estables. Por ejemplo, fe de que la silla en la que estas
sentado no se quebrará.
Fe
salvadora: La fe hacia Dios, combinada con el verdadero arrepentimiento, es una
fe salvadora. La salvación es conocer, creer, y personalmente aceptar el
mensaje del evangelio.
Fe
santificadora: La fe santificadora hace que el creyente viva una vida santa
después de la conversión.
Fe
defensora: La fe es una de las armas para defensa contra nuestro enemigo
espiritual, Satanás.
3. Es
necesario para la salvación.
No
podemos complacer a Dios sin fe.
4. Por el oír la Palabra de Dios. Romanos 10:17
5. Hebreos 11:6.
6.
- Oír la Palabra de Dios
- Creer en la Palabra de Dios
- Volvernos de nuestra condición desesperada (cambiar por medio del
arrepentimiento de obras muertas)
- Aceptar las promesas de Dios como un hecho
7. La fe es una actitud de creer en algo que no
hemos visto pero tenemos la seguridad que ya la poseemos. La esperanza es el
deseo o actitud de expectación con respecto a las cosas por venir.
8. "Mente sobre materia" enseña que el
hombre puede vencer todos los problemas usando su mente, razón, o poder de
voluntad. Estas enseñanzas están centradas en el hombre y dependen de si mismos
en vez de Dios. La fe está centrada en Dios, no en el hombre. Es un don de
Dios, no es algo que el hombre produce por su propio esfuerzo.
9. Fe es lo que creemos. Obras es lo que hacemos.
10. "Fe hacia Dios" se refiere a
nuestra actitud hacia Dios. Dicha actitud debiera ser una de fe, y no de
rebelión, temor, etc.
CAPÍTULO CINCO:
1. Mateo 3:11.
2. La palabra "bautizar" usada en la
Biblia significa inmersión o sumergimiento completo en algo.
3. Es la confesión pública del cambio interno que
ha ocurrido.
4.
Instrucción
Arrepentimiento
Creer
Buena
conciencia hacia Dios
5.
Bautismo del sufrimiento de Cristo
Bautismo de Juan
Bautismo cristiano
Bautismo en el Espíritu Santo
6.
Inmediatamente después que recibieron instrucción y confesaron su fe.
7. Hechos
19:1‑5
8. No
9. La edad depende de la habilidad para entender
el significado del bautismo y
llenar los requisitos.
10.
a. F
b. V
c. V
CAPÍTULO SEIS:
1.
- Habitar en el creyente: 1 Corintios 6:19
- Unirlo en un espíritu con Dios y otros
creyentes. 1 Corintios 6:17
- Orar por él.
Romanos 8:26
- Impartirle el amor de Cristo y por medio de
él. Romanos 5:5
- Conformarlo a la imagen de Cristo. 2 Coríntios 3:18
- Revelarle verdades bíblicas. 1 Coríntios 2:10
- Enseñarle.
Juan 14:26
-
Inspirarlo a una verdadera adoración.
Juan 4:24
- Vivificarlo.
Romanos 8:11
- Santificarlo. 2 Tesalonicenses 2:13‑14
- Cambiarlo.
Tito 3:5
- Convencerlo cuando hace lo malo. Juan 16:8‑11
- Darle la seguridad de la salvación. Romanos 8:16
- Darle libertad. Romanos 8:2
- Hablar por medio de él. Marcos 13:11
- Demostrar el poder de Dios. 1 Corintios 2:4
2.
- Arrepentirse y ser bautizado
- Creer que es para uno
- Desearlo
- Reconocer que es un don
- Ceder a Dios
- Pedir oración a otros hermanos
3. Hechos 1:8
4. Hablar en lenguas no conocidas por el que las
habla.
5. Hacer del cristiano un poderoso testigo del
evangelio. Hechos 1:8
6. El fruto del Espíritu Santo se refiere a la
naturaleza del Espíritu Santo siendo evidente en la vida del creyente.
7. Gálatas 5:22‑23
8. Para la perfección de los santos, Para
promover la obra del ministerio, Para edificar al cuerpo de Cristo: la iglesia.
9. Porque el Señor dio dones ministeriales para
cumplir ciertos propósitos en la iglesia.
Estos propósitos no han sido cumplidos. El no quitará ninguno de estos
dones al menos que estos propósitos ya hayan sido cumplidos.
10. Todo
cristiano recibe el Espíritu Santo cuando es convertido
La
Biblia dice que no todos hablan en lenguas
Temor
Es
una experiencia emocional
11. No
CAPÍTULO SIETE:
1. Israel
sobre Efraín y Manases
El
pueblo de Israel sobre los Levitas
Moisés comisionando a Josué
2.
- Señales sobrenaturales
- Bautismo del Espíritu Santo
- Impartir los dones espirituales
- Comisionar obreros cristianos
- Dedicación de infantes
3. Hechos 14:3
4. Marcos 16:17‑18
5. La imposición de manos es un acto en el cual
una persona pone sus manos sobre el cuerpo de otra persona con un propósito
espiritual definido. El acto es acompañado por oración o profecía.
6.
- Creyentes
- Apóstoles y discípulos
- Miembros del presbiterio (ancianos)
7.
a. F
b. V
c. F
d. F
e. V
f. F
CAPÍTULO OCHO:
1. Juan 11:26‑26
2. La resurrección es levantarse o ponerse en
pie. Significa levantarse de entre los muertos.
3.
- Pasada:
La resurrección de Jesucristo de entre los muertos.
- Presente:
La resurrección espiritual de los creyentes en Jesucristo.
- Futura:
La futura resurrección de todos los que están en la tumba.
4.
- Hechos 2:30‑31
- Mateo 28:1,5‑7
- 1 Corintios 16:5‑8
- Juan 20:19
5. Porque si Cristo no resucito de entre los
muertos, entonces vana es nuestra fe y nuestra
predicación. (1 Corintios 15:13‑14). Creer en la resurrección es
también necesario para llegar a ser un verdadero creyente. (Romanos 10:9; 1 Corintios 15:1‑4).
La resurrección confirma que Jesús es el Hijo de Dios (Romanos 1:4) y
supremo sobre todas las cosas creadas.
(Efesios 1:20‑23). Confirma que los creyentes son justificados
(Romanos 4:25) y que la muerte ha sido derrotada (Hebreos 2:14). Por causa de su resurrección, nosotros
seremos resucitados y tendremos nuevos cuerpos (1 Corintios 15:51‑52; Filipenses 3:21).
6. Esto significa que los que estaban muertos
espiritualmente en pecado son hechos vivos espiritualmente por medio de Jesucristo. Efesios 2:1,5.
7.
- Muerto al pecado / Una nueva vida
- Un nuevo dueño
- Un nuevo propósito en la vida
8. El bautismo cristiano en agua y la nueva vida
del creyente.
CAPÍTULO NUEVE:
1. 1
Tesalonicenses 4:16‑17
2. La
resurrección del justo y la resurrección del injusto.
3. Todos
van ha experimentar la resurrección de entre los muertos. Todos van ha
experimentar el juicio eterno.
4. a. V
b. V
c. F
d. V
e.
F
5. Hechos 17:13, 32
CAPÍTULO DIEZ:
1. El primero se refiere a los estatutos,
testimonios, y leyes de Dios. El segundo se refiere al juicio de Dios sobre los
asuntos de los hombres y naciones.
2. La palabra "juzgar" significa
separar o hacer una diferencia entre dos cosas. Esto incluye traer a juicio,
examinar la evidencia, determinar si es culpable o inocente, y decidir la
penalidad del pecado.
3. El juicio es necesario por causa del pecado.
4. Dios, Jesús, y los santos.
5. Todas las almas.
6. La Palabra de Dios
De
acuerdo con el conocimiento
Individualmente
De
acuerdo con la verdad
Basado
en la conducta personal
Sin
parcialidad
De
acuerdo con la ley
De
acuerdo con la justicia
De
acuerdo con los motivos y pensamientos
7. Isaías 33:22
8.
a. V
b. V
c. F
[1]Este capítulo sirve solamente como una introducción a la doctrina del Espíritu Santo. El ministerio del Espíritu Santo es de tal importancia que el Instituto Internacional Tiempo de Cosecha ofrece un curso separado sobre este tema.
[2]El curso sobre el Ministerio del Espíritu Santo del Instituto Internacional Tiempo de Cosecha explica en detalle los dones y fruto del Espíritu Santo. Esta diseñado para ayudar a los creyentes para que descubran su don espiritual y desarrollar el fruto del Espíritu para funcionar efectivamente en el cuerpo de Cristo.